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Historia de la contabilidad - historia contabilidad - la historia contabilidad

EL METODO CIENTIFICO EN EL ESTUDIO
DE LA EVOLUCION DEL PENSAMIENTO CONTABLE



( historia de la contabilidad )

Por : JACK ALBERTO ARAUJO E.
(Profesor Investigador de la Universidad de Antioquia )

Medellín, Junio de 1.982
Revidado: Junio de 2001

Las ideas son el reflejo en la mente de la realidad exterior.
No siempre el hombre dice lo que siente o piensa.
Lo puede decir a sabiendas de que no es así.
No siempre el hombre hace lo que piensa y lo hace a
sabiendas de que debió hacer otra cosa o bien que sentía
otra cosa.
El hombre piensa como vive y no vive como piensa.
El ser social determina la conciencia social del hombre.
La práctica determina las ideas.
Por lo tanto, cuando se estudia la historia en menester establecer
las condiciones materiales en que los hombres se movían para así
determinar su conciencia social, ya que los hechos en sí mismos
igual que sus ideas no son la realidad misma, sino el reflejo de esta
Por eso también, el método de hacer explícito lo que está
implícito en una práctica no siempre determina la manera de
pensar de la gente, ya que esta puede hacer las cosas de manera
diferente de como las piensa.

1. LA DIALECTICA: BASE DEL METODO HISTORICO.

Cuando el mundo cambia, cambian las ideas en torno a él y a los hombres que le tocan vivir esos periodos de cambios tienen que construir nuevas ideas que desplazan las viejas y crean una nueva situación histórica del pensamiento que empieza a regir de allí en adelante. Esa es la razón por la cual se les recuerda luego como grandes pensadores. Posteriormente viene un periodo de estabilidad.

El renacimiento fue un periodo de grandes cambios. Es decir, cuando el mundo económico, político, y social de los distintos países lograron significativos desarrollos se dieron nuevas concepciones que revelaron y explicaron la nueva situación. Ese periodo se debe al cambio de modo de producción: Del feudal al capitalista. Es decir, cuando el capitalismo empezó a surgir y a dejar atrás al feudalismo y sus viejas formas de relaciones sociales y de producción, los hombres empezaron a interpretar esos cambios y a dar cuenta de ellos.

La anterior concepción es el fundamento sobre la cual pienso establecer cuáles han sido las diferentes maneras de pensar de los contadores durante los diferentes periodos históricos y en una forma anecdótica, descriptiva, narrativa y mecanicista.

En consecuencia, tengo que ir más allá de la partida doble en busca de lo esencial. Pero como para algunos lo esencial en contabilidad es la partida doble, buscan su origen sobre la base del surgimiento de esta.

Estas dos concepciones tan distintas es lo que nos lleva a escudriñar en puntos diferentes en el tiempo el significado y la importancia del origen y desarrollo de la contabilidad.


3. LOGICA DEDUCCION HISTORICA

Mi punto de partida es tratar de localizar la contabilidad en la época primitiva. Si la contabilidad es un sistema informativo y de comunicación, no podía surgir bajo una forma ya elaborada de partida doble. Para llegar a comprender las formas más complejas de la materia debemos comprender primero sus formas más simples, eso es pensar dialécticamente. Desde luego que no se propone buscar en un espacio no ocupado por la contabilidad, es decir cuando esta no existía, sino localizarla en una forma mas simple.


Lo mismo que con el hombre ocurre con la contabilidad. A la contabilidad hay que tratar de localizarla en el tiempo en un momento en que ya tiene una cierta forma, aún cuando muy sencilla pero a partir de allí se visualice una cierta evolución. El hecho que la contabilidad la tratemos de localizar en la etapa primitiva, cuando apenas podía ofrecer un mensaje rudimentario, y aún cuando la contabilidad no sea una ciencia, no quiere decir que no podamos abordar el estudio de ella en forma científica, así como el antropólogo estudia científicamente al hombre no científico.

Estas primeras evidencias sobre la existencias de la contabilidad en un modo de producción primitivo ya como un sistema informativo y de comunicación me fueron reportadas en las lecturas del libro del profesor mejicano Federico Herzt Manero: "Origen y Evolución de la Contabilidad". En este libro viene la publicación de una fotografía que muestra una piedra esculpida de aproximadamente seis mil años antes de nuestra era en la cual se mostraba una serie de símbolos o jeroglíficos. Algunos de estos jeroglíficos corresponden en nuestro alfabeto a números que fueron interpretados por los arqueólogos como un tipo de mensaje. Estos hombres primitivos con ellos daban cuenta de su actividad económica. Dado que no tenemos otras evidencias, debemos apoyarnos en esa para afirmar que el hombre primitivo hace seis mil años antes de nuestra era ya era capaz de transmitir un mensaje relativo a su actividad económica.

Seria muy difícil ir más allá por cuanto ni los mismos arqueólogos tienen otros tipos de evidencias. Por ejemplo, es muy difícil tratar de encontrar un mensaje cuando el hombre no sabia leer ni escribir, ni mucho menos hablar. El hombre como ser racional (homosapiens) tiene su aparición sobre la superficie de
la tierra en aproximadamente un millón quinientos mil años. El ser racional más antiguo que haya encontrado data de unos quinientos mil años atrás, es el hombre de Pekin. Este hombre ya utilizaba algunos utensilios, comía alimentos cocidos, esto es, ya conocía y utilizaba el fuego. Otros fósiles encontrados como
el del hombre de Java y el de Cromagnon son de más temprana edad.

Pero no obstante todo este tiempo de existencia, el hombre solo sabe hablar desde hace aproximadamente unos diez mil años. Esto parece fantasía pero así es. Solo inventa un alfabeto, un lenguaje articulado para esta época. Antes tenia que grabar en la piedra o hacer dibujos para comunicarse. Las primeras formas de representación del hombre fueron de tipo pictórico. Sin un lenguaje escrito es imposible localizar a la contabilidad en el tiempo. Más allá de este punto serian formas contables tan indetectables como el intentar hoy en día identificar la
presencia del hombre más allá de un millón quinientos mil años.
Solo cuando el hombre se convierte en sedentario, cuando trata de producir, pescar, cultivar la tierra, criar y domesticar animales, desarrolla una actividad económica y deja por tanto de ser nómada para localizarse en un punto fijo, es cuando surge para él la necesidad de una información alrededor de su actividad. Entonces, no está lejana esa piedra de hace seis mil años atrás, respecto de ese tipo de actividad sedentaria del hombre.

En la piedra a que he venido haciendo referencia yo veo claramente la presencia de la contabilidad. Para mi eso es la contabilidad por cuanto esta no es un papel, ni los libros, sino la relación existente entre sus cuatro elementos: el comunicador, el mensaje, los medios y los usuarios. Cuando estén esos cuatro elementos presentes hay mensaje, hay una información, hay contabilidad. El comunicador primitivo grabó en el único medio que tenia: la piedra. El hombre de hoy cuenta con muchos medios pero estos son tan limitados respecto de los medios con las cuales contará dentro de mil años. Por lo tanto, el hombre de los próximos mil años va a decir: no me explico como se movía el hombre de fines del siglo XX con tantas limitaciones, que demoraba tres días para llegar a la luna cuando ahora llegamos en minutos a Venus, a Martes o a cualquiera otra galaxia atravesando el espacio a la velocidad de la luz. Yo veo en eso contabilidad

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4. LA CONTABILIDAD EN EL ESCLAVISMO

En el modo de producción esclavista el hombre ya utiliza el arado, los diques, las poleas, el molino como instrumentos de trabajo. No obstante, la fuerza de trabajo humana sigue siendo significativa en la producción, pero nos encontramos frente a un hecho ya diferente: La propiedad privada de las fuerzas productivas, tanto de los instrumentos como de la fuerza de trabajo misma. El señor esclavista era incluso dueño de la vida de sus esclavos y podía disponer de ella a su antojo. Además, las relaciones de producción estaban dadas en el sentido de que todo el producto del trabajo les pertenecía a los señores esclavistas.
Este modo de producción alcanzó su máxima expresión bajo el Imperio Romano que fue un imperio fundamentalmente esclavista.

Surgen ideas de tipo filosóficas, económicas, políticas y contables también. Los contadores, por ejemplo, conciben la presentación de informes que dan cuenta de las riquezas y justifican la propiedad privada, los bienes que pertenecen al esclavista. Por ello, se dan casos en que los informes contables se hable de que un señor esclavista poseía tantas cabezas de esclavos, como parte de la propiedad privada del esclavista.

Observen ustedes que esas circunstancias conllevan a tener una concepción determinada. Hoy nos parece absurdo que el señor capitalista pueda contar con una información relativa a cuantos obreros están vinculados a su empresa. Hoy ya no se llama esclavos, sino obreros. Claro que la contabilidad puede dar cuentas de cuánto es y cómo se utiliza la fuerza de trabajo y el talento humanos en la empresa y no solo de los instrumentos de trabajo. En ese entonces la información consistía en simples listados de los distintos tipos de recursos que poseían los esclavistas o el imperio, tales como la tierra, los diques, los castillos, las mercancías, los artefactos de guerra, carruajes, caballos etc. Sin expresarlos en moneda monedas por cuanto esta no existía como medio de cambio generalizado. Era la forma de producir un mensaje acorde con las circunstancias. La contabilidad no sólo es partida doble sino también partida simple, partida triple y enésima. Lo importante es que el mensaje sea pertinente para el usuario. Con esto quiero decir que es capaz de adaptarse a todas las circunstancias impuestas por un modo de producción determinado.


5. LA CONTABILIDAD EN EL FEUDALISMO

Viene luego un nuevo auge en el modo de producción. Se trata del modo de producción feudal. Cambian las relaciones sociales de producción, ya que el producto del trabajo empieza a repartirse: una partecita para los siervos y el resto para los señores feudales. Estas relaciones eran más o menos así: una, consistía en que el siervo trabajaba durante dieciocho horas diarias y el producto se repartía: un noventa y cinco por ciento para el señor feudal y un mísero cinco por ciento para los siervos; otra forma era: él siervo trabajaba cuatro a cinco días a la semana para el señor feudal y los otros dos días lo hacían en una parcelita que le prestaban durante algún tiempo para que realizara su cosecha y el producto de esa cosecha le pertenecía al siervo. Cuando eso, no existía aún la moneda como medio de cambio y por tanto el pago del trabajo no se hacia en dinero sino en especie.

Quienes no se dedicaron al trabajo en la tierra lo hicieron en la producción artesanal, lo cual fue constituyéndolas bases para un nuevo y ulterior modo de producción: él capitalista, ya que esto fue dando base a una nueva forma en la producción de bienes y procurando su intercambio con los productos del campo. Este intercambio fue cada vez mayor.

En el mensaje que la contabilidad produce para esta época, aproximadamente año 1.100 en adelante, incluía información relacionada con la cantidad de tierra de los señores feudales y el producto de ella: cebada, trigo, algodón, etc. No informa a los esclavos y siervos como parte integrante de los recursos de que disponen los señores feudales para la producción.

Dado que no existía una separación muy clara entre las actividades económicas del feudal y sus actividades personales, la contabilidad informaba también sobre estas. En algunos casos revelaba las pertenencias de uso personal tales como vestidos y atuendos. También se dio el caso de informar sobre el nacimientos de los hijos y familiares.

Algo importante de comentar es que en este momento ya no se escribía en la piedra, ni en el cuero de los animales o el papiro como lo hacían en la época de los romanos, sino que escribían en papel, el cual dio lugar a los libros de contabilidad que no era más que el papel legajado. Esto era un medio mas ágil. No obstante, el mensaje tenia dificultad para su difusión. Era imposible multicopiar un mensaje, razón por la cual hasta ese momento el mensaje contable seguía siendo privado, de uso exclusivo del comerciante o del señor feudal. Los medios de entonces eran muy limitados. Hoy, por ejemplo, se puede reproducir un mensaje en cien, mil, doscientos mil ejemplares, como se logra publicar en un diario de circulación nacional. Para esa época era imposible sacar múltiples copias de un documento grabado en un pergamino, en el cuero de un animal o en una hoja de papel. Era una labor muy dispendiosa. Esto llevó a la idea de que el mensaje era privativo del comerciante. Pero no es cierto que por naturaleza lo sea así, solo las limitaciones en los medios de comunicación propició esas circunstancias.

Con el aumento de la producción de la tierra y artesanal, el comercio empieza a tomar un auge considerable, a diferencia de lo que ocurría en el feudalismo que es una producción de autoconsumo, ya que la producción es tan escasa que no permite el intercambio de producto y por tanto el comercio no tiene lugar significativamente. El trueque es la base del intercambio. El dinero no se necesitaba.


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6. LA CONTABILIDAD EN EL CAPITALISMO MERCANTILISTA

El aumento de la población en demanda de productos fue exigiendo la vinculación de un mayor número de personas a la producción y por tanto ésta fue en aumento cada vez. El surgimiento de nuevos mercados fue exigiendo una mayor producción. Al surgir las necesidades se crean las formas de satisfacerlas. La necesidad crea el ingenio. Si la necesidad era de mayores productos ésta se tenia que satisfacer con una mayor producción, la cual a su vez exigía una mayor cantidad de fuerza de trabajo o un incremento en los instrumentos de trabajo mejor concebidos. Esto va creando nuevas condiciones en la producción.
El trabajo artesanal que no requiere de la tierra para producir si reclama la presencia de una serie de instrumentos que a su vez sólo son adquirible mediante unos recursos que hoy denominamos capital y del pago de los trabajadores y la materia prima que estos transforman. Esto propicia la creación de una clase capitalista en contraposición de una clase terrateniente o feudal. La clase feudal era la clase dominante: era la clase que gobernaba: los artesanos no tenían poder económico, ni poder político, pero poco a poco fueron teniendo presencia en la vida económica y política. Así tiene lugar en la historia las primeras formas capitalistas de producción, la cual se manifiesta a través del comercio.

El comercio se va acrecentando poco a poco y se localiza fundamentalmente en Italia. Estoy ubicado en los años 1.300. El comercio se hace entre el medio oriente y Europa Occidental. Varios países se pelean la dominación de este mercado, entre ellos España. Se crean conflictos con el Medio Oriente y la búsqueda de nuevos mercados da al traste con el descubrimiento de América. Con ello se amplia el comercio, lo cual a su vez va determinando nuevas exigencias a la contabilidad.

Hablemos de aquellas formas particulares del desenvolvimiento del comercio que constituye problemas para la contabilidad. La constitución de la empresa, o sea el llevar y traer mercancías de un puerto a otro. Esa empresa podía demorar uno, dos o tres meses y eran en un principio de un solo comerciante; después, cuando la empresa fue creciendo, el comerciante solo ya no podía financiarla y debía ser financiado por parte de otras personas. Pero hay un impase para este financiamiento: el agio era prohibido por la iglesia y no aceptaba este tipo de financiamiento. Eso obligó a los comerciantes a asociarse. De ahí surge la sociedad como forma de financiamiento de las empresas.

El segundo factor determinante en el desarrollo de la contabilidad, lo constituye entonces el surgimiento de la sociedad mercantil.

¿Por qué la sociedad mercantil constituye problema para la contabilidad? Muy sencillo: en un principio la empresa, de una sola persona, tenia su contabilidad; luego cuando surgió la sociedad se planteó el siguiente interrogante; ¿A quién hay que llevarle ahora la contabilidad? ¿A la empresa? al socio D, o al socio B? O es una sola contabilidad para todos?

Antes, la contabilidad era por el sistema de partida simple o sea, por el sistema de listados de los recursos, lo que era suficiente para informar al comerciante, respecto de su patrimonio, ya que los recursos (A) eran iguales a su patrimonio o
capital (C): A = C

Pero, cuando se asocian los señores D y B y forman la sociedad "X", ya no se le pueden informar con un simple listado, porque una parte de los recursos es del señor D y la otra parte del señor B, de tal manera que los recursos que llamamos activos (A) deben ahora hacerse igual a C, pero en donde (C) es igual a (D + B). Adopta la forma: A = D+B

Posteriormente, cuando la sociedad fue financiadas por recursos externos, es decir distintos del de los socios, los activos (A) ya no eran únicamente igual al capital (C), o sea (D+B), sino que una parte era financiada por los socios y la otras la constituían los pasivos (P) y en consecuencia surge la partida doble. Es decir, el hecho de hacer igual el total de recursos de la empresa a sus fuentes de financiamiento. Eso es la partida doble: el equilibrio existente entre los recursos de una empresa y su fuente de financiamiento.

Antes no era necesario informar de quien eran los bienes, porque se entendían que eran del comerciante solo, ya que él no se los debía a nadie y un simple listado de los mismos era suficiente para ilustrarlo acerca de sus pertenencias. Pero cuando él se asocia, si hay necesidad de decir de quiénes son los bienes.

Cuánto son suyos, cuántos de sus socios y cuántos son los pasivos, es decir: de los demás. Esto constituye la partida doble, que se expresa matemáticamente así: A = P + C.

Como vemos, los contadores resuelven el problema de la sociedad a través del principio de entidad, el cual da lugar a la partida doble.



Obsérvese que ahí no surge la contabilidad. Lo que ésta sufre es una adaptación, es un cambio cuantitativo, no cualitativo. La contabilidad no deja de ser contabilidad, ni aparece como fenómeno nuevo, lo que hace es adaptarse a las nuevas circunstancias económicas. Allí lo que empieza es a comunicar un
mensaje diferente, porque hay un modo de producción distinto. El modo de producción capitalista le exige un nuevo tipo de mensaje a la contabilidad y ese mensaje debe darlo sobre la base de partida doble.

Así son resueltos todos los problemas: con el surgimiento de la sociedad aparece lo que la contabilidad se denomina la entidad, o sea el supuesto de que la empresa es independiente de sus bienes y de los socios mismos. Que una cosa es la empresa y otra son sus socios y sus bienes.

El desarrollo del comercio exige un aumento de la producción, lo cual determina excedentes. Cuando no habían excedentes en la producción el contador nunca conoció los inventarios. La aparición de los inventarios constituyen un nuevo factor problemático para la contabilidad, ya que deben buscar formas de valoración de los
mismos. No es igual diez sacos de trigo a valorar miles de sacos, dado que los inventarios fueron adquiridos a distintos precios y a distinto tipos de monedas.

Para resolver el problema de la valoración de los inventarios, los contadores tienen que pensar en la confección de una nueva teoría. La respuesta a ello es lo que denominamos el conservadurismo, que da lugar al costo histórico como base de registro y de valoración. A la pregunta: ¿Como valorar los inventarios? se responde diciendo: valórelos al costo histórico, o sea al precio de adquisición o al de mercado cual de los dos sea mas bajo.

Pero ¿por qué piensan así los contadores de entonces? Por las circunstancias prevalecientes. Obsérvese. En esa 'época la contabilidad era privada eminentemente. No existía la contabilidad pública. El usuario básico era el comerciante. No existían otros usuarios de la contabilidad. Fuera del comerciante
nadie más tenia interés por la información contable de los negocios, incluso, ni el Estado. El mensaje de la contabilidad no tenia un significado social como lo tiene hoy.

En consecuencia, la pregunta es: Qué le puede interesar a él respecto de la utilidad?. Le interesa preferiblemente que le subestimen la utilidad antes que la sobrestimen, ya que a la hora de la verdad era más conveniente que resultara una utilidad mayor que una menor. Este interés particular conduce a una actitud conservadora frente a la información contable. Esa actitud conservadora en la contabilidad se traducía en una forma muy concreta en el mensaje: la forma histórica de la información.

Tener la certeza de que lo informado era menor que lo real producía entonces bienestar al usuario. Eso era el pensamiento predominante entonces.

Pero hoy cuando el interés sobre la información contable y de la utilidad de la empresa no es de una sola persona, sino que existe un sin número de personas interesadas en ello, es decir, en la utilidad real de la empresa y no en una utilidad sobre o sub estimada. O sea, lo que les interesa es saber la utilidad de la empresa tal como es.

Por eso, en la medida que la contabilidad mide una utilidad basada en el costo histórico, ésta no es concordante con el interés de los usuarios de la información contable. En consecuencia, la objetividad debe ser la base sobre la cual la contabilidad debe medir la utilidad y producir sus mensajes hacia la sociedad. Es ésta la única manera para conciliar los diversos intereses que existen sobre la información contable. He ahí el porqué la contabilidad no debe partir de un interés especifico, sino de los intereses generales. El punto de partida de la contabilidad debe ser la realidad misma. Es esta una concepción distinta para la elaboración del mensaje de hoy. Pero, sin embargo seguimos pensando como si estuviéramos en la edad media. Lo que debemos entender es que el capitalismo se encuentra no ya en su fase mercantilista, sino en una fase superior: la financiera y que determina unas condiciones distintas totalmente creando unos intereses sociales completamente diferentes representados en múltiples usuarios de la información contable.

El comercio también hace que la moneda se generalice como medio de cambio, ello determina en la contabilidad problemas de medición (unidad monetaria de medida).

En la solución del problema que la moneda planteó a la contabilidad, ésta se asume como una unidad de medición, es decir, se acuerda que a pesar de comerciar con distintos tipos de monedas, en la preparación del mensaje debería presentar todos
los recursos a un solo tipo de moneda como si esa unidad de medida monetaria fuera constante, esto es, que no pierde poder adquisitivo.

El intercambio entre los pueblos no se limitaba al comercio, también se da al intercambio cultural. Las costumbres de unos pueblos pasan a otros. Así por ejemplo, los italianos que usaban los números romanos empiezan a escribir con números arábigos. La contabilidad asimila este cambio. Fue una fortuna que los italianos utilizaran los números arábigos, por cuanto: ¿qué tal nosotros hoy llevando la contabilidad con números romanos?.


7. LA CONTABILIDAD EN EL CAPITALISMO INDUSTRIAL

Con el descubrimiento de América surgen nuevos mercados. El comercio y con el capitalismo se desarrolla aún más. Estos cambios económicos y sociales introduce también cambios en las ideas de la gente. Surgen grandes pensadores y se configura lo que la historia reconoce como el renacimiento. Empiezan a expresar de alguna manera cómo estos cambios los impresionan y cómo conciben el desarrollo del mundo. Hay cambios tecnológicos, aparece el papel, la imprenta y esto a su vez facilita la difusión de las ideas más rápidamente. Se da un proceso de culturización en toda Europa.

La contabilidad también es influida por todo este proceso de cambio. Surgen en la contabilidad también grandes pensadores como Lucas Paciolo y Benedetto Cotrugli Rangeo en Italia, país epicentro de las ideas renacentistas. Ellos son los encargados de escribir los primeros libros de textos de contabilidad denominados "La suma de Aritmética" y "De la Mercatura y del Mercante Perffetto", respectivamente. El primero de ellos fue publicado en 1.494 y el segundo, a pesar de haber sido escrito en agosto 25 de 1458, solo fue publicado en 1573. Este último reposa en la biblioteca Marciana de Venecia.

Habrían de pasar doscientos años sin que se produjeran hechos importantes en materia contable que comentar. No obstante, el comercio se siguió desarrollando hasta el punto que dio al traste con una nueva forma de producción: la industria mecanizada, es decir, sobre la base de la máquina.

Hasta ese momento había una industria, pero manufacturera que se basaba en el trabajo humano vivo y en algunos instrumentos de producción muy simples que no determinaba una producción en masa. La aparición de la máquina introduce grandes cambios en el proceso de producción hasta el punto que se le considera como toda una revoluciono industrial.

Desde la aparición de la máquina en 1.750 en Inglaterra y hasta el año 1.800, la máquina no logra generalizarse como instrumento de producción, ya que tropieza con una serie de factores que retrasan su utilización. Uno, la escasez de capital para adquirirla, ya que era muy costosa: dos, los obreros destruyen las máquinas por considerar que eran éstas las causas de su pauperización.

Surge la clase obrera. Los artesanos tenían vinculados a un número determinado de trabajadores que si bien podían llamarse obreros, estos no constituían en si todavía una clase. Con el surgimiento de la máquina, los obreros aumentan y empiezan a tener presencia como clase. Gran parte de los artesanos que fabricaban en pequeña escala no pudieron competir con la producción industrial que eran a gran escala y a costos muy bajos. En consecuencia: quiebran.

Todos estos cambios influyen en la contabilidad y le trasladan una serie de problemas. Los industriales, los capitalistas como clase dominante económicamente requieren de una información distinta. El mercado es un factor determinante. La competencia se hace presente. El comercio ya no es tan local, ni nacional, sino internacional. La producción es a gran escala, lo cual influye en los costos de los productos. Se requiere entonces una información relacionada con el costo de los productos, por un lado, para conocer las formas alternativas de producir los artículos y por el otro lado, para la fijación de los precios con anterioridad y hacer frente a la competencia.

Antes los costos unitarios no eran necesario conocerlos. Bastaba conocer el costo total de la producción en forma histórica. Ahora el mensaje ya no sólo era de carácter comercial, relativo a la actividad de comprar y vender, sino que aparece un nuevo mensaje relacionado con la producción. Surge así lo que se llama la contabilidad de costos. La contabilidad especializa su mensaje.

Más adelante, ya no solo fue necesario el mensaje sobre los costos, sino también el relativo a la forma de utilizar esa misma información para tomar una serie de decisiones sobre los costos.

Hay un proceso importantísimo de mencionar: la aparición de la sociedad anónima. Esta surge como consecuencia de la insuficiencia de capital para financiar las empresas de entonces, ya que las máquinas eran muy costosas. Los medianos y grandes artesanos se asocian y forman grandes empresas integradas por el sinnúmero de socios, ya que a uno solo le era imposible financiar toda la empresa. Por ello se crean empresas muy grandes.

La aparición de la sociedad anónima crea la imposibilidad material y legal a los dueños de las empresas que participen de la administración. En las sociedades comanditas los socios pueden administrar, pero en las sociedades anónimas sus cien o mas socios no pueden todos administrar la empresa. En consecuencia, esa forma de asociación del capital con relación a la administración de la empresa determina la necesidad a los socios no vinculados directamente al proceso administrativo de la empresa de ser informados de la gestión misma. En otras palabras, requiere saber qué uso se está dando a su inversión.

Osea, hay necesidad de producir un mensaje ya no solamente para usos administrativos dentro de la empresa, sino un mensaje dirigido a informar a los accionistas.

Lo anterior coincide con la intervención del Estado en el manejo de la empresa y en sus utilidades, por lo tanto también exige ser informados de la gestión que 'esta realiza. O sea, la información contable empieza a trascender el marco de la empresa y se dirige hacia otros sectores sociales como son los accionistas, futuros accionistas, Estado, etc.

Como vemos, el mensaje de la contabilidad se hace múltiple: comercial, de costos, administrativo y público. Ya no es solo micro, sino también macro. Esto es, la contabilidad responde a las nuevas situaciones imperantes determinadas por el desarrollo de un nuevo modo de producción.

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8. EVOLUCION DEL MENSAJE CONTABLE

Veamos un resumen de cómo ha evolucionado el mensaje. En un principio, existió la partida simple, luego, con el surgimiento del comercio, la partida doble con un mensaje de tipo comercial y financiero; posteriormente, con la aparición de la industria tenemos un mensaje relativo a los costos de producción; con la sociedad anónima y la intervención del Estado en la empresa surge surge el mensaje hacia el público, hacia la sociedad. De más reciente aparición tenemos los mensajes administrativos, el social, relativo al recurso humano en la empresa; el nacional, referente a la actividad macro económica del país, etc. Es decir, el mensaje de la contabilidad es múltiple.

Los contadores han ido denominando a la contabilidad acorde con cada tipo de mensaje y le traslada al contador que es responsable de su confección el nombre de ésta. Así, por ejemplo, cuando el mensaje es comercial, le llaman contabilidad comercial y al contador: Contador comercial o general. Cuando el mensaje es relacionado con los costos, le llaman contabilidad de costos y al contador: Contador de costos. Cuando el mensaje se dirige al público se llama contabilidad pública y al contador: contador público

Con el surgimiento del contador público aparece la contaduría pública. Tenemos aquí entonces un momento importante en el desarrollo de la contabilidad: la aparición de la Contaduría Pública.

El desarrollo de la contabilidad pública, en cuanto a la contabilidad pública y concretamente como Contaduría Pública se traslada de Inglaterra a los Estados Unidos de Norteamérica, país que demarcará el progreso de la contabilidad en lo que tiene ver con el siglo veinte.


9. LA CONTABILIDAD EN EL SIGLO VEINTE

Veamos entonces qué pasa con la contabilidad en el siglo veinte.
Es este el siglo de mayor desarrollo de la humanidad. El hombre, no obstante, ha sabido responder eficientemente a sus propias necesidades en todos los frentes, tanto en lo político como en lo social, tecnológico, cultural, etc. Este siglo ha deparado al hombre desarrollos sorprendentes jamás logrados, ni siquiera imaginados por los hombres de los siglos anteriores.

Todas las profesiones se han visto exigidas a responder a estos avances, así en el campo de química se ha logrado descubrir nuevas sustancias que la naturaleza no las provee, como son: las fibras poliestéricas y muchos otros derivados del petróleo con los cuales logra mover maquinarias y apoyar todo el desarrollo industrial. La física, por su parte, con el descubrimiento de nuevas leyes del movimiento de la materia tales como la ley de la relatividad, la división del átomo han proporcionado al hombre el uso de la energía atómica para fines médicos, en el avance tecnológico, tal como el movimiento de equipos electrónicos que le permiten al hombre construir aparatos interespaciales y procesar electrónicamente información, transportar mediante satélites imágenes y sonidos a la velocidad de la luz. En biología el hombre ha logrado explicar la estructura de la materia animada, ha dado origen a nuevas formas animales mediante el cruce de una y otra especie, ha producido nuevas especies vegetales mediante los injertos.

Este siglo es el siglo del cine, de la radio, de la televisión, que le permite al hombre apreciar desde la comodidad de sus hogares lo que ocurre en cualquier punto del planeta o bien de lo que ocurre en la luna o en los viajes interplanetarios. Es el siglo del carro, de los submarinos, del avión que le posibilita al hombre viajar fuera de la atracción terrestre, haber ido a la luna y enviar aparatos a Venus, Marte e incluso a otras galaxias.
Captar mensajes de otros confines del universo y enviar sus propios mensajes.

Es el siglo del capitalismo desarrollado, del imperialismo: de las guerras mundiales, de la bomba atómica. En este siglo hemos visto morir al capitalismo y surgir el socialismo como nuevo modo de producción.

El hombre en este siglo ha logrado curar las enfermedades, descubierto la penicilina, las vacunas, trasplantado corazones, hígados, riñones, todo un sistema de venas, en fin prolongarle la vida a los seres humanos. Es el siglo de la ciencia, la tecnología, la informática.

La contabilidad como parte integrante de una gran totalidad se ha visto afectada también por todos estos avances y la sociedad la ha ido exigiendo nuevas respuestas como parte del conocimiento que el hombre posee para expresar una parte de su actividad en lo económico, financiero y social. Es entonces la contabilidad unos de estos lenguajes, unos de estos medios, uno de esos sistemas de comunicación que le permiten al hombre expresarse respecto de qué hace en estas áreas en que se desenvuelve.

Algunos de tantos problemas que la contabilidad enfrenta hoy en día son: los cambios de precios de los productos en el mercado, determinado por varios factores uno de ellos la inflación; otro problema a mencionar es qué tanta información debe suministrar la contabilidad en sus mensajes; falta de una fundamentación científica contable, es decir la falta de una teoría y metodología contables científicas que le permitan transformar la mera información contable en conocimiento contable.

Hoy reivindicamos para la contabilidad la necesidad de producir mensajes en los cuales revelen los cambios de precios y la pérdida del poder adquisitivo de la moneda dado que esto es característico del modo de producción actual. También reclamamos la producción de un mensaje de tipo social por ser conscientes de que la participación del talento humano en la empresa es definitivo en la producción de utilidades.

Lo que reclamamos hoy en día para la contabilidad es pensar científicamente. Estamos en un 'época en donde el conocimiento científico es importante. Quien no piense científicamente se queda rezagado. La ciencia es la mejor respuesta a las situaciones cambiantes del mundo, de la sociedad y de la economía.

Al no pensar científicamente, la contabilidad se ha quedado frente a otras disciplinas. Mientras las otras disciplinas va acorde con los cambios del mundo exterior, la contabilidad se ha quedado con las formas de pensamiento de la edad media y las del siglo pasado. Por eso la contabilidad debe apropiarse de una nueva metodología científica para comprender las formas cambiantes de los fenómenos y lograr preparar un mensaje de mejor calidad acordes con las exigencias sociales actuales y no responder con mensajes elaborados igual como se elaboraban hace cincuenta y cien años atrás.


Nota:

* " El origen de la teneduría de libros por partida doble en

aproximadamente en el siglo XIV en un punto de partida

apropiado para estudiar el desarrollo del pensamiento y los

conceptos contabilísticos ". (P.26)


" La condición más importante que diera origen a la evolución

de la contabilidad fue el auge del comercio... ". (P.27)


" Teoría de la contabilidad ". Hendricksen El don. Editorial
Utea.
Historiacontaabailidad-resumen.
 

Por : JACK ALBERTO ARAUJO E.
(Profesor Investigador de la Universidad de Antioquia )

Medellín, Junio de 1.982
Revidado: Junio de 2001

Historia de la contabilidad - historia contabilidad - la historia contabilidad

 

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HISTORIA DE LA CONTABILIDAD
LA CONTABILIDAD EN LA EDAD ANTIGUA.
Las primeras civilizaciones
Las primeras civilizaciones que surgieron sobre la tierra tuvieron que hallar la manera de dejar constancia de determinados hechos con proyección aritmética, que se producían con demasiada frecuencia y eran demasiado complejos como para poder ser conservados por la memoria. Reyes y sacerdotes necesitaban calcular la repartición de tributos y registrar su cobro por uno u otro medio. En ultimo lugar los comerciantes han sido siempre el sector de la sociedad mas comprometido con cualquier nuevo procedimiento de registro de datos. Y mercaderes y cambistas los ha habido desde los primeros momentos en todas las civilizaciones .
Algunas sociedades que carecían de escritura en sentido estricto, utilizaron sin embargo, registros contables.
 

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MESOPOTAMIA
El país situado entre el Tigris y el Eufrates era ya en el cuarto milenio a de J.C. asiento de una prospera civilización. Los comerciantes de las grandes ciudades mesopotámicas constituyeron desde fechas muy tempranas una casta influyente e ilustrada.
El famoso código de Hammurabi, promulgado aproximadamente en el año 1700 a de J.C. contenía, a la vez que leyes penales, normas civiles y de comercio. Regulaba contratos como los de préstamo, venta, arrendamiento, comisión, deposito y otras figuras propias del derecho civil y mercantil. La propia organización del estado, así como en adecuado funcionamiento de los templos, exigían el registro de sus actividades económicas en cuentas detalladas. Los templos llegaron a ser verdaderas instituciones bancarias, que realizaban prestamos -el interés estaba cuidadosamente regulado-
Y contratos de deposito.
EGIPTO
Si importante fue la contabilidad entre los pueblos de mesopotámia aun mas necesario fue su uso en una sociedad tan rígidamente centralizada como la del Egipto faraónico. El instrumento material utilizado habitualmente por los egipcios para realizar la escritura era el papiro. Las anotaciones de tipo contable, por su carácter repetitivo, llegaron a conformar un tipo de escritura hierática que ha resultado muy difícil de descifrar para los estudiosos. De cualquier forma, y pese al papel decisivo que la contabilidad desempeño en el antiguo Egipto, no puede decirse que la civilización faraónica haya contribuido a la historia de la contabilidad con innovaciones o procedimientos que no hubieran sido ya utilizados por los poderosos comerciantes caldeos.
GRECIA
Los templos helénicos, como había sucedido muchos siglos antes con los de Mesopotámia y Egipto, fueron los primeros lugares de la Grecia clásica en los que resulto preciso desarrollar una técnica contable. Cada templo importante en efecto, poseía un tesoro alimentado con los obolos de los fieles o de los estados, donaciones que era preciso anotar escrupulosamente. Los tesoros de los templos no solían estar inmovilizados y se empleaban con frecuencia en operaciones de prestamos al estado o a particulares. Puede afirmarse así que los primeros bancos Griegos fueron algunos templos. Quizás el lugar donde los arqueólogos han encontrado mas abundante y minuciosa documentación contable lo constituye el santuario de Delfos donde se han recuperados cientos de placas de mármol que detallan las ofrendas de los fieles, así como las cuentas de reconstrucción del templo en el siglo IV antes de J.C.
ROMA
El genio organizador de Roma, presente en todos los aspectos de la vida publica, se manifestó también en la minuciosidad con la que particulares, altos cargos del estado, banqueros y comerciantes llevaban sus cuentas. Ya en el siglo I antes de Cristo se menospreciaba a una persona que fuera incapaz de controlar contablemente su patrimonio. El libro mas empleado era el de ingresos y gastos (codees accepti et expensi). Los grandes negociantes llegaron a perfeccionar sus libros de contabilidad de tal manera que algunos historiadores han creído ver en ellos un primer desarrollo del principio de la partida doble. Aunque hay algunas citas de grandes autores, como Ciceron que parecen sustentar tal hecho, son demasiado confusas como para establecer la tesis de que el método de la partida doble era conocido en la antigüedad.
LA EUROPA MEDIEVAL
Debido a al casi total aniquilación del comercio en Europa en los siglos posteriores a la caída del imperio romano, las practicas contables mas o menos evolucionadas habituales en el mundo antiguo desaparecieron. La técnica contable se iba a desarrollar de nuevo en Europa a partir casi de cero al compás del crecimiento del comercio, que tomo su primer gran impulso con las cruzadas.
Las republicas comerciales italianas y los países bajos serían durante los últimos siglos de la Edad Media, las regiones europeas en que la vida comercial iba a ser mas intensa. Como consecuencia natural de la practica contable iría desarrollando nuevos métodos en estos países, y seria sobre todo en las republicas Italianas sonde había de surgir la nueva contabilidad.
EL SURGIMIENTO DE UNA NUEVA CIENCIA.
La contabilidad alla veneciana. Benedetto Contrugli
El primer autor de que tenemos noticias de que estableció claramente el uso del método de la partida doble Benedetto Contrugli. El libro de Contrugli tardo casi 115 años en ser llevado a la imprenta, lo que, unido al carácter incompleto de su exposición impide que se pueda adjudicar a su autor en la historia de la contabilidad, un papel comparable al de Fray Luca Pacioli.
El primer texto impreso: Fray Luca Pacioli.
La obra de Pacioli tuvo gran éxito, particularmente la parte dedicada a la practica comercial y contable, que fue reimpresa por separado algunos años mas tarde. De la descripción realizada por Pacioli se desprende que los comerciantes venecianos se veían precisados a utilizar en primer lugar un borrador, no empleaban directamente el diario. Para realizar acientos en el diario, era preciso en primer lugar, convertir las operaciones registradas en el borrador a la unidad monetaria elegida por el comerciante para llevar sus registros.
LA DIFUSIÓN DE LITERATURA CONTABLE POR LA EUROPA RENACENTISTA.
A lo largo del siglo XVI se produjo en toda Europa la progresiva difusión del procedimiento contable de la partida doble, en la mayoría de los casos simples adaptaciones de la del franciscano.
La aceptación de la partida doble en los países bajos
En el transcurso del siglo XVI el centro neurálgico dl comercio Europeo se desplazo de forma progresiva desde el mediterráneo a las costas Atlánticas del continente. Las activas ciudades de Flandes y muy especialmente, Amberes, se hicieron con el predominio del comercio mundial. La citada ciudad flamenca acuso muy pronto el impacto de la nueva contabilidad “a la italiana” cuyo empleo se extendió con rapidez. De las imprentas de Amberes surgieron varias obras capilares en la historia de la contabilidad.
La ciencia de la contabilidad: Simon Stevin

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La importancia de la figura de Stevin en la historia de la contabilidad es capital: se trata del primer autor que considera que se halla ante una temática que merece un serio estudio científico. Hasta Simon Stevin, todos los autores daban por supuestos los principios de personificación de las cuentas que expuso Pacioli, sin pretender con ello, hacer teoría. Pero el profesor de Leyden (Simon Stevin ) hizo hincapié en el aspecto patrimonial de las cuentas y considero la contabilidad como un instrumento de control de gestión de la empresa.
La escuela italiana del siglo XVII
A pesar del fuerte declive comercial de las ciudades italianas, en la primera mitad del siglo XVII los autores de este país -ya no solo en Venecia- se mantuvieran en primera línea de la literatura contable y desde luego, a la cabeza de la labor teórica. Solo en la segunda mitad del siglo, el impulso de los tratadistas italianos de contabilidad decayó considerablemente. Giovanni Antonio Moscheli
Flori, Giovanni Domenico Peri, Zastiano Venturi.
La escuela francesa en el siglo XVIII
Los tratadistas de contabilidad franceses, tan escasos en el siglo XVI y la primera mitad del XVII, pasaron a ocupar en el siglo XVIII un lugar destacado sobre todos los de Europa, desplazando a los italianos -los estados de este país se hallaban en franca decadencia económica- y a los flamencos. En el siglo de las luces los autores franceses fueron leídos a lo largo y ancho de Europa, conocieron múltiples ediciones de sus libros en distintos idiomas e incluso llegaron a ser imitados por los orgullosos tratadistas italianos. Samuel y Jean Pierre Ricard, Beltrand, Francois Barreme, Edmond Degranges.
Autores del siglo XVIII en otros países
Gran Bretaña Daniel Defoe, Hustcraft Stephens
Italia Giuseppe Formi
Austria Maria Teresa
Estados Unidos William Mitchell
DE LAS DOCTRINAS CONTABLES A LOS ORDENADORES ELECTRICOS .
La teoría contable en el siglo XIX
En el siglo XIX, y sobre todo en su segunda mitad, cuando la contabilidad llego a constituir, gracias al desarrollo de la teoría una verdadera ciencia. Ahora bien, al tiempo que sucedía tal cosa, se produjo lógicamente una floración de múltiples escuelas contra puestas, lo que unido al crecimiento explosivo de la edición de literatura contable convierte en sumamente difícil el intento de esbozar siquiera un resumen general de las diversas tendencias una enumeración somera de los autores mas innovadores e influyentes.
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Las escuelas italianas de la segunda mitad del siglo XIX
El fenómeno mas notable que se produjo en la evolución de la teoría contable a lo largo del siglo XIX fue el resurgimiento de los estudios teóricos en Italia. Una Pléyade de grandes autores italianos, elevo la contabilidad a la categoría indiscutible de ciencia agrupándose en tres familias principales: La escuela Lombarda, la Toscana y la Veneciana.
La evolución actual
Los grandes tratadistas contables del siglo XIX centraron su atención en la teoría de las cuentas.
En los primeros decenios del siglo XIX se advirtió la tendencia, mas evidente en los países nórdicos y del área anglosajona, a enfocar los problemas contables como instrumental y terminología prestados por la floreciente ciencia de la microeconomía. Se produjo una “invasión” reciproca entre el área económica y del área contable: el calculo microeconomico precisaba de una contabilidad mas perfecta que pudiera aportar los datos necesarios para el análisis económico de la empresa. Y a su vez la contabilidad procuro perfeccionar la obtención y manejo de los datos empleando técnicas propias de la microeconomía. El desarrollo de las técnicas de contabilidad de costos, constituye el mas claro ejemplo de la penetración de los conceptos microeconomicos en el campo contable. Por la misma razón, cuanto mas se perfecciona la contabilidad interna de la empresa mas estrecho va quedando el viejo corsé de la partida doble, que amenazaba en la primera mitad del siglo quedar obsoleta sin haber encontrado una técnica capaz de sustituirlo con ventaja.
Presente y perspectivas de la contabilidad
Desde mediados del siglo, la contabilidad parece haber perdido identidad propia penetrada como esta hasta la medula de conceptos tomados en préstamo del análisis económico.
La aparición del ordenador electrónico ha reforzado el papel de la contabilidad matricial, desarrollada rápidamente en los años transcurridos desde mediada la década de los cincuenta, hasta hace pocos años. La contabilidad entendida en su sentido tradicional constituía la única fuente de datos de que se disponía en la empresa, fuente por otra parte muy limitada a causa de la imposibilidad de llevar a cabo manualmente un numero muy elevado de operaciones aritméticas. El empleo del ordenador electrónico abre nuevos horizontes a la ciencia y a la técnica contable, en pocos años van a transformarse radicalmente tanto en sus objetivos como en sus procedimientos.
 

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Contabilidad
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La contabilidad es la disciplina que sirve para proporcionar información útil en la toma de decisiones económicas. Ha venido siendo definida como Ciencia del Patrimonio, y ello porque su objeto es el estudio y la representación del patrimonio empresarial, tanto desde un punto de vista estático como dinámico.
El producto final de la contabilidad son todos los Estados Contables o Estados Financieros que son los que resumen la situación económica y financiera de la empresa. Esta información resulta útil para gestores, reguladores y otros tipos de interesados como los accionistas, acreedores o propietarios.
Contenido
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1 La contabilidad como Ciencia y Técnica
2 Historia
3 Patrimonio neto contable
4 Elementos de los estados financieros
5 Masas patrimoniales
6 Paquetes contables
7 Las cuentas
8 Convenio de cargo y abono y sistema de Partida doble
9 Saldo
10 Los libros contables
11 Tipos de contabilidad
12 Los Criterios de medición
13 Temas de contabilidad
14 Véase también
15 Enlaces externos


La contabilidad como Ciencia y Técnica [editar]


Contable
Ciencia: Puesto que es un conocimiento verdadero. No es una suposición de hechos sin relevancia alguna, al contrario, analiza cada hecho económico y en todos aplica un conocimiento adquirido. Es un conocimiento sistemático, verificable y falible. Busca, a través de la formulación de hipótesis, la construcción de conjuntos de ideas lógicas (teorías) que sirvan para predecir y explicar los fenómenos relativos a su objeto de estudio.
Técnica: Porque trabaja con base en un conjunto de procedimientos o sistemas para acumular, procesar e informar datos útiles referentes al patrimonio. Es una serie de pasos para realizar una tarea y en contabilidad la tarea es el registro, la teneduria de libros.
Sistema de Información: De acuerdo con las opiniones y enfoques profesionales más modernos, la contabilidad es en sí un subsistema dentro del Sistema de Información de la Empresa, toma toda la información de una empresa referente a los elementos que definen el Patrimonio, la procesa y la resume de tal forma que cumpla con los criterios básicos que uniforman la interpretación de la Información Financiera (contable), de esta manera analistas financieros y no financieros usan la información contable, de ahí se concluye que independientemente de las definiciones anteriores, la contabilidad es en sí un Sistema de Información.
Algunos enfoques más actuales hablan también de la contabilidad como Tecnología social, dado que la tecnología se encarga de conjugar saberes científicos y técnicos para la resolución de problemas concretos. La contabilidad aplica conocimientos científicos (provenientes de campos como la economía, por ejemplo) y técnicos (como su técnica específica, la de la partida doble) para poder elaborar información útil para la toma de decisiones.
Estas caracterizaciones de la Contabilidad, con altos grados de componente científico y tecnológico la han caracterizado especialmente en los últimos 100 años, llegando a conformarse incluso "escuelas" o tendencias en su comprensión. Así por ejemplo se habla de las escuelas latina y anglosajona de la Contabilidad. La escuela latina se caracteriza, fundamentalmente, por su orientación forense y la construcción de evidencias del proceso de la información, facilitando así los procesos de control organizacional. La escuela anglosajona, por su parte, se orienta más a los procesos de revelación de estados financieros dirigidos a los mercados de valores y otros decisores estratégicos de las organizaciones. La escuela latina se ha desarrollado con más fuerza en los países continentales europeos y sus colonias respectivas. De igual modo la anglosajona ha tenido mayor presencia en Inglaterra, Estado Unidos y sus respectivas zonas colonizadas.

Historia [editar]


Retrato de Luca Paccioli, obra del pintor Jacopo de'Barbari (o Jacob Welsh-1440;1515-) expuesta en el Museo di Capodimonte (Nápoles)
El estudio de la contabilidad sobre una base científica tuvo su primera manifestación escrita con la publicación en Italia (Venecia) en 1494, de la famosa obra Summa de Arithmetica, Geometría, Proportioni e Proportionalita de Luca Pacioli (1445-1517) el autor, también conocido como Fray Luca de Borgo Sancti Sepulchri que dedicó treinta y seis capítulos de su obra a la descripción de los métodos contables empleados por los principales comerciantes venecianos. El autor dedica además parte de sus trabajos a la descripción de otros usos mercantiles, tales como contratos de sociedad, el cobro de intereses y el empleo de las letras de cambio. Se dice que en la antigüedad usaban o sabían leer la famosa lengua prada o "lengua del diablo" que era usada para investigar la contabilidad en la época clásica.
Según Paccioli las anotaciones en el libro Diario constan de dos partes claramente diferenciadas: una comenzando con la palabra por (el Debe del asiento) y la otra con la palabra a (el haber del asiento contable), antecedente del modelo de asiento contable tradicional. Dado que en aquella época no era costumbre la utilización del balance de situación sólo describe los usos en la elaboración del balance de comprobación de sumas y saldos, que era utilizado al agotarse las páginas del Mayor.
Estas eran efectuadas bajo las normas de la partida doble la cual Paccioli aseguraba que el solo enseñaba lo cual ya se ejecutaba mucho antes por los mercaderes, la partida doble asegura que por cada aumento del activo en el debe hay una disminución en las cuentas del pasivo y capital dentro del haber, así mismo habiendo una disminución en las cuentas del activo dentro del debe hay un aumento en las cuentas del pasivo y capital dentro del haber, así efectuándose las normas de la partida doble.
La traducción en inglés fue publicada en Londres por John Gouge o Gough en 1543. Se describe como Un Tratado Provechoso (A profitable treatyce), también denominado El Instrumento o Libro para aprender el buen orden de llevanza del famoso conocimiento llamado en Latin Dare y Habere, es decir, Debe y Haber.
Se publicó un pequeño libro de instrucción en 1588 por John Mellis de Southwark, en el que dice, "Soy el renovador y revividor de una antigua copia publicada aquí en Londres el 14 de agosto de 1543. John Mellis se refiere al hecho de que los principios de contabilidad que explica (que es un sistema simple de partida doble) sigue "la forma de Venecia." (...). La Contabilidad tiene un objetivo: Dar la información necesaria para la toma correcta de decisiones.

Patrimonio neto contable [editar]
Es el resultado de la suma de los bienes y derechos expresados en unidades monetarias y restándole a ese resultado las obligaciones también expresadas en la misma unidad de medida. Ese resultado expresa el valor neto ( expresado en unidades monetarias) de la empresa en un momento determinado y es a lo que se le llama Patrimonio Neto Contable. Se halla calculando la diferencia entre el Activo ( así se llaman en contabilidad a los bienes y a los derechos) y el Pasivo ( así se le llama a las obligaciones).

Elementos de los estados financieros [editar]
Son cada uno de los bienes, derechos y obligaciones que forman parte del patrimonio de las empresas. El Marco conceptual del IASB (International Accounting Standard Board) define cinco elementos básicos que componen la contabilidad: Activo, Pasivo, Patrimonio, Gastos e Ingresos. Todo ellos deben seguir un itinerario lógico para su adecuada contabilización, que son: Definición, Reconocimiento y Medición, los cuales quedan reflejados en los estados financieros.

Masas patrimoniales [editar]
El activo es el conjunto de bienes y derechos que posee la empresa. El pasivo está formado por las obligaciones hacia terceros (Pasivo Exigible) y los fondos propios de la empresa (Pasivo No Exigible). Los Fondos Propios, también llamados Capital o Neto Patrimonial, por ser la diferencia entre el Activo y el Pasivo Exigible, son por tanto el valor contable neto de la empresa, ya que representa el valor de los bienes y derechos que la empresa no debe a nadie.

Paquetes contables [editar]
Son software de aplicación que permite realizar los ingresos de datos de comprobadores ligados a una aplicación de (ingresos y egresos) También son una excelente herramienta que posibilita que la labor del contador sea más eficaz y eficiente. Son programas computacionales que permiten llevar registros de todas las actividades y procesos contables de una empresa así como la preparación de los diferentes reportes como estados financieros.
Y estos permiten un mejor desarrollo en la realización de las labores contables de una formas mucho más rápida, ordenada y una mejor presentación en los reportes contables e informes financieros.

Las cuentas [editar]
Artículo principal: Cuenta
Instrumento de representación y medida de cada elemento patrimonial.Se utiliza una palabra y un número, la palabra representa el elemento cualitativo de la cuenta y el número el elemento cuantitativo. Dichas palabras y números son la representación de la realidad de los elementos del patrimonio escritos en un papel. Por lo tanto hay tantas cuentas como elementos patrimoniales tenga la empresa. Gráficamente se dibujan como una T, donde a la parte izquierda se llama "Débito" o "Debe" y a la parte derecha "crédito"o "haber", sin que estos términos tengan ningún otro significado más que el indicar una mera situación física dentro de la cuenta.( el debe es la parte izquierda de la cuenta y el haber es la parte derecha de la cuenta y no otra cosa como lo puede indicar su palabra) Hay dos tipos de cuenta: de patrimonio y de gestión o de resultados. Las cuentas de patrimonio aparecerán en el Balance y pueden formar parte del Activo o del Pasivo (y dentro de éste, del Pasivo exigible o del Capital, también llamado Fondos propios o Patrimonio Neto). Las cuentas de gestión o de resultados son las que reflejan ingresos o gastos y aparecerán en la Cuenta de Pérdidas y Ganancias.
Independientemente de si las cuentas son de Patrimonio o de Resultados, también se dice que por su naturaleza son deudoras o acreedoras. Las cuentas son deudoras cuando siendo de Patrimonio se refieren a un activo o siendo de Gestión se refieren a un gasto y son acreedoras cuando siendo de Patrimonio se refieren a un pasivo o a una cuenta de capital, o cuando siendo de Gestión se refieren a un ingreso. Una cuenta complementaria de activo o de pasivo puede invertir la lógica anterior, por ejemplo la Estimación para Cuentas Incobrables o de Inventarios Obsoletos o de Lento Movimiento que siendo cuentas de activo su naturaleza es acreedora. También podemos tener cuentas complementarias en las cuentas de Gestión.
Un tipo muy común de cuenta son las cuentas Corrientes, es una cuenta identificada por una palabra y un número ( por ejemplo Cliente Se JJ y sus debitos y créditos) estas son cuentas que en cualquier momento pueden ser deudoras o acreedoras y su naturaleza la define solamente el hecho de si son cuentas de Patrimonio o de Gestión, y más aún dentro de las clasificaciones anteriores es su ubicación específica dentro del estado financiero lo que define su naturaleza, no olvidemos son cuentas que pueden ser deudoras o acreedoras.

Convenio de cargo y abono y sistema de Partida doble [editar]
Cargar o debitar una cuenta es hacer una anotación en el Debe. Abonar o acreditar una cuenta es hacer una anotación en el Haber. En las cuentas de activo, cuanto éste aumenta, se cargan, y cuando disminuye, se abonan. En las cuentas de pasivo y de capital, cuando éste aumenta, se abonan, y cuando disminuye, se cargan. El sistema de Partida Doble consiste en que en cada hecho contable, se ha de producir al menos un cargo en una cuenta y un abono en otra, y la suma de los cargos y los abonos efectuados deben ser iguales, en otras palabras, todos los recursos que existen en una empresa son el resultado de la aplicación de recursos que tuvieron una fuente definida.
Véase también: Teoría del cargo y del abono

Saldo [editar]
Se llama saldo de una cuenta a la diferencia entre los débitos y créditos.
Cuando los débitos sean mayores que los créditos será saldo Deudor
Cuando los créditos sean mayores que los débitos será saldo Acreedor
Cuando los débitos sean iguales a los créditos, se entenderá que la cuenta esta saldada, balanceada o sin saldo.

Los libros contables [editar]
El Diario o Jornal. Donde se recogen, día a día, los hechos económicos. La anotación de un hecho económico en el libro Diario se llama "asiento". Registro de transacciones suscitadas del giro de la empresa.
El Mayor o Ledger. En él se recogen todas las cuentas, con todos los cargos y abonos realizados en las mismas. Libro resumen del registro del movimiento de una cuenta específica.En el cual también van las inversiones (gastos y ganancias) que la empresa tuvo en ese lapso de tiempo.
El Libro de Balances o Balance sheet. Los libros de Balances reflejan la situación del patrimonio de la empresa en una fecha determinada.
Los Balances se crean cuando hemos pasado las cantidades de las cuentas de los asientos a su libro mayor.
Existen otros libro que se denominan auxiliares o subdiarios:
El Libro De Compra Y Venta. Son los libros en que se ingresan las operaciones resultantes por las compras y ventas de un periodo. Sus columnas más importantes son: Fecha|Proveedor o Cliente|N° Documento|Neto|IVA|TOTAL
El Libro de Caja Americano. Este libro se lleva cuando se utiliza el sistema jornalizador, lo particular de este es que maneja tanto los ingresos como egresos de la caja.

Tipos de contabilidad [editar]
Artículo principal: Tipos generales de contabilidad
Según los tipos de usuarios (Externos-Internos), pueden ser:

1. Contabilidad financiera.
Da información esencial del funcionamiento y estado financiero de la empresa a todos los agentes económicos interesados (clientes, inversores, proveedores, Administraciones Públicas, etc.). Viene regulada y planificada oficialmente para su comprensión por todos. Se trata de dar constancia a las ratios de Competitividad, Rentabilidad y Productividad para poderles dar utilidad en la actividad de la organización.

2. Contabilidad Directiva.
Que engloba Contabilidad de costos o Contabilidad de gestión. Es la contabilidad interna, para el cálculo de los costos y movimientos económicos y productivos en el interior de la empresa. Sirve para tomar decisiones en cuanto a producción, organización de la empresa, etc.

Los Criterios de medición [editar]
Según el Marco Conceptual para la preparación y presentación de los estados financieros, existen 4 criterios de medición:
Costo histórico:
Los activos se registran por el monto de efectivo o equivalentes de efectivo pagados, o por el valor justo del activo entregado a cambio en el momento de la adquisición. Los pasivos se registran por el valor del producto recibido a cambio de incurrir en la obligación o, en algunas circunstancias (por ejemplo, impuesto a la renta por pagar) por los montos de efectivo o equivalentes de efectivo que se espera pagar para extinguir la correspondiente obligación.
Costo Corriente:
Los activos se llevan contablemente por el monto de efectivo, o equivalentes de efectivo, que debería pagarse si se adquiriese en la actualidad el mismo activo u otro de similares características. Los pasivos se registran al monto de efectivo o equivalente de efectivo que se requiere para liquidar la obligación al momento presente.
Valor Realizable:
Los activos se registran contablemente por el monto de efectivo o equivalentes de efectivo que podrían ser obtenidos, en el momento presente, en la venta no forzada de los mismos. Los pasivos se registran a sus valores de liquidación, esto es, los montos sin descontar de efectivo o equivalentes de efectivo, que se espera pagar por las obligaciones en el curso normal de las operaciones.
Valor Actual:
Los activos se registran contablemente al valor actual, descontando las futuras entradas netas de efectivo que se espera genere la partida en el curso normal de las operaciones. Los pasivos se registran por el valor actual, descontando las salidas netas de efectivo que se necesitarán para pagar las obligaciones, en el curso normal de las operaciones.

Temas de contabilidad [editar]
Listado de temas contables
Auditoría
Utilización de los ordenadores en contabilidad
Programas de hoja de cálculo.
Programa de contabilidad.
Base de datos.
Estándares contables
Internacionales
Estándares contables internacionales
Chile
Principios Contables Generalmente Aceptados (PCGA), Adopción desde el 1 de enero de 2009 a las IFRS (NIC CH - NIIF CH)
Actualmente en base a Boletines Técnicos, emitidos por el Colegio de Contadores de Chile A.G.
Circulares de la S.V.S. (Superintendencia de Valores y Seguros)
México
Normas de Información Financiera (NIF), conocidas anteriormente como Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA)
España
Plan General de Contabilidad (España)
Argentina
Normas Contables Profesionales
Res. Gral. 368 de la CNV (para entidades que cotizan)
Normas del Banco Central de la República Argentina (para entidades financieras)
Estados Unidos
Securities and Exchange Commission (para empresas que cotizan)
Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados en Estados Unidos (US GAAP), por su sigla en inglés.
Reserva federal (para entidades financieras)
Unión Europea
Banco Central Europeo (para entidades financieras)
Colombia
Decreto 2649 de 1993 (29 de diciembre). Por el cual se reglamenta la contabilidad en general y se expiden los principios o normas de contabilidad generalmene aceptados en Colombia.
 

 

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Historia de la Contabilidad
Para rememorar los orígenes de la contabilidad es necesario recordar que las más antiguas civilizaciones conocían operaciones aritméticas rudimentarias, llegando muchas de estas ha crear elementos auxiliares para contar, sumar, restar, etc. tomando en cuenta unidades de tiempo como el año, mes y día. Una muestra palpable del desarrollo de estas actividades es la creación de la moneda como único instrumento de intercambio.
Por tanto podemos determinar que los orígenes de la contabilidad son tan antiguas como el hombre. La historia de la contabilidad se divide en cuatro etapas que son:
Edad antigua

Edad Media

Edad Moderna

Edad Contemporánea

EDAD ANTIGUA.-


En el año 6.000 antes de Cristo existieron elementos necesarios para considerar la existencia de actividades contables, por un lado la escritura, por otro los números y desde luego elementos económicos indispensables, como ser el concepto de propiedad y la aceptación general de una unidad de medida de valor.


El antecedente mas remoto de esta actividad, es una tablilla de barro que actualmente se conserva en el Museo Semítico de Harvard (Bastón - Massachusetts), considerado como el testimonio contable más antiguo, originario de la Mesopotamia, donde años antes había desarrollado una civilización llegando la actividad económica a tener gran importancia.


En el año 5.000 A.C., en Grecia, habían leyes que imponían a los comerciantes la obligación de llevar determinados libros.


Hacia el año 3.626 A.C., en Egipto, los faraones tenían escribanos que por ordenes superiores, anotaban las entradas y los gastos del soberano debidamente ordenados.


Por el año 2.100 A. C., Hammurabi, que reinaba en Babilonia, realiza la celebre codificación que lleva su nombre y en ella se menciona la practica contable.


Por el año 594 A.C., la legislación de Salomón, establece jurídicamente que el consejo nombrase por sorteo, entre sus miembros, diez logistas, para constituir el "Tribunal de Cuentas", destinado a juzgar a funcionarios diversos servicios administrativos que debían rendir cuentas anualmente.


Entre los años 356 al 323 A.C., periodo de apogeo del imperio de Alejandro Magno, el mercado de bienes creció de tal manera hasta cubrir la península Báltica, Egipto y una gran parte del Asia menos (India), originando ejercitar un adecuado control sobre las operaciones por medio de anotaciones.


En Roma, las personas dedicadas ala actividad contable dejaron testimonio escrito en los "Tesserae consulares", tablillas de marfil o de otro hueso de animal de forma oblonga con inscripciones que muestran el nombre de algún esclavo o liberto, de su amo o patrón y la fecha, así como la anotación de "Spectavit", es decir, "Revisado por". Como fehaciente testimonio , del año 85 A. C., se encontraron unas tablillas que textualmente una de ellas decía: "Revisado por Coecero, esclavo de Fafinio, el 5 de octubre, en el consulado de Lucio Cinna y Cneo Papiro". Con certeza se sabe que durante la República, como del imperio, la contabilidad fue llevada por plebeyos.


En suma los romanos llevaron una contabilidad que constaba de dos libros el "Adversaria" y el "Codex".


El Adversaria estaba constituido por dos hojas anversas unidas por el centro, destinado ha efectuar registros referentes al "Arca" (Caja), dividido en dos partes, el lado izquierdo denominado el "Accepta o Acceptium" destinado a registrar los ingresos y en el lado derecho denominado el "Expensa o Expensum" destinado a registrar los gastos.


El Codex estaba también constituido por dos hojas anversas unidas por el centro, destinadas ha registrar nombre de la persona, causa de la operación y monto de la misma. Se encontraba dividido en dos partes, el lado izquierdo denominado "Accepti" destinado a registrar el ingreso o cargo a la cuenta y el lado derecho "Respondi" destinado al Acreedor.


EDAD MEDIA.-

Entre los siglos VI y IX, en Constantinopla, se emite el "Solidus" de oro con peso de 4.5 gramos, que se constituyó en al moneda más aceptada en todas las transacciones internacionales permitiendo mediante esta medida homogénea la registración contable. Razón por la cual no es raro que ciudades italianas alcanzaran un alto conocimiento y desarrollo máximo de la contabilidad.

En 1157, Ansaldus Boilardus notario genovés, repartió beneficios que arrojó una asociación comercial, distribución basada en el saldo de la cuenta de ingresos y egresos dividida en proporción a sus inversiones.

Se conservan desde 1211 en Florencia, cuentas llevadas por un comerciante florentino anónimo con características distintas para llevar los libros, método peculiar que dio origen a la "Escuela Florentina", donde el Debe y el Haber van arriba el no del otro en diferentes parágrafos cada cual.

El célebre juego de libros utilizados por la Comuna de Génova (Massari di Génova) se encuentran llevados haciendo uso de los clásicos términos "Debe" y "Haber" utilizando asientos cruzados y llevando una cuenta de perdidas y ganancias, la que resume el saldo de las operaciones suscitadas en la comuna.

En el año 1327, se tienen noticias del primer auditor "Maestri Racionali", cuya misión consistía en vigilar y cotejar el trabajo de los "Sasseri" y conservar un duplicado de dichos libros, uno de estos se denominaba "Cartulari" (Libro mayor) escrito en pergamino data de 1340 y se conserva en el Archivo del Estado de Génova.

Un nuevo avance contable se enmarca entre los años 1366 al 1400, donde los libros de Francesco Datini muestran la imagen de una contabilidad por partida doble que involucra, por primera vez, cuentas patrimoniales propiamente dichas, conservándose tales antecedentes en Francia.

EDAD MODERNA.-

Se considera como pionero en el estudio de la partida doble a Benedetto Cotrugli Rangeo nacido en Dalmacia, autor de "Della mercatura et del mercante perfecto", obra que termino de escribir el 25 de agosto de 1458 y publicada en 1573, se conserva un ejemplar en la Bibliotecade Marciana – Venecia. En dicho libro, el capítulo destinado a la contabilidad en forma explícita establece la identidad de la partida doble, además señala el uso de tres libros: "Cuaderno" (Mayor", "Giornale (Diario) y "Memoriale" (Borrador), incluyendo un libro copiador de cartas y la imperiosa necesidad de enseñar contabilidad.

Sin lugar a duda, el más grande autor de su época, fue Fray Lucas de Paciolo, nacido en el burgo de San Sepolcro – Toscana el año 1445, ingreso joven al monasrterio de San Francisco de Asís, se especializó en teología y matemáticas , fue incansable viajero enseñando sus especialidades en varias universidades de Roma, se dice que vivió en Milán con Leonardo de Vinci y debido a la invasión francesa se trasladaron a Florencia, donde fue secretario del cardenal de dicha diócesis. En 1494 publica su tratado titulado "Summa de Arithmetica, geometría, proportioni et proportionalita", dividido en dos partes, la primera en –"Aritmética y algebra y la segunda en "Geometría", esta última subdividida en ocho secciones, siendo la última de estas el "Distincio nona tractus XI", titulado "Trattato de computi e delle scritture" que incluye 36 capítulos, consideró que la contabilidad en su aplicación requiere conocimiento matemático. En 1509, realiza una nueva reimpresión de su tratado, pero solo el "Tractus XI" donde no únicamente se refiere al sistema de registración por partido doble basado en el axioma: "No hay deudor sin acreedor", sino también a las prácticas comerciales concernientes a sociedades, ventas, intereses, letras de cambio, etc. Con gran detalle, ingresa en el aspecto contable explicando el inventario, como una lista de activos y pasivos preparado por el propietario de la empresa antes que comience a operar. Habla del "memoriale" un libro donde se anota las transacciones en orden registrada por sus efectos de crédito y débito, toda transacción en moneda extranjera será convertida a moneda veneciana". Describe el "Quaderno" denominación que recibe el libro mayor.

El expansionismo mercantilista se encargo de exportar al nuevo continente la contabilidad por partida doble. Sin embargo, en América precolombina, la contabilidad era una actividad usual entre los pobladores. Es a partir del siglo XVII, que surgen los centros mercantiles, profesionales independientes, con funcione orientadas primordialmente a vigilar y revisar la veracidad de la información contable.

EDAD CONTEMPORANEA.-

A partir del siglo XIX, la contabilidad encara trascendentales modificaciones debido al nacimiento de especulaciones sobre la naturaleza de las cuentas, constituyendo de esta manera y dando lugar a crear escuelas, entre las que podemos menciona, la personalista, del valor, la abstracta, la jurídica y la positivista. Además se inicia el estudio de principios de contabilidad, tendientes a solucionar problemas relacionados con precios y la unidad de medida de valor apareciendo conceptos referidos a, depreciaciones, amortizaciones, reservas, fondos, etc.

El sistema de enseñanza académica se racionaliza, haciéndose más accesible y acorde a los requerimientos y avance tecnológico. Además se origina al diario mayor único, el sistema centralizador, la mecanización y la electrónica contable incluyendo nuevas técnicas relacionadas a los costos de producción. Las crecientes atribuciones estatales, enmarcan cada vez los requisitos jurídicos contables, así como el desarrollo del servicio profesional.


Fuente Consultada.- TERÁN GANDARILLAS,Gonzalo J.TEMAS DE CONTABILIDAD BÁSICA E INTERMEDIA. Editorial Educación y Cultura.Bolivia. La Paz. 1998
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La contabilidad en Colombia

En Colombia, desde cuando se inició la legislación mercantil se impulso al comerciante la obligación de organizar su contabilidad y se le prescribieron pautas sobre el Contenido y forma de llevar los libros de contabilidad con los cuales se pretendía que se cumplieran con los objetivos básicos de esa época, de la información contable a saber:
El 29 de mayo de 1853 el Congreso de la Nueva Granada expidió el primer Código de Comercio derogando las Ordenanzas de Bilbao aprobadas en España en 1737, las que rigieron hasta la fecha.
El Código de 1853 tuvo una vigencia corta, pues al establecer la constitución de 1863 el sistema federalista permitió a los Estados legislar en materia comercial en virtud de esta facultad es Estado de Panamá adoptó en octubre de 1869 el Código de Comercio que había sancionado Chile en 1855.
El Código del Estado de Panamá vino a regir la República de Colombia en virtud de la ley 57 de 1887 que al respecto estableció.
Ley 57 de 1887, Artículo 1º. Regirán en la República de Colombia noventa días después de la publicación de esta ley, con las adiciones y reformas de que ella trata, los códigos siguientes:
….. El de Comercio del extinguido estado de Panamá, y sancionado el 12 de octubre de 1869, y el Nacional sobre la misma materia, edición de 1884 que versa únicamente sobre comercio marítimo.
Articulo 3º. En el Código de Comercio de Panamá se entenderá República donde se habla de Estado de panamá, y las referencias que en dicho Código se hacen a las leyes del mismo estado, se entenderán hechas a las correspondientes disposiciones de los Códigos Nacionales.
Las disposiciones de ese Código de Comercio relacionadas con la contabilidad mercantil se incluyeron en el Capitulo II, Tituló Segundo del Libro 1º., las que se mantuvieron en su esencia hasta 1971 cuando, se adoptó el Código de Comercio que nos rige actualmente.
Ley 20 de 1905, art 6º. Desde la sanción de la presente ley es permitido a toda persona natural o jurídica que ejerza legalmente funciones comerciales, levar los elementos de descripción y de cuenta de sus operaciones, o sean respectivamente los que hoy se llevan en el Diario y en el mayor, en el Libro General de cuenta y razón de que trata el articulo 271 del Decreto numero 1936 de 27 de Diciembre de 1904, sobre Contabilidad de la hacienda Nacional dando a la descripción y a la cuenta de tales operaciones la forma establecida en el decreto citado, en su modelo número 14, y sujetándose en lo demás a las disposiciones respectivas del Código de Comercio.
Decreto 1936 de 1904, art 271 El libro general de cuenta y razón irá dividido en folios, y cada página de folio en nueve columnas tanto para el debe como para el haber, así:
1ª. Año y mes;
2ª: Día del asiento;
3ª: Numero del asiento;
4ª. Folios de las cuentas acreedoras en el debe y de las deudoras en el haber;
5ª. Nombre de las cuentas acreedoras y narración del asiento en el debe y nombre de las cuentas deudoras, únicamente en el haber;
6ª. Partida de cada cuenta acreedora en el debe y de cada deudora en el haber;
7ª. Valor de cada asiento;
8ª. Sumas mensuales; y
9ª. Saldos débitos en el debe y saldos créditos en el haber.
Artículo 28. Los comerciantes por menor sólo están obligados a llevar dos libros o cuadernos, a saber: uno de cuentas corrientes, en que consten sus operaciones diarias, y otro de inventarios y balances, en que conste su situación, por lo menos cada dos años.
Se considera comerciante por menor el que vende directamente a los consumidores los objetos en que negocian.
Artículo 29. Podrá llevar el comerciante, fuera de los libros referidos, lo demás auxiliares que use el comercio, y que juzgue necesarios para facilitar la inteligencia de sus operaciones.
Articulo 30. El comerciante que por cualquier causa no pudiere llevar por si mismos sus libros, encomendará a otra persona su teneduría, bajo la responsabilidad del dueño, sin perjuicio de la que corresponda al tenedor en casos de fraude o culpable negligencia.
Artículo 31 sustituido. Ley 65 de 1890, art único. Los libros enunciados en los tres primeros incisos del artículo 27 estarán encuadernados, forrados y foliados; sus hojas serán rubricadas por el Juez de comercio y sus Secretarios, y en la primera de ellas se pondrá una nota fechada y firmada por ambos , que indique el número total de hojas y la persona a quien pertenece el libro.
En los distritos donde no haya tribunal de comercio, cumplirán estas formalidades el juez o el del distrito y sus respectivos secretarios.
Decreto Legislativo No. 2 de 1906, art 7º. Los libros enunciados en los tres primeros incisos del articulo 27 del Código de Comercio serán rubricados, en los lugares donde haya cámara de Comercio, en cada una de sus hojas, por el secretario de dicha cámara, y en la primera de ellas se pondrá una nota fechada y firmada por el presidente y el secretario de las mismas, que indique el número total de las hojas y la persona a quien pertenecen los libros.
Artículo 32 sustituido ley 57 de 1931, art 57. Los libros que están obligados a llevar los comerciantes de conformidad con lo dispuesto en el Código de Comercio, deberán ser escritos en idioma español.
Artículo 33. En el libro diario se asentarán por orden cronológico y día por día, no solamente las operaciones mercantiles que ejercen el comerciante, sino también todas las que puedan influir de algún modo en el estado de su fortuna y de su crédito, expresando detalladamente el carácter, las circunstancias y los resultados de cada una de ellas.
Al igual que los artículos del 34 hasta el 57 hablaba de los libros de caja, libro mayor, las prohibiciones da los comerciantes, errores y omisiones, la presentación de los libros, etc.
Artículos 60 y 61. Sustituidos. Ley 26 de 1922 art 1º. El libro copiador de cartas estará encuadernado, forrado y foliado; y los comerciantes trasladarán a el íntegramente, por el orden de sus fechas, y sin dejas folios en blanco, todas las cartas que se escriban sobre los negocios de su giro, por cualquier medio que asegure la exactitud y duración de la copia.
Se puede apreciar en las disposiciones anteriores la carencia de normas contables y la presunción de que los registros pudieran ser llevados por el propio comerciante a su leal saber y entender, tal como se indica en el articulo 30, al establecer que el comerciante que por cualquier causa, no pudiera llevar por sí mismo sus libros, encomendará a otra persona su teneduría, bajo la responsabilidad del dueño.
Como se desprende de la lectura de los artículos de nuestro primer Código de comercio, la contabilidad estaba concebida inicialmente para servir al propio comerciante y le servía como recordatorio de sus operaciones.
La contabilidad en esta etapa carecía de trascendencia social ya que sólo se refería o afectaba al comerciante y a las personas que con él se relacionaban pero no al conjunto de la comunidad. Era un instrumento destinado a servir de recordatorio histórico de unas operaciones o actividades pasadas.
Decreto 2521 de 1950. El decreto 2521, reglamentario de la superintendencia de Sociedades Anónimas, recogió las normas vigentes del código de Comercio, precisando y mejorando algunas de estas normas. Este decreto incorporó a la Contabilidad las cuentas de valorización y desvalorización de activo fijo y de inversiones. Las normas pertinentes a los libros y a la Contabilidad.
Decreto 2160 de 1986. Mediante el decreto 2160 de 1986 se reglamento la contabilidad mercantil y se expidieron las normas de contabilidad generalmente aceptadas.
No obstante, que en la práctica la contabilidad tuvo una concepción moderna como elemento de información a partir de la década del sesenta, la misma no tenía soporte jurídico sino que era derivada del desarrollo internacional de normas o la adaptación de norma de otras países más adelantados.
Con el decreto 2160 de 1986 se empezó a configurar la contabilidad como el medio más importante y útil para preparar y dar a conocer los diferentes aspectos que integran la información relativa a las empresas, constituyéndose en un vehículo idóneo de comunicación a los diferentes usuarios de la información contable.
Este decreto fue un ordenamiento integral de la contabilidad mercantil que incluyó normas contables básicas, normas contables técnicas y normas sobre presentación de los estados financieros y sus revelaciones.
La mayor bondad del decreto 2160, hoy sustituido por el decreto 2649 de 1993, es que armonizó en el país las normas de contabilidad y la presentación de los estados financieros, pues hay que reconocer las diferencias anteriores en la aplicación de algunas normas, pero especialmente en la presentación de los estados financieros donde la situación era caótica, sin que hubiera una norma legal de referencia que unificara los registros y presentaciones.
Decreto 2649 de 1993. El consejo Permanente para la Revisión de las Normas Contables, puso a disposición del Estado un nuevo texto sobre las normas de contabilidad generalmente aceptadas en Colombia que incluía además de las normas contables, las disposiciones sobre ajustes por inflación y las normas sobre registros y libros, reuniendo en un cuerpo normativo lo que se encontraba hasta entonces disperso en los decretos 2160 de 1986, 1798 de 1990 y 2112 de 1991, así como las disposiciones que los modificaron o complementaron. Este decreto se expidió en diciembre de 1993 con vigencia a partir del 1º. De enero de 1994, el cual por ser el vigente y la base de la presente obra se transcribe íntegramente.
Decreto 2649 de Diciembre 29 de 1993: Por el cual se reglamenta la contabilidad en general y se expide los principios o normas de contabilidad generalmente aceptados en Colombia.
Se puede indicar que en el año 1905, se creó la primera escuela de carácter público: Escuela Nacional de Comercio, por el señor Santiago Wisman. En 1923 en el Estado Colombiano, durante el gobierno de Pedro Nel Ospina, contrató una misión extranjera, la Misión Kemmerer, para organizar el banco del Estado y se creó la Contraloría General de la Nación, en la que se establece la contabilidad oficial. En 1931 se creó la Superintendencia de Sociedades Anónimas para fiscalizar y vigilar, se establece el Impuesto de Renta y en 1960, por medio de la ley 145, se reglamentó la profesión de Contaduría Pública en nuestro país.
La formación académica del Contador en Colombia ha sido más bien lenta, acorde a las circunstancias y momentos de la realidad económica del país y también debido a las erráticas políticas de capacitación que se han abierto su camino sobre la base de requerimientos laborales inmediatos, intereses de sectores dominantes o la influencia de tendencias internacionales.
En la medida en que Colombia ha definido su naturaleza económica capitalista, también se cumple para nuestro país la definición de la Contabilidad como un estilo de racionalidad de control, ya se trate de considerar el principio de ganancia, la eficiencia en las diversas etapas de producción de bienes o de su comercialización, etc.
Para la última década del siglo XIX, la enseñanza de la Contabilidad se difundía a través de diversos órdenes de escolaridad, en numerosos colegios de secundaria, institutos privados de enseñanza comercial o como materia básica en programas de estudio de las normales de mujeres, en colegios y liceos nacionales tales como el de San Bartolomé, Mayor del Rosario y el Liceo Nacional y, finalmente, en las facultades o escuelas de comercio asociadas a instituciones oficiales. Al término del siglo los principales centros urbanos del país contaban con la enseñanza de diversos programas de contabilidad mercantil: Universidad del Cauca, La Facultad de Comercio de la Universidad de Bolívar, la Escuela de Comercio del Colegio Pinillos de Mompóx.

LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES

La memoria del ser humano es limitada. Desde que tuvo lugar la invención de los primitivos sistemas de escritura, el hombre los a utilizado para llevar a cabo el registro de aquellos datos de la vida económica que la era preciso recordar.
Las primeras civilizaciones que surgieron sobre la Tierra tuvieron que hallar la manera de dejar constancia de determinados hechos con proyección aritmética, que se producían con demasiada frecuencia y eran demasiado complejos para poder ser conservados en la memoria. Reyes y sacerdotes necesitaban calcular la repartición de tributos, y registrar su cobro por uno u otro medio. La organización de los ejércitos también requerían un cálculo cuidadoso de las armas, pagas y raciones alimenticias, así como de las altas y bajas en sus filas. En último lugar, los comerciantes, han sido siempre el sector de la sociedad más comprometido con cualquier nuevo procedimiento de registro de datos. Y mercaderes y cambistas los ha habido desde los primeros momentos en todas las civilizaciones.
Algunas sociedades que carecían de escritura en sentido estricto utilizaron, sin embargo, registros contables; es el caso de la cultura de los incas, que empleaba los quipus, agrupaciones de nudos de distintas formas y colores ordenados a lo largo de un cordel, y cuya finalidad, aún no desvelada totalmente era, sin duda, la de efectuar algún tipo de registro numérico.
1.1.1 Mesopotamia.
El país situado entre el Tigris y el Eufrates era ya en el cuarto milenio a. De J.C. asiento de una próspera civilización. Los comerciantes de las grandes ciudades mesopotámicas constituyeron desde fechas muy tempranas una casta influyente e ilustrada.
El famoso Código de Hammurabi, promulgado aproximadamente en el año 1700 a. de J.C., contenía a la vez que leyes penales, norma civiles y de comercio. Regulaba contratos como los de préstamo, venta, arrendamiento, comisión, depósito y otras figuras propias del derecho civil y mercantil, y entre sus disposiciones había algunas directamente relacionadas con la manera en que los comerciantes debían llevar sus registros.
Se han conservado miles de tablillas cerámicas que permiten formarse una imagen acerca de la manera en que los sumerios llevaban las cuentas. Gracias a esos testigos, inmunes al paso del tiempo, sabemos que ya en épocas muy antiguas existían sociedades comerciantes, en las que las aportaciones de capital y el reparto de beneficios estaban cuidadosamente estipulados por escrito.
La propia organización del Estado, así como el adecuado funcionamiento de los templos, exigían el registro de sus actividades económicas en cuentas detalladas. Los templos llegaron a ser verdaderas instituciones bancarias, que realizaban préstamos –el interés estaba cuidadosamente regulado– y contratos de depósito.
El auge de Babilonia a comienzos del segundo milenio a de J.C. – es decir, en la época de que data el Código de Hammurabi – trajo consigo un progreso en las anotaciones contables. Aparece por entonces una manera generalizada de realizar las inscripciones, estableciéndose un cierto orden en los elementos de éstas: título de la cuenta, nombre del interesado, cantidades, total general. En algunas planchas se especifica, al comienzo, en el saldo inicial, luego las distintas partidas, positivas y negativas, y el saldo final de la cuenta al acabar la tablilla.
Los pueblos mesopotámicos utilizaban ya el ábaco para facilitar la realización de las operaciones aritméticas, que fueron sumamente laboriosas en todas las épocas, hasta la relativamente reciente introducción universal de la actual numeración arábiga.
La costumbre de insertar las planchas cerámicas en una varilla, siguiendo un orden cronológico, creó verdaderos libros de contabilidad.

1.1.2 Egipto.
Si importante fue la contabilidad entre pueblos de Mesopotamia, aún más necesario fue su uso en una sociedad tan rígidamente centralizada como la del Egipto faraónico.
El instrumento material utilizado habitualmente por los egipcios para realizar la escritura era el papiro. Las anotaciones de tipo contable, por su carácter repetitivo, llegaron a conformar un tipo de escritura hierática que ha resultado muy difícil de descifrar para los estudiosos. Se han conservado ejemplares de libros auxiliares y definitivos, así como de balances periódicos.
Los escribas, especializados en llevar las cuentas de los templos, del estado y de los grandes señores, llegaron a constituir un cuerpo técnico numeroso y bien considerado socialmente.
De cualquier forma, y pese al papel decisivo que la contabilidad desempeño en el antiguo Egipto, no puede decirse que la civilización faraónica haya contribuido a la historia de la contabilidad con innovaciones o procedimientos que no hubieran sido ya utilizados por los poderosos comerciantes caldeos.

1.1.3 Grecia.
Los templos helénicos, como había sucedido muchos siglos antes con los de Mesopotamia y Egipto, fueron los primeros lugares de la Grecia clásica en los que resultó preciso desarrollar una técnica contable. Cada templo importante, en efecto poseía su tesoro, alimentado con los óbolos de los fieles o de los estados, donaciones que era preciso anotar escrupulosamente: Los tesoros de los templos no solían permanecer inmovilizados y se empleaban con frecuencia en operaciones de préstamo al estado o a particulares. Puede afirmarse así que los primeros bancos griegos fueron algunos templos.
Quizá el lugar en el que los arqueólogos han encontrado más abundante y minuciosa documentación contable lo constituye el santuario de Delfos, donde se han recuperado cientos de placas de mármol que detallan las ofrendas de los fieles, así como las cuentas de reconstrucción del templo en el siglo IV a de J.C.
Las casas de bancas particulares tuvieron su gran momento de expansión en el siglo V a de J.C.. Surgieron modestamente a la vera de los templos, pero muy pronto extendieron sus actividades por numerosas ciudades mediterráneas. Los banqueros griegos, sobre todo los atenienses, dominaron la técnica de los cheques y trasferencias de fondos de una ciudad a otra y de una cuenta a otra, y, probablemente, hicieron ya uso de la letra de cambio.
Los banqueros llevaban fundamentalmente dos clases de libros de contabilidad: el Diario (efeméricas) y el libro de cuentas de clientes. El orden y la pulcritud con que se llevaban las anotaciones hizo que la exactitud de éstas llegaran a ser reconocida por la ley, que otorgaba a los libros de contabilidad valor de prueba principal.
La contabilidad pública también se desarrollo en las ciudades griegas. Atenas poseía en el siglo IV a. De J.C. un Tribunal de Cuentas, formado por diez miembros, encargado de fiscalizar la hacienda del Estado, sobre todo en lo referente a la recaudación de tributos.
1.1.4 Roma.
El genio organizador de Roma, presenta en todos los aspectos de la vida pública, se manifestó también en la minuciosidad con la que los particulares, altos cargos del Estado, banqueros y comerciantes llevaban sus cuentas. Ya en el siglo I a. de J.C. se menospreciaba a una persona que fuera incapaz de controlar contablemente su patrimonio.
El libro más empleado era el de ingresos y gastos (”codees acceti et expensi”). Los grandes negociantes llegaron a perfeccionar sus libros de contabilidad de tal manera que algunos historiadores han creído ver en ellos –se conservan sólo algunos fragmentos incompletos- un primer desarrollo del principio de la Partida Doble. Aunque hay algunas citas de grandes autores, como Cicerón, que parecen sustentar tal hecho, son demasiado confusas como par establecer la tesis de que el método de la Partida Doble era conocido en la Antigüedad.
No hay ninguna prueba que acredite su empleo con anterioridad a la expansión comercial italiana de las postrimerías de la Edad Media.
Para que exista la Partida Doble no basta con la disposición de la cuentas en dos columnas enfrentadas, u otros detalles de forma; es preciso que el principio que informa la Partida Doble se aplique inflexiblemente, sin excepciones. Y no parecer haber sido éste el caso de la contabilidad romana.

1.1.5 La Europa medieval.
Debido a la casi total aniquilación del comercio en Europa en los siglos posteriores a la caída del Imperio romano, las prácticas contables más o menos evolucionadas habituales en el mundo antiguo desaparecieron la técnica contable se iba a desarrollar de nuevo en Europa a partir casi de cero, al compás del crecimiento del comercio, que tomó su primer gran impulso con las cruzadas.
De grandes órdenes militares, la de los Templarios y la de los Caballeros Teutónicos, desarrollaron durante los siglos XII y XIII sistemas de contabilidad perfeccionados, influidos probablemente por las prácticas de los comerciantes libaneses con los que ambas ordenes tuvieron contacto en sus inicios.
Los caballeros Teutónicos una vez expulsados de Palestina, orientaron su actividad hacia las regiones bálticas, en estrecho contacto con las ciudades comerciales de la Liga Anseática. Esta Liga, que llego a agrupar a más de ochenta prósperas ciudades comerciales desde el golfo de Vizcaya hasta Finlandia, desarrolló con profecía la “contabilidad de factor”, es decir, la del comisionista que debe rendir cuentas a su comitente.
En tanto que los mercaderes italianos presentaron mayor atención a una contabilidad de carácter patrimonial, más adaptada al contrato del comerciante sobre sus empleados.
Las repúblicas comerciales italianas y los Países Bajos serían durante los últimos siglos de la Edad Media las regiones europeas en que la vida comercial iba a ser más intensa. Como consecuencia natural, la práctica contable iría desarrollando nuevos métodos en estos países, y sería sobre todas las repúblicas italianas donde había de surgir la moderna contabilidad.
De los primitivos memoriales, en los que los comerciantes anotaban sin ningún orden particular las diversas operaciones que precisan recordar posteriormente, se fue evolucionando poco a poco hacia un sistema contable de partida simple, a medida que gran número de anotaciones necesarias aconsejó a los comerciantes y prestamistas ir desglosando del memorial diversas cuentas, en las que anotaban grupos de operaciones poseedoras de alguna característica común, tales como ir referenciadas a una determinada mercadería o bien a una misma persona. El modo de llevar a cabo las anotaciones fue perfeccionándose cada vez más y originó el progresivo desarrollo de ciertas reglas prácticas, hasta que en un momento determinado con exactitud por los historiadores apareció en la zona de influencia económica italiana el método de la Partida Doble.
Probablemente, la Partida Doble tuvo su origen en la Toscana del siglo XIII. Sin embargo, sólo se comienza a conocer con seguridad su empleo en Génova, en 1340. ya en el siglo XV, parece ser que los banqueros y comerciantes toscanos disponían de una técnica contable tan desarrollada o más que la empleada por los venecianos, y diferente en algunos puntos importantes de la de éstos. Sin embargo fue la contabilidad “alla veneziana” la que impuso, gracias a la imprenta, que permitió su difusión antes que ninguna otra.

1.1.6 El Seguimiento de una Nueva Ciencia.
La contabilidad alla veneziana. Benedetto Cotrugli. El primer autor del que tenemos noticia que estableció claramente el uso del método de la Partida Doble fue Benedetto Cotrugli (en eslavo, Kotruljevic) Raugeo, nacido en la actual Dubrovnik en Croacia, entonces una ciudad comercial adriática del área de influencia veneciana, llamada Ragusa.
Cotrugli residió en Nápoles gran parte de su vida, y fue comerciante y consejero de Fernando I de Aragón. Su obra “Della Mercature e del Mercante Perffeto” fue escrita en 1458. De forma casi incidental, dedica uno de sus capítulos al modo de llevar las cuentas. Menciona varios libros: El Memorial, el Diario y el Mayor, al que denomina “Quaderno”. Enumera también algunas reglas generales para contabilizar las operaciones comerciales, pero en conjunto las referencias del Raugeo a la contabilidad del comerciante son incompletas.
El libro de Cotrugli tardó casi ciento quince años en ser llevado a la imprenta, lo que, unido al carácter incompleto de su exposición, impide que pueda adjudicar a su autor en la historia de la contabilidad un papel comparable al de fray Luca Pacioli. El trabajo de este último fue impreso y conocido muchos años antes, aunque escrito con posterioridad al del Raugeo.
Posiblemente, la falta de difusión del libro de Cotrugli de debió a que en su época las técnicas contables eran consideradas “secreto de oficio” por aquellos que las dominaban, monopolizándolo así su empleo. Pacioli habría sido, por tanto, el primero que se atrevió a romper un secreto gremial celosamente guardado.

1.1.7 El Primer texto impreso.
Fray Luca Pacioli. Fray Luca Pacioli, o Luca de Borgo Sancti Sepulchri, nació en el pueblecito toscano de Borgo San Sepolcro a mediados del siglo XV. Estudió en Venecia, donde fue preceptor de los hijo de un rico mercader de la ciudad, del que probablemente aprendió los procedimientos contables que luego expuso en su magna obra ” Summa de Aritmética, Geometría, Proportioni e Proportionalitá” impresa en Venecia en 1494. Pacioli, que parece no ingresó en la orden de San Francisco hasta la edad madura, fue un gran matemático, un auténtico humanista del Renacimiento, amigo de Leonardo de Vince y de otros grandes pensadores de la época, que impartió enseñanza en varias universidades italianas. Treinta y seis capítulos de su “Summa” están dedicados a la descripción de los métodos contables más avanzados de su tiempo, los empleados por los grandes comerciantes, tales como los contratos de sociedad, el empleo de letras de cambio, el cobro de intereses, etc.
La obra de Pacioli tuvo gran éxito, particularmente la parte dedicada a la práctica comercial y contable, que fue reimpresa por separado algunos más tarde.
De la descripción realizada por Pacioli acerca de la operaciones contables se desprende que los comerciantes venecianos se veían precisados a utilizar en primer lugar un borrador, donde iban anotando sin guardar ningún otro orden las sucesivas operaciones que realizaban. No empleaban directamente el Diario, debido sobre todo a las dificultades que traía consigo operar con muchos sistemas monetarios diferentes. Para realizar asientos en el Diario era preciso, en primer lugar, convertir las operaciones registradas en el borrador a la unidad monetaria elegida por el comerciante para llevar sus registros.
El tiempo de Pacioli ya existía en muchas ciudades italianas la costumbre de “legalizar” los libros de contabilidad. Escribe a este respecto el franciscano: “…los expresados libros… debes llevarlos y presentarlos a cierta oficina de comerciantes, como la de los cónsules de la ciudad de Perusa….. El escribano tomará nota de todo esto en los registros de dicha oficina, especificando que en tal día tú presentaste tales y tales libros, marcados con tal signo….. los cuales serán llevados de propio puño… Mas en uno (el Borrador o Memorial) podrán escribir todos los miembros de la casa. De todo lo cual dicho escribano dará fe…. Y estampará el sello de la expresada oficina, que los autentificará a los efectos procedentes en todos aquellos casos de litigio en que deban ser exhibidos.”
Pacioli describe con minuciosidad la forma de llevar a cabo los asientos del Diario, ilustrando sus instrucciones con numerosos ejemplos. La redacción de los asientos es farragosa, circunstancia que se mantendría hasta al menos un siglo después de la edición de la obra del franciscano.
Los asientos del diario constan de dos partes claramente delimitadas una comenzando por la palabra por (el “debe” del asiento) y la otra con la palabra a (el “haber” del asiento). La forma de pasar los asientos del Diario al Mayor es descrita así: “…. de todas las anotaciones que hayas apuntado en el Diario harás siempre dos en el Mayor, a saber: una en el Debe y la otra en el haber, y señalarás la anotación deudora con por y la acreedora con a, según más arriba he dicho…”
En tiempos de Pacioli no era costumbre realizar un balance periódico al final del ejercicio. El franciscano describe solamente un balance de comprobación que se efectuaba por lo general al agotarse las páginas del Mayor.
Aunque Pacioli no explica claramente las razones por las que una determinada cuenta ha de abonarse y otra ha de ser cargada, expone los principios de lo que podría recibir el nombre de “personificación de la cuentas”.
Cronológicamente, las primeras cuentas que el comerciante medieval se paró del memorial común a todas las anotaciones eran las referidas a una persona.
El dare y avere se utilizaban, pues, en sentido propio. Con el tiempo, comenzaron a llevarse cuentas separadas referidas a cosas, y aquellas palabras siguieron empleándose por analogía, aunque su sentido literal se hubiera perdido. Pacioli explica el significado del Debe y el Haber por medio de este procedimiento analógico, pero sin pretender edificar una teoría científica sobre ello, habrá que llegar al siglo XIX para encontrar teorizantes de la personificación de las cuentas.

1.1.8 La difusión de la literatura contable por la Europa renacentista.
A lo largo del siglo XVI se produjo en toda Europa, comenzando por los centros neurálgicos del comercio, la progresiva difusión del procedimiento contable de la Partida Doble, bien mediante traducciones del libro de Pacioli, bien a través de diversos autores que, aportando por lo general escasas novedades hicieron imprimir sus propias obras, en la mayoría de los casos simples adaptaciones de la del franciscano.
1.1.9 Manzoni
Cuarenta años después de la aparición de la “Summa” de Pacioli se publicaba, también en Venecia, la obra de Domenico Manzoni “Quaderno doppio colsuo giornale, novamente composto, e diligentissimamente ordinato secondo ilcostume de Venetia”. La obra contiene, sobre una base copiada a veces literalmente de la obra Pacioli, algunas innovaciones, como por ejemplo la recomendación de numerar los asientos del Diario para evitar anotaciones falsas. Además incluye un juego completo de libros de contabilidad, en los que se desarrolla una serie de supuestos contables que demuestran el conocimiento práctico que Manzoni poseía del tema.
El gran éxito del libro de Manzoni viene atestiguado por las numerosas ediciones de que fue objeto, bien con su titulo original, bien con otros más concisos. Su método didáctico se reveló sumamente eficaz.
Manzoni fue, además, el primer autor que intentó una clasificación de las cuentas: las dividió en cuentas vivas y en cuentas muertas, según se refirieran a personas o cosas. Tal clasificación sobrevivió en algunos autores hasta el siglo XIX.

1.1.10 Otros autores italianos.
Mediado el siglo XVI aparecieron por toda Europa traducciones de la obra de Pacioli en varios idiomas. Siguió siendo Venecia, de cualquier forma, la ciudad en que se producían las novedades en materia contable: Alvise Casanova, maestro de contabilidad, publicó en 1558 una obra destinada a sus alumnos en la que introdujo la innovación de referir los ejemplos a las actividades de una compañía comercial.
El monje benedictino Angelo Pietra publicó en 1586 una amplia obra en la que distinguía tres tipos de contabilidad: bancaria, comercial y patrimonial. Es en la introducción de esta última, aplicada a entidades no lucrativas, como monasterios o propietarios particulares que nos e dedican al comercio sino a la simple administración de sus posesiones, donde estriba el mayor interés de la obra del benedictino. Por otra parte, Pietra fue también el primero que se ocupó de la contabilidad presupuestaria, estableciendo cuentas de previsión de ingresos y gastos.
1.1.11 La aceptación de la Partida Doble en las Países Bajos.
En el transcurso del siglo XVI el centro neurálgico europeo se desplazó de forma progresiva desde el Mediterráneo, a las costas atlánticas del continente. Las activas ciudades de Flandes y, muy especialmente Amberes, se hicieron con el predominio del comercio mundial. La citada ciudad Flamenca acusó muy pronto el impacto de la nueva contabilidad “a la italiana”, cuyo empleo se extendió con rapidez. De las imprentas de Amberes surgieron a lo largo del siglo varias obras capitales en la historia de la contabilidad.
Juahan Ympyn, nacido hacia 1485, ejerció el comercio en diversos países, como España, Portugal e Italia, Más tarde adquirió la ciudadanía de Amberes, donde su establecimiento de tejidos se convirtió en uno de los más prósperos de la ciudad. Llego a tener una excepcional fama como buen comerciante, y hasta tal punto eran admirados los métodos con los que administraba su negocio que un grupo de mercaderes le solicitó que recopilara en un libro sus conocimientos en la materia.
Era, de hecho, práctica usual de los grandes mercaderes hacerse asesorar en materia contable por expertos italianos; por sólo unos pocos tenían posibilidad de hacerlo. La actividad ciudad flamenca necesitaba la edición de un libro divulgarizador de los nuevos usos mercantiles, que pusiera éstos al alcance de los comerciantes más modestos.
Jehan Ympyn abordó el trabajo encomendado, pero murió sin haber llegado a editar el libro, tarea que corrió a cargo de su viuda. Escrito en flamenco, el tratado salió de imprenta en 1543. Una segunda edición, esta vez en francés, fue realizada en ese mismo año, y en 1547 apareció en Londres la traducción inglesa. Puede decirse que el método de la Partida Doble se difundió por Inglaterra gracias principalmente al libro de Ympyn.
Valentín Mennher fue otro importante autor que trató el tema contable. Nacido en Baviera, trabajó en Amberes como maestro hasta su muerte en 1570. Público en la ciudad flamenca diversos tratados matemáticos y de contabilidad.
La primera de las obras contables de Mennher fue vertida al castellano en 1564 por Antich Rocha, profesor de la Universidad de Barcelona, quien incorporó la traducción a un tratado de aritmética. La obra de Mennher fue, probablemente, la primera sobre tema contable que se editó en nuestro idioma.
Es de notar que, pese a su fecha tardía, no explicaba el método de la Partida Doble, sino que continuaba utilizando el sistema de la “contabilidad Factor” tan caro a los comerciantes de la Liga Hanseática.
Además de constituir el principal núcleo de expansión de la nueva técnica – ya hemos visto cómo la obra de Ympyn se difundió por Gran Bretaña, y la de Mennher por España – las ciudades flamencas conocieron, sobre todo a finales del siglo, algunos refinamientos en la técnica contable. Así se multiplicaron y especializaron los libros auxiliares; comenzaron a aparecer cuentas colectivas, y también cuentas diversas referidas a una misma persona; por último, la larga explicación habitual en los asientos del Diario fue condensándose cada vez más, de forma que al final del siglo el texto de los asientos era ya más parecido a la concisa anotación que se emplea en la actualidad al farragoso párrafo utilizado por Pacioli.
De cualquier modo, la técnica contable registró pocos avances de importancia a lo largo del siglo. Cien años después de la aparición de la “Summa” de Pacioli todavía se determinaba los resultados de forma parcial, mercancía a mercancía. Cada partida de un género se controlaba en una cuenta separada, y al finalizarse las operaciones con ella se saldaba Pérdidas y Ganancias.
Tampoco se conocía otra forma de balance que el de comprobación, que se efectuaba al agotar las páginas de un libro contable.
Curiosamente aunque en ningún tratado contable de la época aparece la menor indicación de la existencia de una contabilidad de costos, se conserva, entre los libros de cuentas de Christophe Platin, editor precisamente de varios de estos tratados en Amberes, un registro en italiano donde se determinan el costo de cada una de las ediciones que efectuó. Así, pues, la técnica existía ya, aun cuando no se viera reflejada en los tratados de contabilidad.

1.1.12 El desarrollo de la escuela francesa.
En el siglo XVI la literatura contable francesa fue muy escasa. De un modo parecido a lo que sucedía contemporáneamente en la península ibérica, las clases altas de Francia veían con aversión las tareas del comerciante, considerándolas indignas. Pero la situación fue cambiando al avanzar el fue siglo XVIII. En la larga etapa durante la que Colbert fue Ministro de Hacienda se permitió a los comerciantes acceder a la nobleza, y a los nobles efectuar empresas comerciales. Las consecuencias económicas de este cambio de actitud fueron muy positivas, y dentro del campo estricto de la literatura contable en que nos movemos Francia conoció a finales de siglo una floración de autores que colocaron a la escuela francesa de contabilidad a la cabeza de Europa.

1.1.13 Jacques Sarary y la Ordenanza de Colbert de 1673.
Una ordenanza promulgada por Colbert en el año 1673 se halla entre los textos legales que mayor influencia han tenido en la conformación de los usos comerciales en el mundo contemporáneo. Llamada también “Código Savary”, debido a que este autor fue le más destacado de sus redactores, la ordenanza de Colbert de 1673 reglamentó el uso de libros obligatorios por parte del comerciante, y estableció determinados criterios en el manejo de dichos libros, determinando asimismo su valor probatorio.
El Contenido de la Ordenanza de 1673 fue recogido casi íntegramente en el Código napoleónico de 1808, que a su vez ha servido de modelo para los códigos de comercio de medio mundo; en el código español, por ejemplo, se percibe no pocas influencias de aquella ordenanza redactada por Savary hace más de tres siglos.
Jacques Savary ejerció gran parte de su vida como comerciante, pero a partir del año 1658 desempeño diversos cargos, públicos en el estado francés. Trabajó durante tres años en la preparación de la ordenanza ya citada. Poco después, en 1675, lanzó con el apoyo de Colbert la primera edición de “Le Parfait Négociant”, obra que alcanzó numerosas ediciones en pocos años y fue traducida en varios idiomas.
El libro no presenta innovaciones de relieve, pero posee gran valor histórico, ya que describe con minuciosidad los usos contables y mercantiles en general, y permite al lector formarse una idea muy completa del estado del comercio y la economía de franceses y europeos en la segunda mitad del siglo XVII.

1.1.14 Matthieu De la Porte.
Este autor, sin duda el más conocido del siglo XVII francés, fue un profesional de la contabilidad que en 1685 editó “Le Guinde des Négociants & Teneurs de Livres”, obra que se mantuvo de actualidad, reeditándose una y otra vez, durante más de un siglo. La edición de 1712 contenía numerosas modificaciones realizadas por el propio De la Porte, entre ellas un nuevo titulo: “La Science des Négociants”.
Aunque De la Porte no pretendió elevarse a gran altura en el estudio de la teoría contable, tiene el mérito de haber intentado una clasificación racional de las cuentas, atendiendo a su sujeto. Distingue así, tres grupos de cuentas: las cuentas “del jefe” (Capital, Pérdidas y Ganancias, etc.), las cuentas “de efectos efectivos” (Caja, Mercaderías, Pagarés etc.) y, finalmente, las cuentas “de corresponsales”.
Otra peculiaridad del libro de De la Porte estriba en que preconiza el paso directo de los asientos de los libros auxiliares al Mayor. Es, pues, un precursor del “sistema centralizador”.
Hasta finales del siglo XVII era costumbre abrir una cuenta en el Mayor para cada acreedor o deudor; uno de los esfuerzos simplificadores de De la Porte consistió en la recomendación de abrir solamente una cuenta de Diversos deudores y otra de Diversos acreedores.
“La Guide” de De La Porte constituyó un libro básico de consulta y enseñanza de la contabilidad a lo largo de todo el siglo XVIII, y su influencia fue muy grande en toda Europa, singularmente en Francia e Italia. Solo fue suplantado en su puesto de cabecera por el libro de Degranges publicó en 1795, del que más adelante se hará mención.

1.1.15 La escuela italiana del siglo XVII.
A pesar del fuerte declive comercial de la ciudades italianas, en la primera mitad del siglo XVII los autores de este país – Ya no sólo de Venecia – se mantuvieron en primera línea de la literatura contable y, desde luego, a la cabeza de la labor teórica. Sólo en la segunda mitad de siglo, el impulso de los tratadistas italianos de contabilidad decayó considerablemente.
Giovanni Antonio Moschetti. Este autor compuso una interesante obra titulada “Dell’Universal Trattato dilibro doppii” que apareció en Venecia en 1610. Presentaba diversos avances sobre la doctrina de otros autores de su tiempo, como por ejemplo, el interés concedido al estudio de la naturaleza de las cuentas de Capital y Pérdidas y Ganancias, en virtud del cual Moschetti llegaría a distinguir en los hechos contables, en los que luego recibirían las denominaciones de “permutativos” y “modificaciones”. Así mismo, prestó atención a la contabilidad industrial y a la específica de las empresas de seguros.
Ludovico Flori. El jesuita Ludovico Flori publicó en 1656 en Palermo un tratado de teneduría de libros. Al igual que había hecho el benedicto Angelo Pietra un siglo antes, el jesuita dedico especial interés a la forma de llevar la contabilidad de una comunidad religiosa por Partida Doble.
En los ejemplos que propuso desarrolló por primera vez en Italia, asientos complejos, que, en todo eran ya conocidos por autores como el bávaro Mennher ochenta años antes.
Flori concedió al balance una importancia mucho mayor de la que le atribuían los autores anteriores a él. Para el jesuita, esta temática ya nos e limitaba a la formación del balance de comprobación, si no que abordó el balance estudiándolo desde el punto de vista de un estado conjunto de todas las cuentas del Mayor. Además, presentó particular atención a la contabilidad presupuestaria, rasgo que le asemeja también a Angelo Pietra.
Giovanni Domenico Peri. Este autor publicó en Génova, en el año 1638, una obra titulada “II Negotiante”. En ella llevaba a cabo una defensa sutil de algunos comerciales, particularmente el interés bancario, oponiéndose a las razones de los teólogos que pretendían todavía su prohibición por razones religiosas.
El libro de Peri proporciona gran cantidad de información acerca de las costumbres mercantiles y el estado de comercio en su tiempo. En la parte de “II Negotiante” dedicada a la teneduría de libros desarrolló fórmulas propias de las empresas toscanas, distintas de la habituales en Venecia.
En la obra de Peri apareció por primera vez el término “hazenda (azienda)”, referido a la empresa y a su administración, que luego se había de hacer tan familiar en la literatura contable italiana.
Bastiano Venturi. Profesional de la contabilidad, Venturi publicó en 1655 en Florencia el tratado “Della scrittura conteggiante di posessioni”. Como administrador avezado, se mostró en su obra especialmente interesado en el tema de la correcta gestión de un patrimonio, buscando la máxima rentabilidad y el menor coste de administración. Todo su texto está centrado en torno al aspecto contable del control gestión, por lo que se adelantó considerablemente a su tiempo, siendo considerado un precursor de la moderna contabilidad de gestión.
La escuela florentina, de la que Venturi fue fundador, había de permanecer activa, pese a la decadencia general de la literatura contable italiana, hasta comienzos del siglo XIX.
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1.1.16 La literatura contable de otros países en el siglo XVII.
A pesar de su importancia comercial, en la segunda mitad del siglo Holanda produjo muy pocos títulos de literatura contable que deben tenerse en cuenta en la historia de nuestra disciplina. Abraham De Graaf hizo editar un tratado, primero en neerlandés y luego en francés, que conoció sucesivas ediciones en el largo período 1688-1815. El libro del autor holandés presenta no pocas coincidencias en su Contenido con el de De la Porte, que había visto la luz en Francia tres años antes.
La literatura contable inglesa tampoco ofrece al estudioso en esta época ningún autor descollante. El ampuloso “The Merchant’s Mirror” de Richard Dafforne, editado en 1636, fue el tratado más leído, pero no se presenta para nosotros puntos de interés, ya que su objeto confesado consistía simplemente en exponer al público inglés los métodos que eran ya habituales en los Países Bajos desde muchos años antes.
En el ámbito hispánico, cabe citar la obra de los autores que partiendo del punto de vista jurídico trataron el tema contable: Francisco Muñoz de Escobar. “De Ratiociniis Administratorum”, obra escrita en latín que fue objeto de diversas reediciones por toda Europa durante más de un siglo, y Juan de Hevia y Bolaños, que el año 1617 publicó en Lima el “Laberinto de Comercio Terrestre y Naval”.

1.1.17 La escuela francesa en el siglo XVIII.
Los tratadistas de contabilidad franceses, tan escasos en el siglo XVI y la primera mitad del siglo XVII, pasaron a ocupar en el siglo XVIII un lugar destacado sobre todos los de Europa, desplazado a los italianos – los estados de este país se hallaban en franca decadencia económica- y a los flamencos.
En el Siglo de las Luces los autores franceses fueron leídos a lo largo y ancho de Europa, conocieron múltiples ediciones de sus libros en distintos idiomas, e incluso llegaron a ser imitados por los orgullosos tratadistas italianos.
Samuel y Jean Pierre Ricard. Nacido en 1637 en Castres (Francia), Samuel Ricard emigró a Ámsterdam en su juventud. En esta ciudad holandesa público, en el año 1709, “L ár de bien tenir les livres de Comptes”. Algunos años después de su muerte, en 1724, su hijo Jean – Pierre preparó una nueva edición, mejorada, del tratado.
Es de destacar en el libro de los Ricard el intento de simplificación del Mayor, mediante el empleo de diez “cuentas generales”: Capital, Caja, Bancos, gastos de Banco, Gastos Generales, Comisiones, Pérdidas y ganancias, Mercaderías Generales, Mercaderías Especiales y Balance.
Bertrand- Francois Barréme. Nacido en 1640, el conocido matemático francés fundó en París una escuela de Comercio. Poco después de su muerte, acaecida en 1721, fue editado su tratado de contabilidad. Al igual que Samuel Stevin un siglo antes, Barréme fue un acérrimo defensor de la Partida Doble en las cuentas del Estado.
Con respecto a la cuentas de la empresas comerciales: Barréme distinguía dos tipos: “las cuentas generales”, que son las propias de comerciante que lleva los libros, y las “cuentas particulares” las cuentas abiertas a todos mis corresponsales.
Barréme enseñaba a considerar el balance como un documento independiente, con entidad propia. Pero no le concedió todo el valor que posee en la contabilidad moderna. Ya que insistió en su obtención antes de que se acometiera la realización del inventario; así pues el balance, para nuestro autor, no poseía más utilidad de la de detectar errores en la elaboración de los libros.
Edmond Degranges. Este célebre autor se sitúa a caballo entre los siglos XVIII y XIX. Tomó parte activa en la lucha política en el bando girondino durante la inestable etapa revolucionaria de fin siglo. Fue encarcelado y estuvo a punto de ser conducido a la guillotina por sus enemigos políticos. Una vez puesto en libertad consagró sus energías a la temática, quizá menos apasionante pero también menos peligrosa, de los usos del mundo mercantil.
El año 1975 salió de la imprenta su libro “La tenue des livres rendue facile”, que fue reeditado en 1801. tres años más tarde publicó un suplemento, que desde entonces quedó incorporado a la obra principal en sucesivas ediciones.
El método de Degranges se hizo pronto famoso. Su obra se reeditó en muchos idiomas, y puede decirse que fue básica en los estudios de contabilidad a lo largo de todo el siglo XIX.
Aunque Degranges no fue un gran teórico, ni puede considerarse como un innovador de primera categoría, tuvo el mérito de idear el sistema del Diario Mayor. A fin de simplificar las operaciones, clasificó las cuentas en cinco grupos, con lo que dio origen a la escuela de los cincocuentistas. Al igual que Barréme, consideraba dos grandes bloques de cuentas: las de la persona del comerciante y la de los corresponsales. Las primeras podían ser de cinco clases: Mercaderías Generales, Caja, Efectos a Cobrar, Efectos a Pagar, y Perdidas y Ganancias.
Además de estas cinco cuentas generales, susceptibles de subdivisión, el tenedor de libros había de manejar las cuentas personales de deudores y acreedores. Por su parte, la cuenta de Capital no quedaba suficientemente integrada en el sistema.
En su Diario Mayor, Degranges dispuso ocho columnas, de la siguiente manera: la primera para los totales, las cinco siguientes para las cinco cuentas antes enumeradas, otra columna para cuentas diversas, y la última para el total de cada cuenta en el Mayor.
El método de Degranges simplificó en gran manera la mecánica contable, al reducir las cuentas a un mínimo, con lo que permitía al profano aprender rápidamente la teneduría de libros. Su obra, pues, tuvo razones fundadas para alcanzar el éxito enorme que consiguió pese a sus carencias y su poca altura teórica; o, tal vez, precisamente a causa de ello.

1.1.18 Autores del siglo XVIII en otros países.
Gran Bretaña. El auge económico inglés, acelerado por el maquinismo de la primera revolución industrial desarrollada en la segunda mitad del siglo XVIII, se reflejó en la importancia que la profesión contable adquirió en las Islas Británicas. En Londres más de veinte expertos en contabilidad ejercían, al finalizar la centuria, su profesión de modo independiente. Si bien pocas veces los autores británicos destacaron por su vocación teórica, fueron importantes por su número y por su contribución a la extensión de una práctica contable más racional.
Sin que sobrepase el nivel anecdótico, mencionaremos aquí el autor del “Robinson Crusoe”, Daniel Defoe (1660-1731), como uno de los tratadistas que en esta época se ocuparon del tema contable.
No podemos pasar por alto la obra Hustcraft Stephenens, “Italian Book reduced into an Art”. El autor, un modesto profesor inglés, no pretendió con ella más que facilitar a sus alumnos la comprensión de los mecanismos contables.
Para explicar la cuenta de Capital. Stephens sienta la teoría de que el propietario de la empresa es acreedor de la misma. Sobre esta sencilla base, desarrollada en principio con una motivación simplemente didáctica, se desarrolló la llamada “ownership theory”, teoría del patrimonio, que ha sido, por su carácter práctico y sin complicaciones, la preferida por los autores anglosajones hasta nuestros días.
Edwar Thomas Jones publicó en 1796, en Briston, un libro, “Jones English System of Book-Keeping”, en el que exponía un sistema de su invención, que se apresuró a patentar, para llevar la contabilidad por medio de un Diario – Mayor a diez columnas, prescindiendo de la Partida Doble. El invento de Jones resultó ser poco menos que una estafa, pero proporcionó a su autor fama y dinero, antes del que el mismo Jones acabara reconociendo públicamente, en 1820, la superioridad de la clásica Partida Doble sobre su método.
Posiblemente, el sistema de Jones inspirara a Desgranges la distribución del Diario- Mayor que incorporó en 1804 en forma de suplemento a su libro, que había aparecido por primera vez en 1795.
Italia. Quizá el autor más significativo de todo el XVIII italiano fue Giusseppe Formi, que en 1790 editó su “Trattato teorio-práctico della vera scrittura doppia”. Ya entrado el siglo XIX, en 1814, Formi publicó su “Corso d’istrucione”.
Formi puede ser considerado un precursor de la teoría matemática, que había de desarrollar su compatriota Rossi un siglo más tarde. Fue el primer autor que explicó las relaciones entre las cuentas y el mecanismo del sistema de Partida Doble utilizando la notación algebraica.
Austria. La emperatriz María Teresa creó en el año 1760 una Cámara Imperial de contabilidad, con el fin de perfeccionar el control de las cuentas del Estado. Los métodos cuyo empleo desarrolló esta institución dieron origen a la llamada “contabilidad cameral”, que centró su atención en el control presupuestario.
Estados Unidos. Entre los diversos autores estaudinenses que abordaron el tema contable en el siglo XVIII, tal vez el más destacado haya sido Willian Mitchell, que publicó un tratado en Filadelfia en 1796. Al año siguiente se editaba en Nueva York “The American Accoumptant”, del pastor congregacionista Chancey Lee.

1.1.19 De las Doctrinas Contables a los Ordenadores Electrónicos.
La teoría contable en el siglo XIX. En los epígrafes anteriores hemos podido trazar sin dificultad el rumbo que la teoría y la práctica contables fueron tomando diversos lugares y momentos de la historia, exponiendo en orden cronológico, con más o menos acierto, toda una cadena de autores, desde aquellos primeros venecianos que, rompiendo quizá un secreto profesional celosamente guardado, se atrevieron a divulgar el procedimiento de la Partida Doble, hasta el muy influyente Edmond Degranges, que público su obra a las puertas del siglo XIX y prolongó la sombra de su autoridad a lo largo de muchos decenios.
Seria el siglo XIX, y sobre todo en su segunda mitad, cuando la contabilidad llegó a constituir, gracias al desarrollo de la teoría, una verdadera ciencia, Ahora bien, al tiempo que sucedía tal cosa, se produjo lógicamente una floración de múltiples escuelas contra puestas, lo que unido al crecimiento explosivo de la edición de literatura contable, convierte en sumamente difícil el intento de esbozar siquiera un resumen general de las diversas tendencias, una enumeración somera de los autores más innovadores e influyentes. La celebración, a partir de la segunda mitad de la centuria, de sucesivos congresos internacionales, impulsó la extensión universal de los nuevos métodos y la elevación del nivel de enseñanza de la contabilidad.
El crecimiento de la preocupación por todo lo relacionado con el mundo de la economía trajo consigo también el aumento de la importancia de la contabilidad en el conjunto de la actividad humana.

1.1.20 Las cincocuentistas.
Edmond Degranges intentó simplificar el libro Mayor reduciendo el número de cuentas a las “cinco cuentas generales”. Con ello no pretendió elevarse a gran altura teórica, sino simplemente facilitar las condiciones materiales de la teneduría de libros.
Sin embargo, tras su muerte en 1818, se desarrolló una escuela, de autores generalmente franceses, quienes descontentos de la teoría de la “personificación de las cuentas”, subyacente de un modo u otro en la obra de la casi totalidad de los tratadistas contables desde Pacioli, intentaron fundamentar el análisis contable en la teoría “cincocuentista”.
De acuerdo con los cincocuentistas, las “cinco cuentas generales” de Degrandes se correspondían a otros tantos agentes en quienes el propietario de la empresa confía la administración de ésta.

1.1.21 Las escuelas italianas de la segunda mitad del XIX.
Sin duda, el fenómeno más notable que se produjo en la evolución de la teoría contable a lo largo del siglo XIX fue el resurgimiento de los estudios teóricos en Italia, a partir de mediados de la centuria. Una pléyade de grandes autores italianos elevó la contabilidad a la categoría indiscutible de ciencia, agrupándose en tres familias principales: la escuela lombarda, la toscana y la veneciana.
1.1.22 La escuela Lombarda.
Francesco Villa. Nacido en Milán en 1801, Francesco Villa ha sido considerado el padre de la moderna contabilidad italiana. Efectivamente, su magna obra “Elementi di amministrazione e contabilitá”, aparecida en Pavía en 1850, puede considerarse el punto de partida de una nueva concepción de la contabilidad, sobre bases completamente distintas a las anteriores. La mecánica de la teneduría de libros es, para este autor, un simple instrumento utilizado por la contabilidad, ciencia de Contenido y ambiciones mucho más amplios, que se integra como parte fundamental en el complejo organizativo de la empresa.
Los “Elementi” de Villa se dividen en tres partes, cuya enumeración ya nos permite calibrar la “modernidad” de su autor: Conceptos económico-administrativos, De la Teneduría de libros y de sus aplicaciones más usuales, y finalmente Organización administrativa y revisión de cuentas.
En sus “Elementi”, Villa desarrolló un estudio sistemático y profundo de la empresa desde le punto de vista de la organización, la división del trabajo, los objetivos perseguidos, y los principios administrativos que deben orientar la manera de llevar los libros.
Publicó el autor milanés muchas otras obras, no sólo sobre temas contables. Murió en el año 1884.

1.1.23 La escuela Toscana.
Marchi, Cerboni, Rossi. En el año 1867 apareció en Prato una obra que había de hacer célebre a su autor, Francesco Marchi (1822-1917).
En ella se atacaba duramente a la doctrina de la escuela cincocuentista, seguidora del método de Degranges, que durante más de medio siglo había dominado la escena de los estudios de teoría contable en Europa.
Desde el punto de vista de Marchi son cuatro las clases de personas interesadas en la vida de la empresa: el administrador, el propietario, los consignatarios y los corresponsales. Las cuentas se dividen en dos grupos: las de propietario, por un lado, y las cuentas que deben abrirse a los consignatarios y corresponsales, por otro.
Después de Marchi apareció gran número de autores que configuraron la escuela toscana. Entre todos ellos descolló Giuseppe Cerboni.
Giuseppe Cerboni (1827-1917) nació en la isla de Elba. Ocupo distintos cargos en la administración militar de Toscana, de donde paso a la Hacienda italiana.
En el año 1869 se reguló por ley la organización contable de la hacienda Pública del nuevo Estado italiano: Cerboni, que ya era un autor conocido, presentó cuatro años más tarde, en el XI Congreso de Científicos Italianos, un estudio que causo sensación: “Primi saggi di logismografia”, en el que proponía un nuevo sistema contable, rechazando el establecido.
La logismografía emparenta con la vieja doctrina de la personificación de las cuentas, pero tiene una visión de éstas esencialmente jurídica. Según Cerboni, el hecho contable crea una relación de cargo y abono entre personas, naturales o jurídicas, susceptibles de derechos y obligaciones. Esas relaciones se anotan, utilizando una cuenta para cada una de las personas implicadas en ellas.
Desde el punto de vista de Cerboni, la contabilidad debe tener en cuenta, en primer termino, antes que la actividad meramente económica de la empresa, los actos de sus órganos administrativos, con la finalidad de ejercer un control sobre ellos.
La magna obra de Cerboni fue publicada en Roma en 1886: “La Ragioneria Científica e le sue relazioni con le discipline amministrative e sociali”. En ella desarrollaba con vigor y profundidad su razonamiento contable.
Es fundamental, en el pensamiento del autor tosano, el concepto de “azienda”. El término integra no sólo las relaciones puramente jurídicas del propietario con su propiedad, sino también las relacionadas económicas conexas.
De acuerdo con el pensamiento de Cerboni, al estudiarse con detenimiento la relaciones jurídicas implicadas en el concepto de “azienda” se percibe cuatro categorías de personas titulares de esas relaciones: el propietario (persona o grupo de personas a quienes corresponde la responsabilidad de los resultados), el administrador (la persona que ha recibido del propietario el mandato de desempeñar la administración de la azienda), los agentes ( personas a las que el propietario encomienda el manejo de los distintos bienes materiales de la azienda: el cajero, al que se confíe ale dinero en efectivo; el almacenista, etc., y finalmente, los corresponsales (personas deudoras y acreedoras de la azienda).
Cerboni presenta, para aplicar su logismografía, un sistema contable basado en cuatro libros fundamentales: el Diario, el Libro de Desarrollos, en el que se dispone cuidadosamente una bien estudiada subdivisión de las cuentas generales del Diario con el fin de facilitar la tarea analítica, las Minutas de la cuentas, que suponen una especie de borrador, y el Cuadro de Contabilidad síntesis de Diario y Desarrollos, visión general, resumida y ordenada de la contabilidad de la empresa.
La logismografía facilita un rígido y puntual control en cada paso contable, aun cuando su excesiva complicación la ha hecho poco menos que inaplicable en la práctica. Gracias a su estudio, sin embargo, la atención de los tratadistas se centró en el aspecto organizativo y funcional de la empresa anticipando los modernos sistemas de control.
Cerboni recibió el nombramiento de Contador General del reino Italiano lo que le permitió hacer que se aplicara su sistema contable a la Hacienda Pública del país. No obstante, cuando en 1892 el gran autor toscano dejó el cargo, la contabilidad pública italiana volvió a sus antiguos cauces.
Entre los numerosos autores de la escuela toscana destaca así mismo Giovanni Rossi (1845-1921), que colaboró con Cerboni durante más de diez años. Se aplicó preferiblemente al desarrollo de una teoría matemática de las cuentas, que expuso en su “Trattato dell’ unitát teorética dei metodi di srittura in partita doppia” (1885). Por otra parte, dedicó también sus esfuerzos a la investigación histórica”.

1.1.24 La escuela Veneciana.
Fabio Besta. El impulsor de la escuela veneciana, Fabio Besta (1845-1922), profesor de contabilidad en la Escuela Superior de Comercio de Venecia desde 1872 a 1918, desarrolló su teoría de las cuentas basando su pensamiento en la obra del fundador de la escuela lombarda, Francesco Villa.
La obra cumbre de Besta, “La Ragioneria”, no fue editada en su totalidad hasta 1910. No obstante, los elementos fundamentales de su teoría venían ya esbozándose en multitud de contribuciones realizadas por Besta en las cuatro décadas anteriores. Puede decirse, por ello, que la escuela veneciana de contabilidad pertenece al siglo XIX, aun cuando prolongue sus actividades durante algunos decenios de nuestra centuria.
Si Cerboni ampliaba el ámbito de la contabilidad hasta considerarla como ciencia de la administración, para Besta, más modestamente, la contabilidad aspira a ser la ciencia del control económico.
El patrimonio jurídico de una empresa no tiene por qué coincidir con el patrimonio económico; y la contabilidad debe ir encaminada a la medición de este último. Besta pone un ejemplo: si ha prestado una cantidad, ese dinero forma parte de mi patrimonio jurídico, ya que tengo derecho a que me sea devuelto. Pero; ¿deberá ser tenido en cuenta en mi patrimonio contable? Sólo interesaría a tal fin, en cuanto haya, al menos, alguna posibilidad de que tenga efecto tal devolución. Si ello no va a ser posible, debido, por ejemplo, a la huida del deudor, por mucho mas derechos que me asistían no será razonable incluir aquella cantidad de dinero en mi patrimonio contable.
En la disyuntiva de “personalizar” o no todas las cuentas, Besta eligió el camino de considerar sólo el aspecto del “valor” de las cuentas. Toda magnitud material que pueda ser expresada en valor monetario es objeto de una cuenta.
Besta desarrolló, al igual que su grandes contemporáneos italianos, una sólida doctrina organizativa de la administración de empresas. Además, fue un notable historiador y un estudioso del tema de la contabilidad de la Hacienda Pública.

1.1.25 La evaluación actual.
Los grandes tratadistas contables del siglo XIX centraron su atención en la teoría de las cuentas. En su empeño de elevar el nivel teórico de la contabilidad, se enzarzaron en interminables discusiones acerca de la naturaleza de las cuentas y los principios últimos de la ciencia objeto de su estudio.
Todavía hoy, a fines de nuestro siglo, resuenen los ecos apagados de sus estériles controversias. Sin embargo, los hombres que comenzaron a ayudar a su memoria a prendiendo a efectuar inscripciones en tablillas de barro, los que utilizaron los “quipus”, los que crearon la Partida Doble, eran espíritus prácticos, empeñados en la resolución de problemas concretos que afectaban directamente sus vidas.
Cómo repartir la cosecha, cómo recordar y poner en orden las distintas operaciones de compraventa que se habían efectuado con aquel género de tela, de qué modo llegar a conocer si el negocio producía pérdidas o ganancias, y cuántas, y en qué operaciones….
De forma similar, mientras los teóricos del sur Europa se enzarzaban en abstrusas discusiones, los hombres que debían servirse día a día de las técnicas contables eran acosados por nuevos problemas que requerían solución inmediata. Diversos congresos, nacionales e internacionales, asistieron al espectáculo de que determinadas doctrinas contables pretendieran imponerse como oficiales.
No obstante, las doctrinarios nunca consiguieron su propósito. Los especialistas que se reúnen en un congreso suelen tener muchos problemas de orden práctico que resolver, y procuran evitar en lo posible el planteamiento de elevados problemas doctrinales.
En el año 1879 se celebró en Roma un Congresso di Ragioneria Italiana, donde estuvo a punto de adoptarse la lismografia cerboniana, a la sazón en boga, como doctrina “oficial”. La intervención en contra de Fabio Besta evitó que se consumara la dogmatización de los principios los gismográficos, hecho que hubiera tenido consecuencias nefastas para la contabilidad en Italia.
El IV Congreso Internacional de Contabilidad (Barcelona, 1929) fue quizá de todos los internacionales, el que más tiempo y esfuerzo gastó en debates teóricos; pero no llegó a conclusión satisfactoria alguna para ninguna doctrina contable determinada. Por otro lado, los congresos celebrados en Estados Unidos (San Luis 1904; Nueva York, 1929), Ámsterdam (1926;1957), Londres(1933; 1952) y Berlín (1938) pasaron por alto completamente los temas teóricos.
En los primeros decenios del siglo XX se advirtió la tendencia, más evidente en los países nórdicos y del área anglosajona, a enfocar los problemas contables con instrumental y terminología prestados por la floreciente ciencia de la microeconomía. Se produjo una “invasión” recíproca entre el área económica y el área contable: el cálculo microeconómico precisaba de una contabilidad más perfecta que pudiera aportar los datos necesarios para el análisis económico de la empresa. Y, a su vez, la contabilidad procuró perfeccionar la obtención y manejo de los datos empleando técnicas propias de la microeconomía.
El desarrollo de las técnicas de contabilidad de costos constituye el más claro ejemplo de la penetración de los conceptos microeconómicos en el campo contable. Por la misma razón, cuanto más se perfecciona la contabilidad interna de la empresa más estrecho va quedando el viejo corsé de la Partida Doble, que amenazaba en la primera mitad del siglo que dar obsoleta sin haber encontrado una técnica capaz de sustituirla con ventaja.

1.1.26 Eugen Schmalenbach y el balance dinámico.
Aunque la legislación de la práctica totalidad de los países imponía, a principios del siglo XX, determinados requerimientos materiales y formales a los comerciantes y empresarios en cuanto a la manera de llevar sus libros de contabilidad, prácticas tales como la realización de balances anuales y la determinación cuidadosa de la cuenta de resultados a fin de ejercicio era poco frecuentes entre la gran masa de comerciantes y empresarios. Un autor alemán, Eugen Schmalenbach, desarrolló, a partir de 1908, la idea de dar a la liquidación de Pérdidas y Ganancias una importancia grande o mayor que el balance mismo. Su libro fundamental, “Dinamischer Bilanz”, donde desarrollaba la doctrina del balance dinámico, apareció poco después de la primera conflagración mundial, en una época en que la economía de guerra, la inflación y la seguridad monetaria general habían tornado insuficientes las viejas prácticas contables para la determinación correcta de las magnitudes empresariales.
El balance dinámico de Schmalenbach trata de ser un balance orientado, no directamente a la evaluación del patrimonio de la empresa, sino al cálculo de los resultados del ejercicio. Inevitablemente, el balance dinámico no puede limitarse a recoger los datos contables según los procedimientos tradicionales, y se basa en gran parte en datos de raíz puramente económica.

1.1.27 Presente y perspectivas de la contabilidad.
Desde mediados del siglo la contabilidad parece haber perdido entidad propia, saturada como está hasta la médula de conceptos tomados del análisis económico.
Ante las crecientes limitaciones de la Partida Doble se ha emprendido la búsqueda de un nuevo algoritmo matemático más capaz. Resultado de esos esfuerzos es la adopción de la matriz como soporte matemático de la nueva contabilidad.
La aparición del ordenador electrónico ha reforzado el papel de la contabilidad matricial, desarrollada rápidamente en los años transcurridos desde mediada la década de los cincuenta.
Hasta hace pocos años, la contabilidad entendida en su sentido tradicional constituía la única fuente de datos de que se disponía en la empresa; fuente, por otra parte, muy limitada, a causa de la imposibilidad de llevar a cabo manualmente un número muy elevado de operaciones aritméticas. El empleo del ordenador electrónico abre nuevos horizontes a la ciencia y a la técnica contable que, en pocos años, van a transformarse radicalmente, tanto en sus objetivos como en sus procedimientos.
En un principio el hombre simplemente cambia sus excedentes por aquellos que no tenía, es decir, cambio de un bien por otro llamado “trueque” donde hay ausencia absoluta de dinero, siendo esto un control de sus bienes, haberes y actividades o hechos ocurridos en el ámbito familiar y social.
Luego aparece la moneda, permite el tránsito de la economía de trueque a la economía monetaria y para estos eventos empleaba como medio de registro su memoria, pero al multiplicarse las operaciones de compra y venta de bienes en un medio organizado (la empresa), le fue imposible manejar la variedad de funciones, actividades sociales y económicas, opta por la búsqueda de un mecanismo viable y funcional (contabilidad).
Fuente: Universidad Libre.

 

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HISTORIA DE LA CONTABILIDAD, LOS ESTUDIOS MERCANTILES Y LAS ESCUELAS DE COMERCIO

Francisco Morán Álvarez

Profesor Mercantil

Auditor de Cuentas

INTRODUCCIÓN

Es muy importe para saber donde estamos y porque, hacer un repaso a la Historia, que sin duda siempre es enriquecedor, vamos a rastrear la historia de la contabilidad y los estudios mercantiles que es lo nuestro, y observaremos que ésta mantiene unos constantes vínculos con los valores intelectuales y culturales de cada época.

Se ha demostrado a través de diversos historiadores que en épocas como la egipcia o romana, se empleaban técnicas contables que se derivaban del intercambio comercial.



Nuestros antepasados nos legaron su formación y su cultura contable aunque se sabe que en todos los casos, el rey, gobernante o faraón llevaba muy ordenadamente un registro de todas las pertenencias del país y también de su gente.



En la rudimentaria contabilidad de la cultura egipcia sólo era necesario un sistema contable basado en la partida simple, anotando en un papiro los activos y las obligaciones.

Los fenicios en Asia quienes fueron los primeros en utilizar el trueque como una forma de comercio en la época antigua. Estos fueron pueblos comerciantes que desarrollaron, por necesidad, formas primitivas de contabilización de sus operaciones basadas en los instrumentos y formas de escritura de la época en que vivieron. De hecho se encuentran vestigios de este tipo de registros de épocas tan antiguas como 3,000 años antes de Jesucristo.

Algunas sociedades que carecían de escritura en sentido estricto utilizaron, sin embargo, registros contables. Es el caso de la cultura de los Incas, que empleaban los quipus, agrupaciones de nudos de distintas formas y colores ordenados a lo largo de un cordel, y cuya finalidad, aun no desvelada totalmente era, sin duda, la de efectuar algún tipo de registro numérico.

Los banqueros griegos llevaban fundamentalmente dos clases de libros de contabilidad: el Diario (efemérides) y el libro de cuentas de Clientes.

Hay que reconocer que en España la Contabilidad nunca ha sido considerada en el sentido cultural con el suficiente aprecio y no porque no haya habido estudiosos y profesionales de valía, sino porque nuestros legisladores se han mantenido siempre reacios a concedernos la suficiente relevancia.



CRONOLOGÍA

6000 AC.- Sumerios. De acuerdo a lo expresado por Gertz (1996), hacia el año 6000 a.C., ya existían los elementos necesarios para la actividad contable: la escritura y los números; el concepto de propiedad, un gran volumen de operaciones, las monedas y quizás, el crédito en los mercados, al respecto existe una tablilla de barro, que data de la época, de origen sumerio, en la que algunos investigadores han creído encontrar registros de ingresos y egresos, a partida simple; otros más audaces identifican los registros a partida doble.

4000 aC ?.- Mesopotamia. Era ya en el cuarto milenio a.C. asiento de una próspera civilización, los comerciantes de las grandes ciudades mesopotámicas constituyeron desde fechas muy tempranas una casta influyente e ilustrada. Entre los ríos Eufrates y Tigris la Sagrada Biblia sitúa en tiempo y espacio el país de Edén y, en un Jardín del este da comienzo la historia del pueblo de Israel)

3000 AC.- Los pueblos que habitaron entre los ríos Tigris y Eúfrates nos han legado miles de tablillas de arcilla que permiten formarse una imagen acerca de la manera en que los sumerios llevaban las cuentas, se conocen documentos escritos o grabados, libros de entrada y salida de mercancías, letras de cambio, recibos de pago que refleja en el siclo (ocho gramos de plata) la moneda internacional. Gracias a esos testigos, inmunes al paso del tiempo, sabemos que ya en épocas muy antiguas existían sociedades comerciales, e las que las aportaciones de capital y el reparto de beneficios estaban cuidadosamente estipulados por escrito.

En más de 500 de ellas aparecen manifestaciones matemáticas que han permitido descubrir desde su sistema de numeración en base 60 a sus conocimientos sobre el teorema de Pitágoras.

La propia organización del Estado, así como el adecuado funcionamiento de los templos, exigían el registro de sus actividades económicas en cuentas detalladas. Los templos llegaron a ser verdaderas instituciones bancarias, que realizaban prestamos.

2000 aC.- Babilonia. Los pueblos mesopotámicos utilizaban ya el ábaco para facilitar la realización de las operaciones aritméticas, que fueron sumamente laboriosas en todas las épocas, hasta la relativamente reciente introducción universal de la actual numeración arábiga.

La costumbre de insertar la plancha cerámica en una varilla, siguiendo un orden cronológico, creó verdaderos libros de contabilidad.

Eminentemente agrícola, con grandes excedentes de trigo, se les ocurre exportar a los países vecinos hoy emiratos Árabes, Irán, norte de India y Pakistán lo que a ellos les sobra, con el centro del comercio en la ciudad de Uruk en la baja Mesopotamia, dando inicio el comercio internacional.



También se sabe o se deduce por los mismos escritos la aparición de la primera cámara de comercio con sede como no podía se de otra forma en el templo.

De su afición a las observaciones astronómicas acerca de las posiciones de los planetas observables a simple vista Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno conservamos en la actualidad dos vestigios muy populares:

- El horóscopo. Eran excelentes astrólogos, ellos bautizaron las doce constelaciones del zodíaco, dividiendo cada una de ellas en 30 partes iguales.

Es decir, dividieron el círculo zodiacal en 12 x 30 = 360 partes.

- De ellos hemos heredado la división de la circunferencia en 360 grados y la de cada grado en 60 minutos y cada minuto en 60 segundos. Y la patente de nuestra manera de contar el tiempo también es suya.

Contaban con un algoritmo para calcular raíces cuadradas, trabajaban con fracciones, resolvían ecuaciones de primer y segundo grado e incluso algunas ecuaciones cúbicas de la forma: n3 + n2 = a

Egipto Según Herodoto los egipcios son los padres de la Geometría, pero gracias a sus monumentos y sus papiros también sabemos hoy que disponían de un sistema de numeración adicional que les permitía trabajar con fracciones de una forma muy especial ya que el numerador siempre era la unidad.

El papiro egipcio es menos resistente al paso del tiempo que las tablillas babilónicas.

Sin embargo alguno ha llegado hasta nosotros. Los más populares el papiro de Rhind y el de Moscú. En ellos aparece una colección de más de 100 problemas que nos brindan una valiosa información de las matemática


Notaciones numéricas en piedra
Formulas de avituallamiento en un monumento funerario



Papiro de Moscú


Los egipcios, como los babilonios, también trabajaban con fracciones, con partes de la unidad.

Pero lo curioso es que sólo utilizaban fracciones con numerador la unidad, es decir de la forma: 1/2, 1/3, 1/4, 1/7, 1/15, 1/47...

Cualquier parte de la unidad la expresaban como suma de fracciones de este tipo.

El papiro de Rhind contiene una tabla de conversión de partes de la unidad a estas fracciones. Es el equivalente con más de 3.000 años de antigüedad de nuestras tablas de multiplicar, sólo que para trabajar con fracciones.

Un enlace interesante relacionado con lo expuesto es la Historia de las Matemáticas a través de la Imagen, del profesor Antonio Pérez Sanz. En su página web puedes encontrar otras muchas curiosidades e informaciones útiles, tanto sobre las matemáticas, como sobre recursos docentes.



1800 ? a.C..- Tablilla conocida como Plimpton 322 que se conserva en la Universidad de Columbia, en la que aparecen cuatro columnas de números distribuidos en 15 filas. En apariencia podía tratarse de algún tipo de anotación contable pero descifrados los números corresponden a la primera relación de ternas pitagóricas de la que se tenga conocimiento.


CODIGO de HAMMURABI Estela labrada en un bloque de diorita negra de 2,25 metros de altura donde se hallan grabadas las 282 leyes del Código Hammurabi. En la parte superior el rey Hammurabi (en pie) recibe las leyes de manos del dios Shamash. La estela fue encontrada en Susa, a donde fue llevada como botín de guerra en el año 1200 a.C. por el rey de Elam Shutruk-Nakhunte. Actualmente se conserva en el museo del Louvre (Paris). A la derecha detalle de la estela



1790 ? a.C.- Mesopotamia. Fue promulgado el famoso código Hammurabi, que contenía además de las leyes penales, normas civiles y de comercio. Regulaba contratos como los de préstamo, venta, arrendamiento, comisión, depósito y otras figuras propias del derecho civil y mercantil, y entre sus disposiciones había algunas directamente relacionadas con la manera en que los comerciantes debían llevar sus registros. Distintas leyes hacen referencia a las anotaciones financieras y contables en tablillas de arcilla. Ejemplo de dos leyes:

De un mercader que da un préstamo al propietario de un campo de cultivo.- Ley 50. Si ha dado en garantía un campo plantado de grano o un campo plantado de sésamo, el propietario del campo será el único que tomará el grano o el sésamo que haya producido el campo, después devolverá al mercader la plata con su correspondiente interés.

De un traficante que no anoto ó contabilizó debidamente la entrega de un préstamo.- Ley 105. Si el traficante ha sido negligente y no ha obtenido la tablilla sellada, mencionando la plata que entregó al mercader, la plata que no figure anotada sobre la tablilla sellada no podrá acreditarse en la cuenta.

Los pueblos mesopotámicos utilizaban ya el ábaco (que veremos mas adelante) para facilitar la realización de las operaciones aritméticas, que fueron sumamente laboriosas en todas sus épocas, hasta la relativamente reciente introducción universal de la actual numeración arábiga.

1600 ? a.C.- Existen testimonios sobre contabilidad, tanto en Egipto como en Mesopotamia. Pagani, en su obra I Libri Comerciali [citado por Gertz, 1996:26], «quien al referirse a la Atenas del siglo V a.C., dice que había reyes que imponían a los comerciantes la obligación de llevar determinados libros, con el fin de anotar las operaciones celebradas...».

356 ? a.C.- Grecia. Los templos helénicos, como había sucedido muchos siglos antes con los de Mesopotamia y Egipto, fueron los primeros lugares de la Grecia clásica en los que resultó preciso desarrollar una técnica contable. Cada templo importante, en efecto poseía su tesoro, alimentado con los óbolos de los fieles o de los estados, donaciones que era preciso anotar escrupulosamente: Los tesoros de los templos no solían permanecer inmovilizados y se empleaban con frecuencia en operaciones de préstamo al estado o a particulares. Puede afirmarse así que los primeros bancos griegos fueron algunos templos.

Quizá el lugar en el que los arqueólogos han encontrado más abundante y minuciosa documentación contable lo constituye el santuario de Delfos, donde se han recuperado cientos de placas de mármol que detallan las ofrendas de los fieles, así como las cuentas de reconstrucción del templo en el siglo IV a de J.C.



Las casas de bancas particulares tuvieron su gran momento de expansión en el siglo V a de J.C.. Surgieron modestamente a la vera de los templos, pero muy pronto extendieron sus actividades por numerosas ciudades mediterráneas. Los banqueros griegos, sobre todo los atenienses, dominaron la técnica de los cheques y trasferencias de fondos de una ciudad a otra y de una cuenta a otra, y, probablemente, hicieron ya uso de la letra de cambio.



Los banqueros llevaban fundamentalmente dos clases de libros de contabilidad: el Diario (efeméricas) y el libro de cuentas de clientes. El orden y la pulcritud con que se llevaban las anotaciones hizo que la exactitud de éstas llegaran a ser reconocida por la ley, que otorgaba a los libros de contabilidad valor de prueba principal.



La contabilidad pública también se desarrollo en las ciudades griegas. Atenas poseía en el siglo IV a. De J.C. un Tribunal de Cuentas, formado por diez miembros, encargado de fiscalizar la hacienda del Estado, sobre todo en lo referente a la recaudación de tributos.

100 aC.- Roma. El genio organizador de Roma, presenta en todos los aspectos de la vida pública, se manifestó también en la minuciosidad con la que los particulares, altos cargos del Estado, banqueros y comerciantes llevaban sus cuentas. Ya en el siglo I a. de J.C. se menospreciaba a una persona que fuera incapaz de controlar contablemente su patrimonio.

El libro más empleado era el de ingresos y gastos ("codees acceti et expensi"). Los grandes negociantes llegaron a perfeccionar sus libros de contabilidad de tal manera que algunos historiadores han creído ver en ellos –se conservan sólo algunos fragmentos incompletos- un primer desarrollo del principio de la Partida Doble. Aunque hay algunas citas de grandes autores, como Cicerón, que parecen sustentar tal hecho, son demasiado confusas como par establecer la tesis de que el método de la Partida Doble era conocido en la Antigüedad.



No hay ninguna prueba que acredite su empleo con anterioridad a la expansión comercial italiana de las postrimerías de la Edad Media.



Para que exista la Partida Doble no basta con la disposición de la cuentas en dos columnas enfrentadas, u otros detalles de forma; es preciso que el principio que informa la Partida Doble se aplique inflexiblemente, sin excepciones. Y no parecer haber sido éste el caso de la contabilidad romana.

200 ?. (De los Libros sagrados, 73 libros de decenas de autores de distintas épocas y culturas, escritos en hebreo, arameo y griego, 46 del antiguo testamente), Génesis 14,20. Abrán dio a Melquisedec rey de Salén el 10 % del botín de la Conquista.

1017. 30 de julio.- Tributos (De los Fueros del Reino de León). En la Era MLVIII, (1.058) día de las calendas (primer día de cada mes) de agosto, el rey Don Alfonso V y su esposa Doña Elvira, en la Catedral de León, decretan la primera constitución española "cuyos decretos deberán guardarse con rigor en el tiempo venidero".

Fuero 43.- Las panaderas den semanalmente al sayón del rey sendos sueldos de plata.



Fuero 44.- Todos los carniceros de León una vez al año en tiempo de vendimia den al sayón sendos odres buenos y sendos arreldes ((pesa de carne 4 libras)(1 libra 460 gramos en León)) de sebo.



Fuero 48.- Quien de nuestro o de extraño linaje intentare a sabiendas quebrantar esta nuestra constitución, quebradas las manos, los pies y la cerviz, sacados los ojos, derramados los intestinos y herido de la lepra, así como de la espada de anatema, padezca las penas de la condenación eterna con el diablo y los ángeles.

1150/1300 LA LETRA DE CAMBIO ANTECEDENTES HISTÓRICOS

En está época, las formidables actas de los notarios, de manera primordial, genoveses, y también de Venecia, Marsella y Champagna, permiten constatar dos circunstancias: (1ª) que la letra de cambio, enunciada como lettera di pagamento notarialle era con frecuencia utilizada, pero no se entregaba al tomador sino que se enviaba por correo directamente al girado (de ahí, el antecedente de su nombre), y (2ª) que su suscripción requería la participación de un notario. Los cartulari di notari publici (precursores de los actuales protocolos notariales y del término cartular), confirman que la intervención de estos fedatarios estaba destinada a hacer notar ciertos requisitos, relativos a la perfección del negocio cartular (la existencia del girador, del negocio y de que tiene dinero), esto para la plena seguridad del destinatario. Destacan el notario Amalric, de Marsella (1248), Juan Scriba, de Barcelona (1164), Oberto de Mercato y Guillermo Cassinese, de Venecia (1192), y muchos otros de igual importancia.

1325 Aproximadamente en esta fecha, desaparecieron las ferias de Champagna y, por razones que no son claras, la costumbre comercial rescindió de la utilización de un notario público para la suscripción de letras de cambio y éste es reemplazado por una simple carta misiva, que, por primera vez, necesitó de un contrato; suscrito este como acto notarial y con base en el que el girador, el girado y el beneficiario deberían evaluar el cumplimiento o la falla. Tales contratos se denominaban instrumentum ex causa cambii, y como se puede observar que habían sido originados por un documento que acabó por ser su mero complemento: la lettera di pagamento.

1462 No obstante que con anticipación, el Estatuto de Avignón (1243) y el de Barcelona (1394) habían regulado largamente la letra y el contrato trayecticio, es en este año, con el Edicto de Luis XI, el cual reconoce los Estatutos de la Provence, que los dos instrumentos, al igual que la previa provisión de fondos, se convierten en una sola operación..

1561 Es probable que, el primer testimonio histórico de una letra de cambio conocido sea el de los hermanos Raimondo y Ribaldo , quienes en ese año, reconocen haber recibido 115 libras (moneda de Génova) de un signore Boleto, al que prometen reembolsarle el contravalor, o sea, 460 besantes (moneda de Constantinopla), un mes después de su llegada a la Corte del emperador; valor recibido, simplemente, porque el signore Boleto no deseaba transportar ese dinero al Imperio Bizantino.

1713 Este año es de importancia particular para nuestra ley. Felipe V decreta la última de las formaciones de las Ordenanzas de Bilbao, cuyas disposiciones sobre letra de cambio tienen antecedente en las Ordenanzas de 1673, pero también en el libro IX de la Novísima Recopilación.

1202

Introducción de las modernas notaciones.




Portada del Rechenbücher, de Adam Riese Competición entre algorísta y abacísta 1529)
La "Perla Filosófica", de Gregor Reisch (1503) Grabado en madera.






1202. El italiano Leonardo de (Fibonacci), introduce en Europa la notación indo-arábiga. Hubo entonces una gran polémica entre los abaquístas, aferrados a la notación romana y al manejo del ábaco, y los algorístas que pretendían sustituir dicho sistema por el más práctico indo-arábigo.



Los orígenes del conflicto se remontan a mediados del siglo XII cuando se comenzaba a traducir al latín las obras de los tratados árabes de aritmética. Imaginémonos cómo debían ser las multiplicaciones de números de tres o cuatro cifras planteadas en notación romana. Sin embargo, en algunos lugares de Europa quedó prohibido el uso de "algorítmos" y éstos debían efectuarse en secreto. La nueva notación no acabó de imponerse hasta el siglo XVI. Poco después la aparición de la imprenta y la posibilidad de obtener papel en abundancia se encargó de normalizar el uso de dicha notación. En la actualidad aún persisten reminiscencias del ábaco en las cuentas de colores infantiles, en la utilización de los rosarios "para no perder la cuenta" o en los tableros de puntuación de los billares. En países de Extremo Oriente sin embargo, el cálculo con el ábaco sigue siendo un arte y su utilización aún puede verse en zonas rurales o tiendas pequeñas.

Este grabado, también conocido como "Margarita Philosophica", nos muestra una alegoría de la aritmética arbitrando la rivalidad entre un partidario de las cifras (algorista) y un adepto al cálculo mediante fichas (abaquista). A uno y otro personaje están asociados por oposición los nombres de Boecio (muerto hacia el 525 y referencia obligada en el Medioevo Occidental) y Pitágoras (asociado a una representación geométrica de los números). El aire triunfal del primero, el aspecto confuso del segundo, así como la ropa llena de cifras de un árbitro parcial, ponen de manifiesto que al comenzar el Renacimiento acaba de producirse una victoria del primer bando.

NACIMIENTO DE LAS PRIMERAS ESCUELAS, LOS PRIMEROS ESTUDIOS Y LAS SOCIEDADES MERCANTILES EN ESPAÑA

1232





Las Siete Partidas de Alfonso X El Sabio. (1221-1252)


1232. Las Siete Partidas del Sabio Rey Don Alfonso el Nono, Rey de Castilla, y de Toledo, y de León, y de Galicia, y de Sevilla, y de Córdoba, y de Murcia, y de Jaén, y del Algarve. (Texto completo en el anexo uno)



Primera referencia de un tratado de Contabilidad.



1366-1400.- Lo que hoy conocemos como la partida doble, no podía ser de otra forma nace con el Renacimiento, y marca el cambio de mentalidad medieval hacia la vida económica moderna.



La primera referencia histórica que se conoce de esta contabilidad por partida doble, se recoge de un manuscrito de Benedetto Cotrugli, que contiene un capitulo de unas cuatro páginas, y se puede definir como un simple esbozo, de la mera presentación de un tema novedoso de aquella época.



Sin embargo para [Gertz, 1996:71], son los libros de Francisco Datini (1366-1400) los que muestran la imagen de una contabilidad a partida doble que involucra, por primera vez, cuentas patrimoniales propiamente dichas; en efecto, al haberse inventado la cuenta de Pérdidas y Ganancias, se había solucionado el problema que tenían los comerciantes de esta época de no poder llevar en una sola cuenta su mercancía debido al hecho de que dichos efectos tenían, lógicamente, dos precios, el de costo de adquisición y el de venta, resultando de ello que la utilidad obtenida hacía aparecer la cuenta de Caja con una diferencia en los asientos de ingresos y egresos, como consecuencia de lo antes dicho, mas con la nueva cuenta que recogía las diferencias, se podían registrar cuentas patrimoniales que seguían la historia de las mercancías y de las utilidades o pérdidas obtenidas como resultado del tráfico de las mismas. Presenta asimismo esta contabilidad la innovación de que abría y cerraba las operaciones bianualmente con un estado financiero en donde claramente se estipulaba el patrimonio de la unidad económica, informando en el mismo el resultado de las operaciones como la participación individual de los socios, lo que determinaba del saldo de las cuentas personales que se llevaba a cada socio de la propia empresa.»



Llega el siglo XV y con él dos grandes acontecimientos: La generalización de los números arábigos y la imprenta que harían entrar a la contabilidad, al igual que a las otras ciencias, en una etapa de divulgación. Data de esa época el libro "Della mercatura et del mercanti perfetto", cuyo autor fue Benedetto Cotingli Rangeo, quien lo terminó de escribir el 25 de Agosto de 1458, y fue publicado en 1573. El libro aunque toca la contabilidad de manera breve, explica de una manera muy clara la identidad de la partida doble, el uso de tres libros: el Cuaderno (Mayor), Giornale (Diario) y Memoriale (Borrador), afirma que los registros se harán en el Diario y de allí se pasarán al Mayor, el cual tendrá un índice de cuentas para facilitar su búsqueda, y que deberá verificarse la situación de la empresa cada año y elaborar un "Bilancione" [Balance]; las pérdidas y ganancias que arroje serán llevadas a Capital, habla también de la necesidad de llevar un libro copiador de cartas [Libro de Actas]. Sin embargo, es fray Lucas de Paciolo, quién en su libro "Summa", publicado en 1494, se refiere al método contable, que se conoció desde entonces como "A lla Veneziana", que amplia la información de las prácticas comerciales: sociedades, ventas, intereses, letras de cambio, etc. En forma detallada toca el tema contable, luego en otros países se harían publicaciones que ampliarían el tema.


1459. Los Libros del Consulado de Bilbao establecen la legislación sobre el comercio, publicando las Ordenanzas conocidas como las primitivas.


1494. La publicación de la edición de la "Summa de Arithmetica" del franciscano Fray Luca Pacioli, enuncia en el año 1494 por primera vez en la historia varios principios fundamentales de la contabilidad por partida doble, que comprende unos 36 capítulos.

FRAY LUCA PACCIOLI (1445-1514) Matemático Italiano, nació en Sansepolcro provincia de Umbría, Toscana, Italia, Su familia era extremadamente pobre y Luca no pudo nunca asistir a la escuela. Sin embargo, el estar siempre en contacto con artesanos y mercaderes le permitió ir aprendiendo distintos oficios y sobre todo un poco de lo que en esa época se llamaban matemáticas comerciales que consistían básicamente en manejar el sistema de numeración hindo-arábigo (el que nosotros usamos hoy en día), saber sumar, restar, multiplicar y dividir.


Pacioli se fue apasionando cada vez más por las matemáticas y mientras trabajaba en distintos talleres ya fuera como ayudante de curtidor de pieles o como ayudante de herrero, logró, por sí solo, ir estudiando e irse convirtiendo en un muy buen matemático. Ingresó muy joven a la orden religiosa de San Francisco y hay historiadores que piensan que esto se debió no tanto a su vocación de monje sino más bien a que estando dentro de un monasterio podría tener acceso a los libros y a la educación que había deseado toda su vida. Y en efecto, para 1475, cuando Pacioli tenía solamente treinta años, su fama como maestro en contabilidad y como matemático era ya muy grande y fue invitado a ser profesor de la universidad de Perugia.

Después de 1481, Pacioli viajó a través de Italia y por algunos lugares fuera de ella, hasta que en 1486 fue llamado por los Franciscanos nuevamente a la Universidad de Perugia. Durante este tiempo, Pacioli comenzó a usar el título de "Magister", Gran Maestro, equivalente a un profesor de tiempo completo en los tiempos modernos.

El año 1494 es la única fecha durante la vida de Pacioli que está absolutamente segura. Durante este año, a los cuarenta y nueve años de edad, Pacioli publicó su famoso libro Summa de aritmética, geometría, proporción y proporcionalidad (recopilación del conocimiento sobre aritmética, geometría, proporción y proporcionalidad). Pacioli escribió el Summa en una tentativa de restaurar el pobre estado de la enseñanza de las matemáticas en su tiempo. Una sección en el libro hizo a Pacioli famoso. La sección es: Particularis de Computis et Scripturis, un tratado en contabilidad. Pacioli es el primero en describir la partida doble contable, también conocida como el Método Veneciano. El Summa hizo de Pacioli una celebridad y le aseguró un lugar en la historia como " El Padre de la Contabilidad". El Summa fue el trabajo sobre matemáticas posiblemente más leído en toda Italia, y uno de los primeros libros impresos en la prensa de Gutenberg.

Años más tarde Luca Pacioli era ya considerado como uno de los mejores maestros en contabilidad de toda Italia y fue contratado por el duque de Florencia para trabajar en la corte como tesorero. Ahí conoció a Leonardo da Vinci y fue quizás uno de sus mejores amigos, al grado de que Leonardo ilustraba siempre sus libros y textos. Da Vinci ilustró el manuscrito de Pacioli, De Divina Proportione ("De la Proporción Divina"), segundo en importancia. Pacioli enseñó perspectiva y proporcionalidad a Da Vinci y este conocimiento permitió que Da Vinci creara una de sus obras maestras más grandes, el mural en la pared norte del templo de Santa María de Gracia Dominica. Este mural es la pintura más famosa del siglo XV, conocido como "la cena pasada".

Pacioli murió en 1514 después de haber dedicado su vida a las matemáticas y en particular a las matemáticas comerciales. Inventó procedimientos nuevos para la suma, la resta, la multiplicación y bueno, quizás basta decir que la forma en la que nosotros dividimos hoy en día, es un invento más de Luca Pacioli.

Retrato de Luca Pacioli, de Jacobo del Barbari (1505).






Es el primer matemático del que se tiene un retrato auténtico. Luca Pacioli, fraile franciscano, aparece señalando con la mano izquierda un ejemplar de la Summa de Arithmetica (1494), mientras con la derecha indica en una pizarra una figura geométrica y una suma de números representada según la "nueva" notación. Por la posición de los ojos de los personajes, Pacioli parece estar observando el cuerpo suspendido enfrente, que es un rombicuboctaedro de cristal con agua, y comprobando alguna propiedad del mismo en el dibujo de la pizarra, a la vez que consulta la Summa.

En la mesa, sobre el libro, aparece un dodecaedro. Su acompañante observa directamente al espectador. La rica vestimenta de éste hace suponer que se trata de uno de los hijos de un acaudalado comerciante veneciano de los que Pacioli fue tutor y maestro. De su relación con esta familia es de donde Pacioli desarrolló sus conocimientos sobre aritmética comercial.

La Summa de Arithmetica, Geometrica, proportioni et proportionalita tuvo una gran repercusión en su tiempo, siendo considerado por los historiadores como el primer libro de álgebra impreso. No era, sin embargo, una obra original, sino una recopilación de los conocimientos existentes de álgebra, aritmética, geometría euclídea muy elemental y contabilidad. Pacioli no citó en ningún lugar las fuentes de donde fue tomada dicha información.



De la parte aritmética, la Summa se ocupa con mucho detalle de describir diferentes algoritmos para hacer multiplicaciones y raíces cuadradas. En el apartado algebraico incluye las soluciones usuales de las ecuaciones lineales y cuadráticas y manifiesta su creencia de que las ecuaciones cúbicas no podían resolverse algebraicamente. Carece de interés alguno el apartado de geometría mientras que los aspectos comerciales incluidos en el libro gozaron de gran popularidad. De hecho se suele considerar a Pacioli como el padre de la contabilidad moderna de doble entrada.

Un estudio muy interesante sobre este tema, en el que además se ejemplifican algunos de los algoritmos de Pacioli para efectuar un producto de números, apareció en la revista Mundo Científico nº 217 en Noviembre de 2000: La matemática en la Edad Media, de André Allard. En la imagen inferior, una multiplicación de la Summa con el algoritmo que en la actualidad se enseña en nuestras escuelas.

El legado de Fray Luca Pacioli es la moderna Contabilidad que se establece con la partida Doble, genial expresión de la Matemática Aplicada, para servir al noble ejercicio del comercio. A partir de 1494, la necesidad de reflejar los ingresos y egresos, pierde la frialdad y se explica como una condición de "causa" y "efecto". La disciplina tiene conciencia, tiene método y una finalidad: la del servicio que trasciende en el propósito generoso de la educación. La Contabilidad Moderna nace en 1494 en los inicios del Renacimiento.

Cuando Fray Luca publica en Venecia su libro "La Summa di Arithmetica, Geometria, Proportioni et Proportionalita" en la imprenta el Paganimo di Paganini. Habían transcurrido sólo dos años de la Gesta Colombina cuando el libro se da Luz pública; en el contexto de las nuevas relaciones políticas y comerciales surge la obra de Pacioli, quien sentía verdadera vocación por la enseñanza y la difusión de la matemática pura y aplicada. La obra esta dedicada a su alumno Guidubaldo de Montefeltro, duque de Urbino a quien Fray Luca afirma que se sirve de la lengua vulgar para que todos puedan comprender su obra y "Trattato de Computi e delle scriture" nace la moderna Contabilidad sostenida por sólidos principios: El dueño de un negocio mercantil, antes de iniciar sus operaciones de compra y venta de mercancías, debe preparar una lista e inventario de todas sus propiedades ACTIVOS y otra de sus compromisos con terceros PASIVOS. Los ACTIVOS se agrupan de acuerdo al principio de valor y movilidad, primero dinero en efectivo y después los bienes. Los PASIVOS se agrupan de acuerdo al vencimiento y exigibilidad del pago, a corto plazo y a largo plazo. Para sustentar la PARTIDA DOBLE comprobó y demostró que toda operación mercantil que se practicara tenía una CAUSA, la cual debía producir necesariamente un EFECTO, por lo que existía una compensación numérica entre causa y efecto respectivamente. Sobre el concepto contable de MERCANCIAS escribió: "De todo cuanto pongas en ella, la harás deudora día por día en tus libros y así también por lo contrario, la harás acreedora común a todo cuanto saques o recibas de ella y como si fuera un deudor que te pagará en parte". Para Luca Pacioli el ALMACEN DE MERCANCIAS debía considerarse como una persona deudora de cuanto en él se pusiera o gastase por cualquier concepto. Para el registro de operaciones propuso cuatro libros básicos: INVENTARIO llamado hoy de Inventarios y Balances; GIORNALE hoy libro Diario; cuaderno hoy libro mayor; y el MEMORIALE que hoy no existe. El libro de Luca Pacioli establece la importancia que produce la Contabilidad a través de las Cuentas y demás conceptos contables, puesto que son la exposición de la situación que guardan los negocios, pero sobre todo conocerá el comerciante si su negocio va bien o no. La regulación de una disciplina, como aplicación de la matemática, su interés de enseñar, la visión de utilizar la moderna imprenta y de escribir un tratado de especialidad para un mejor comercio en tiempo de coyuntura, (el reciente Descubrimiento de América) hacen de Luca Pacioli el modelo del Hombre del Renacimiento y de su obra Nuestro Legado.



1522. Se imprime en Burgos el "Tratado de Cuentas", de Diego del Castillo. Se limita a estudiar las cuentas desde el punto de vista jurídico, y a nuestros efectos no pasa de definir las tres formas de levar "Cuenta y razón" que a la sazón se utilizaban (una de las cuales era la partida doble, aunque no se conociera con este nombre), sólo se sabe de dos libros editados en nuestro país en el siglo XVI en relación con la partida doble:

"Compendio y breve instrucción por tener Libros de Cuentas, Deudas y Mercadería", de Valentin Mennher; publicado en Barcelona en versión española por Antich Rocha, como apéndice de su Arithmetica; (y Libro de Caxa y Manual de Mercaderes, y otras personas, que reproducimos en 1590).



1.549. 4 de diciembre - (Pragmática de Cigales) NACE LA OBLIGACIÓN DE LLEVAR LIBRO DE CAJA, Y EN LENGUA CASTELLANA



En la Villa de Madrid, a dos días del mes de abril, de mil y quinientos y cincuenta y dos años, se pregonó públicamente en la plaza mayor en la dicha villa esta carta de sus Majestades por pregonero público estando presentes el Licenciado Renquillo y el Doctor Ruiz alcalde de la casa y corte de sus Majestades lo cual se halló presente mucha gente y pasó ante mi. Castillo



Don Carlos I, por la divina clemencia Emperador Augusto, Rey de Alemania y Doña Juana su madre, y el mismo Don Carlos por la gracia de Dios Reyes de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Córdoba, Condes de Flandes, y de Tirol. r.c.



A todos los corregidores asistentes gobernadores Alcaldes Alguaciles regidores, caballeros, escuderos, oficiales y hombre buenos de todas las ciudades villas y lugares de los nuestros reinos y señoríos y a otras cualesquiera justicias, y personas a quien lo contenido toca y atañe en cualquier manera. Salud y gracia.



Sepan que nos somos informados que entre muchas personas antinaturales como extranjeros de estos reinos sin temor de las pragmáticas en las leyes de nuestro Reinos contenidas, llevan ya pasan moneda fuera de ellos, y una de las principales causas que hay para que no se pueda tan facilmente averiguar quien los sacan, y entienden de sacar la dicha moneda es no tener los cambios y bancos públicos cuenta de CAJA, y así mismo los mercaderes y otras personas no ponen ni asientan en que moneda reciben los maravedís que les dan ni los que ellos dan, y así mismo que por haber como hay en estos nuestros reinos mucha variedad de naciones de diversas lenguas y cada uno tiene la cuenta en sus libros en su lenguaje lo cual es inconveniente para averiguar y saber el dinero que ha entrado y salido en su poder, y queriendo proveer de manera que cuando a las tales personas fuere pedido cuenta y razón de los marevedis que reciben y dan en que moneda si es en reales, o en escudos o en otras monedas visto en nuestro consejo y consultado con los serenísimos Reyes de Bohemia nuestros muy caros hijos y nietos Gobernadores de estos nuestros reinos por ausencia de mi el Rey, fue acordado que debíamos mandar par esta nuestra carta para ellos en la dicha razón, y nos tuvimos por bien por lo cual mandamos que de aquí en adelante todos los bancos y cambios públicos tengan cuenta de CAJA, con día mes y año, y los mercaderes y otras cualesquiera personas, así naturales como extranjeros asienten y tenga la cuenta en sus libros en lengua castellana, desde primero de enero del año que viene de mil y quinientos y cincuenta y dos años en adelante, poniendo en ellos en que moneda lo reciben y así mismo los dineros que dieren y en que moneda lo dan particularmente. Para que cuando les fuere demando cuenta y razón de ello lo puedan dar. So pena que los Mercaderes que dieren y tomaren sin especificar y declarar en que moneda lo dan y reciben, según hecho es: Por la primera vez lo hayan perdido, y por la segunda con el doble, y por la tercera pierdan la mitad de sus bienes, y sean desterrados perpetuamente de estos reinos y se repartan en esta manera. La primera parte para nuestra cámara, y la otra segunda parte para el juez que lo sentenciare, y la otra tercera parte para el que lo denunciare. Y los que no tuvieran la dicha cuenta de sus libros en lengua castellana según dicho es, sean condenados en pena de mil ducados, y se repartan en la forma y manera que arriba está declarado. Y mando a los de nuestro concejo Presidentes y oidores de las nuestras audiencias: que después que se hubiere pregonado esta nuestra carta, la guarden y cumplan y ejecuten y hagan guardar y cumplir y ejecutar lo en ella contenido, y mandamos que esta nuestra carta sea pregonada públicamente en las plazas y otros lugares acostumbrados, para que venga a noticia de todos, y de ello no puedan pretender ignorancia, y los unos ni los otros no lo hagan por alguna manera. So pena de la nuestra y de diez mil marevedis para la nuestra cámara. Dada en Cigales a cuatro días del mes de diciembre de mil y quinientos y cuarenta y nueve años.



Nacimiento del Debe y el Haber



1552 (Pragmática de Madrid) “En la villa de Madrid a diez y nueve días del mes de marzo, de mil y quinientos y cincuenta y dos años se pregonó públicamente en la plaza mayor de dicha villa, esta carta de sus Majestades con trompetas y por pregonero público, en altas e inteligentes voces, estando presente el doctor Ortíz alcalde de la casa y corte de sus Majestades: delante mucha gente que allí se halló: lo cual pasó ante mi. Firma esta introducción, Castillo, uno de los doctores firmantes de la pragmática, que dice textualmente:



Don Carlos por la divina clemencia Emperador Augusto, Rey de Alemania, y Doña Juana su madre y el mismo Don Carlos por la gracia de Dios Reyes de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicílias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba y Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias e Islas y tierra firme del mar Océano. Condes de Barcelona. Señores de Vizcaya y Duques de Atenas. Archiduques de Austria, Duques de Borgoña y de Bravante , Condes de Flandes y de Tirol.



A los del nuestro consejo Presidentes y Didores de las nuestras audiencias, y a los Alcaldes de nuestra casa y Corte y Cancillerías: Y a todos los Corregidores Asistentes Gobernadores: Alcaldes: Alguaciles. Y otras cualquiera justicias y jueces de todas las ciudades: Villas y lugares de los nuestros Reinos y territorios: y a otras cualesquiera personas de cualquier estado y condición que sean, a quien lo contenido en esta nuestra carta toca y afecte. Salud y gracia.

Sepáis que con mucha instancia por los procuradores que han venido a las cortes, que hemos mandado hacer en esta villa de Madrid: y en las que antes hemos tenido por los procuradores del Reino, y por muchas ciudades y personas particulares: Nos ha sido suplicado mandásemos poner remedio, para que la moneda de oro y plata que en mucha abundancia por la merced de Dios nuestro señor en estos Reinos mas que en otros ay, no se saque de ellos para los extraños poniendo graves penas a los que la sacaren, o dieren favor y entendieren en ello por que las que están puestas por leyes de nuestros Reinos, no parece que es bastante remedio, para los que por sus intereses y ganancia que hallan la dieren de sacar a Reinos extraños, lo cual ha venido en tanta desorden, que aunque cada día entra y viene a estos Reinos gran cantidad de oro y plata se siente y ve la falta que hay de ello y cada día se sacará mas, y se podrían seguir adelante mayores daños e inconvenientes, y si no se pone remedio como cosa que tanto importa a nuestro perjuicio, y al bien universal y particular de nuestros súbditos y naturales, mandamos que en nuestro Concejo se platicase donde se hallaron personas expertas y celosos del bien público y oficiales de las casas de la moneda, y otras personas prácticas donde se confirió y platico, lo que sobre ello se debía proveer, y después de haber conferido y platicado muchas y diversas veces en ello, con toda deliberación, y acuerdo como cosa tan importante lo consultaron conmigo el Emperador y Rey y fue acordado que debíamos mandar dar esta nuestra carta por la cual mandamos que de aquí adelante los cambios tengan cuenta con el dinero que reciban por Debe y ha de Haber, y sean obligados de asentar en sus libros la moneda que reciben. Y en la que pagan sin que haya fraude de ello. Y a que personas lo dan, y donde son vecinos, y se lo hagan firmar en sus manuales so las penas en la Pragmática, por nos hecha en la villa de Valladolid. A cuatro días del mes de diciembre, del año pasado de mil y quinientos y cuarenta y nueve años y mandamos que los extranjeros de estos nuestros Reinos guarden la dicha pragmática y que sean obligados a tener sus libros en lengua castellana y además lo de que ella contenido así mismo escriban en lengua castellana en todos los demás libros que sean de sus cuentas así de memorias como de ferias y de otra cualquiera condición que sean que tocaren a negocios y que los libros de caja los hayan de tener por debe y ha de haber por la orden que los tienen los naturales de estos reinos sin dejar hojas en blanco entre las que estuvieren escritas en los dichos libros, y que las letras de cambio que dieren en los casos y para las partes y lugares donde se puede cambiar para pagar en estos reinos las den en lengua castellana, o toscana so las mismas penas contenidas en la dicha pragmática.

Idem. Cualquier persona de contratación que tratare fuera de estos reinos en cualquier genero de mercancías y cambio que trate, sea obligado a tener libro de caja o manual en los que efectúa los negocios y cambio que hiciesen por cuenta de debe y ha de haber y asiente en los dichos libros el dinero que recibiere o pagare y aclarando en que moneda los recibe y paga para que por dichos libros puedan dar cuenta de cómo, y en que ha pagado las mercaderías que trajere de reinos extraños y como y porque de el valor de los cambios que hubiere para fuera de los reinos.

Dado en la villa de Madrid a once días del mes de marzo de mil y quinientos y cincuenta y dos años.

EL PRIMER TRATADO DE CONTABILIDAD EN ESPAÑA (Texto completo, anexo dos)


1590, noventa y seis años después de la publicación de la Summa de Luca Pacioli, el primer tratado sobre la teneduría de cuentas en base a la partida doble escrito por un español, el Libro de “Caxa y Manual de Cuentas de mercaderes y otras personas con la declaración dellos”, apareció en Madrid, su autor, Bartolomé Salvador de Solórzano.El Ayuntamiento de Sevilla fue el primero o uno de los primeros de España en llevar su contabilidad por partida doble; en ella se escribió en 1590 el primer tratado español de contabilidad por este sistema del que fue autor Bartolomé Salvador de Solórzano, mercader castellano de Medina de Rioseco afincado en Sevilla, donde trabajó como factor de uno de los más poderosos hombres de negocios de la capital: Juan Antonio Vicentelo Corso de Lecca; en ella, en fin, se conservan tres de los siete ejemplares de la Summa de Luca Pacioli, con su Tratado de las Cuentas y las Escrituras, de que dispone España en total. Por su parte, el Cabildo catedral de Sevilla, junto con el de Toledo, fueron en esos siglos las dos diócesis españolas más poderosas, con una potencia y un peso económicos verdaderamente considerables.




José Julián Hernández Borreguero, durante el período de veinticinco años investigado, elegido en función de que representaba una de las épocas para las que había fuentes contables más amplias y completas, ha estudiado no sólo el complejo sistema contable llevado por el Cabildo catedral, con su complicado entramado de libros de cuentas, sino también la organización interna del Cabildo, sus funciones y actividades, las fuentes y el volumen de los fondos ingresados, el empleo de los mismos, etc.



Está claro que no podía iniciarse la revolución comercial hasta que se hubiese desarrollado alguna forma racional de Contabilidad, no fueron, pues, posible los negocios a gran escala, con éxito, hasta el siglo XVII, por el 1600, cuando las gentes principalmente los mercaderes venecianos aprendieron a contabilizar racionalmente su dinero, llevando sus libros por la partida doble.



Puede afirmarse que el incremento de la actividad económica ha sido posible gracias al progreso de la Contabilidad y a la divulgación de sus conocimientos.



1604. Domingo de Górgolas crea en Bilbao el Colegio de San Andrés, implantando la enseñanza de las artes comerciales en Europa.



1661. Primeras publicaciones legislativas, periódicas.

Durante el Antiguo Régimen hubo diversos intentos por parte de la Monarquía de llevar a la práctica la publicación de las disposiciones legales, a través de la Gaceta de Madrid y de otras publicaciones periódicas (Correo Mercantil, etc.), a las que se expidieron privilegios de edición. Pese a estos intentos, hasta el reinado de Isabel II no se generalizó la publicación de las leyes en la Gaceta de Madrid y en la Colección Legislativa.

Gaceta de Madrid (1661-1813)

Diario de Madrid (1758-1918)

Correo Mercantil de España y sus Indias (1792-1808)

Guía o Estado general de la Real Hacienda (1799 -1850)

1685. Se crea en Cádiz la Cátedra de Matemáticas, que ocupa el jesuita de origen austriaco P.Kresa.

1717. Se organizan en el Colegio de Santiago, de la Compañía de Jesús, a expensas del Cabildo de Cádiz, los Estudios de Comercio.

1737. Ordenanzas del Consulado de Bilbao, D. Felipe V. capitulo 9. insertas en provisión de 2 de diciembre; y D. Carlos IV. por res. á cons. de 22 de mayo, comunicada en orden de 3 de junio de 1805. (Libro IX, Tomo IV, Ley XIV, NRLE) Referencia histórica de toda la normativa española.



“Número y formalidad de libros que deben tener los mercaderes y comerciantes por mayor.



1 Todo mercader tratante y comerciante por mayor deberá tener á lo menos quatro libros de cuentas: es a saber, un borrador o manual, un libro mayor, otro para el asiento de cargazones o facturas, y un copiador de cartas, para escribir en ellos las partidas correspondientes, y demás que en cada uno respectivamente se deba, según y de la manera que se declara, y prevendrá en los números siguientes.



2 El libro borrador o manual estará encuadernado, numerado, forrado y foliado; y en el se asentará la cuenta individual de todo lo que se entrega y recibe diariamente; expresando con claridad en cada partida el día, la cantidad, calidad de los géneros, peso, medida, plazos y condiciones; todo arreglado á la forma en que se efectúe el negocio; y se deberán escribir todas las fojas consecutivamente, sin dexar blanco alguno, puntualmente, y con el aseo y limpieza posible.



3. El libro mayor ha de estar también encuadernado, numerado, forrado y foliado, y con el rótulo del nombre y apellido del mercader, cita del día, mes y año en que empieza, con su abecedario adjunto. A este libro se deberán pasar todas las partidas del borrador o manual con la debida puntualidad; formando con cada individuo sus cuentas particulares, abreviadas o sumariamente, nombrando el sugeto o sugetos, su domicilio o vecindad, con debe y ha de haber, y citando también la fecha y el folio del borrador o manual de donde dimana; y en este manual se deberán también apuntar la fecha y el folio del dicho mayor, en queda ya pasada la partida: y lleno, o acabado que sea de escribir, habiendo de formar nuevos libros, se deberán cerrar en el mayor todas las cuentas, con los restos o saldos que resultaran en pró o en contra, y pasar puntualmente los dichos restos o saldos al nuevo libro mayor, citando el folio y número del libro precedente, de donde preceden, con toda distinción y claridad.



4. El libro de cargazones, recibos de géneros, facturas y remisiones ha de ser también encuadernado en pergamino; en el cual se asentarán por menor todas las mercaderías que se reciban, remitan o vendan, para que conste de su expediente, con sus marcas, números, pesos, medidas y calidades; expresando su valor, y el importe de los gastos hasta su despacho; y en frente de este asiento se pondrán también con individualidad el de la salida a los efectos, ya sea por venta ó ya por remisión: y de cualquier suerte que sea, siempre se ha de apuntar el día, la cantidad, precio, y sugeto comprador, ó á quien se remitan: y en el caso de acontecer algún accidente de naufragio ó otro, ántes que pueda llegar el de dar expediente, se deberá asimismo anotarlo con expresión de lo acaecido, para que conste a quien convenga la resulta de todo.



5. El libro copiador de cartas ha de ser también encuadernado, sin que necesite de folios; y en el que se han de escribir en copia todas las cartas de negocios que se enviaran a los correspondientes, con toda puntualidad, consecutivamente y a la letra, sin dexar entre una y otra carta mas hueco ó blanco que el de su separación.



6. Si alguno ó algunos comerciantes quisieran tener mas libros, por necesitarlos según la calidad de sus negocios para mas claridad y gobierno suyo, y distinción y división de ellos, y sus anotaciones y asientos particulares, lo podrán hacer y practicar, ya sean formándolos en partidas dobles o sencillas, lo cual quedará al arbitrio y voluntad; y según el método que en quanto esto llevaren, deberán arreglar la formalidad del libro de facturas.



7 Cualquiera negociante por mayor, que no sepa leer y escribir, estará obligado á tener sugeto inteligente que le asista a cuidar del gobierno de dichos cuatro libros, y a otorgarle poder en forma amplia ante Escribano, para que intervenga en las negociaciones, firme letras de cambio, avales, contratas y otros instrumentos, y resguardos que sean concernientes á ellas; por deberse asegurar por este medio los demás comerciantes con quien corriere, y evitar los inconvenientes, dudas y diferencias que de lo contrario se pudieran originar.



8 En cualquier tienda, entresuelo o lonja abierta donde se venda por menor, deberá tenerse por lo menos un libro, también enquadernado, foliado, y con abecedario, en que se vayan formando todas las cuentas de mercaderías, que compraren y vencieren al fiado, con la expresión de nombre, fechas, cantidades, plazos y calidades, y su debe y ha de haber; sin que por el motivo de separación de partidas, cuentas, ni anotaciones, ni otra cosa alguna se pueda dexar hoja en blanco entre escrito, porque todas deberán llenarse consecutivamente y con puntualidad.



9 Los que no tuvieren disposición para esta formalidad de libro deberán por lo menos tener un quaderno ó librillo menor, pero foliado; con el qual, siempre que compraren mercaderías, y fueren pagándolas, acudan a casa del vendedor á que les pongan su asiento de lo que entregaren o recibieren, y pagas que se hagan, todo con la debida puntualidad: y se previene, y ordena también para mayor claridad, y seguridad con que han de caminar las tales personas, de semejante quaderno o librillo menor, estarán obligadas a manifestarle á tercera persona de su confianza (á fin del cotejo de sus asientos con las contratas hechas) dentro de ocho días, contados desde el en que se hubieren puesto los tales asientos, para que por este medio poder reclamar á tiempo sobre las diferencias que haya; pena que de lo contrario, pasado dicho término, no tendrán recurso alguno, y se deberá estar á los primeros asientos.



10. En el caso de que por descuido se haya escrito con error alguna partida en los libros en cosa substancial, no podrá enmendarse por ningún modo en las misma partida, sino contraponiéndola enteramente con expresión del error y su causa.



11 Quando se hallare haberse arrancado ó sacado alguna hoja ó hojas, así en unos como en otros de los libros referidos, será visto quedar de mala fe el mercader o comerciante tenedor de ellos, para que en juicio ni fuera de él no sea oído en razón de diferencias en sus cuentas, sino que al otro con quien litigare ó contendiere, teniendo sus libros en la forma debida, se le dará entero crédito, y se deberá proceder según ellos á la determinación de la causa.



12 Siempre que por contienda de juicio ó en otra manera hubieran de escribirse libros de cuentas de comercio, deberán manifestarse precisamente los corrientes o fenecidos; pues si se reconociere, que el tenedor de los que se hayan de exhibir hubiere formado o fabricado otros, no solo no harán fe, sino que ántes bien se procederá á castigarle como a comerciante fraudulento, con las penas correspondientes á su malicia o delito.



13 Todo negociante por fuerza mayor a de ser obligado a formar balance, y sacar razón del estado de sus dependencias, por lo menos de tres en tres años, y tener quaderno aparte de todo, firmado de su mano, con toda claridad y formalidad; a fin de que conste, y se halle en limpio lo liquidado de su caudal y efectos, y que si padeciere quiebra o atraso, se venga a conocer con facilidad el modo con que ha procedido, y que en vista de lo que en quanto a esto resultare de su inspección, graduando en censura jurídica, si la quiebra ha sido por desgracia ó malicia, se proceda en la forma que en el capitulo de quiebra se prevendrá en esta ordenanza.



1745. D. Felipe V. en Buen-Retiro por dec. de 10,inserto en prov. Del Consejo de 14 de Diciembre.

Prohibición de visitar, pesquisar, y reconocer los libros y papeles de los mercaderes del Señorío de Vizcaya, y extraerlos de sus casas. (Libro IX, Titulo IV, Ley XV, NRLE)

Por recurso del Prior y Cónsules de la Contratación de Bilbao se me hizo presente, que para la justificación de un fraude contra mis Rentas generales se habían allanado las casas de dos comerciantes de la misma villa, atropellando sus personas, y substrayendo sus papeles y libros de negocios, con quebrantamiento de los privilegios del Comercio, é inobservancia de diferentes reales resoluciones. Y habiendo tenido por conveniente encargar a la Junta general de Comercio que, haciendo inspección puntual de este caso, me informase de sus circunstancias, exponiendo su dictamen; he venido en resolver a consulta de este Tribunal, que no podrán ser extraídos de las casas y tiendas de los comerciantes y mercaderes vecinos y residentes en Bilbao, y demás parages del Señorío de Vizcaya, los libros y papeles de su comercio, visitarlos, pesquisarlos, ni proceder a su exhibición por inquisición general de ellos, aun en los casos de que se interese mi Real Hacienda, ó mire á descubrir fraudes, ó á probar otros delitos de los mismos individuos; sin que por ello se dexe de proceder contra los tales comerciantes y mercaderes para la averiguación de los particulares fraudes que ocurran, haciéndoles exhibir no todos sus papeles y libros, sino solamente las partidas de ellos, ó las cartas o asientos que trataren de los negocios sobre que fuere el fraude; para cuyo descubrimiento se ha de poder también hacer escrutinio de sus casas y tiendas, pero con la precisa calidad de que para el uno de estos últimos procedimientos haya de preceder justificación judicial en sumaria de los cargos que se le imputen, haciéndoles constar aunque sea por indicios, y con condición de no practicarse á deshoras de la noche ni con estrépito.



1763. Por la imprenta Real de Marina de Cádiz, se edita el "Promptuario Arithmético"



1765. Lo dispuesto en los 13 números del capitulo 9 de las ordenanzas de Bilbao se contiene en la edición de 1º de septiembre del mismo año á las ordenanzas del Consulado de Valencia, insertas en Real cédula de 7 de mayo de 1765,



1766. Lo dispuesto en los 13 números del capitulo 9 de las ordenanzas de Bilbao se contiene en el cap. 7 de las aprobadas para el Consulado de la ciudad de San Sebastián, insertas en Real Provisión de 1º de Agosto de 1766 (ley 6 tit. 2.) y en el cap. 5. de las del Consulado de Burgos, insertas en Real cédula de 15 de agosto de 1766 (ley 8.tit.2.)



1771. El 5 de enero de 1771, el Cabildo Municipal de Cádiz pone en marcha gestiones para establecer cátedras de Comercio que no prosperan.



PRIMERA ESCUELA DE COMERCIO



1775, Se crea en Barcelona la Academia de Comercio impulsada por varios comerciantes que acudieron a la Junta Particular de Comercio de Cataluña para promover su creación. (mas información)



1780. Luis de Luque y Leira, ofrece en Cádiz su "Aritmética de Escritorios de Comercio".



1782. Pragmática de 2 de junio, regula el modo de aceptar y pagar las letras de cambio.(Libro IX, titulo III, Ley VII NRLE)



1783. En la ordenanza 25 de las 32 respectivas á los cinco Gremios mayores de Madrid, insertas en Real cédula de 19 de septiembre de 1783, se previene, que todos sus individuos deben tener a lo menos cinco libros para llevar la cuenta y razón de su comercio; a saber, un borrador ó manual para sentar lo entregado y recibido diariamente con clara expresión del día, cantidad y calidad de los géneros, peso, medida, plazos y condiciones, arreglado como previene el número 2. de esta Ley 13.; otro libro mayor, en la forma y para el efecto que se previene en el número 3. de ella; otro de aceptaciones, para asentar las letras giradas, aceptadas y protestadas, y los vales y obligaciones que hicieren; otro de facturías y compras, y un copiador de cartas para asiento de todas las correspondencias.



1784. Quizás el primer antecedente podría encontrarse en la Real Sociedad Aragonesa de Amigos del País, que contaba en el último cuarto del siglo XVIII con una cátedra de Economía y Comercio, autorizada por Real Cédula de Carlos III, de 17 de agosto, en 1784, siendo ministro el Conde de Floridablanca.. En Barcelona, unos informes de finales del siglo XVIII pedían la creación de Escuelas para la formación de personas que puedan “ayudar a los comerciantes incluso analfabetos con persona inteligente que los asista a cuidar del gobierno de sus libros e intervengan asesorándoles en sus negociaciones y contratos”.



1785. Sucesivamente, la Real Cédula de Carlos III de 29 de noviembre, crea los Reales Consulados de Mar y de Tierra y les asigna como función, entre otras (cláusula LIV): "Acordarán los medios mas conducentes al establecimiento de Escuelas de Comercio".

1787. En Madrid se abre formalmente una Academia de Comercio.

1793. Sebastián de Jócano y Madaria

Nacimiento de la denominación: Contabilidad por "Partidas Dobles"

Sebastián de Jócano y Madaria nace en Orduña (Vizcaya), en la parroquia de San Juan de Mercado el día 20 de enero de 1738 , hijo de Juan Bautista de Jócano y de María Antonia de Madaria, casó con doña María Josefa de Zuloaga. Viajo a Caracas en 1772 como experto conocedor de la contaduría principal de la Real Compañía Guipuzcoana de Navegación de Caracas y regresó a España en 1776 para ocupar una plaza como oficial octavo de la Contaduría General de las Indias. Juró su cargo como Ministro Supernumerario del Tribunal de la Contaduría Mayor de Cuentas, el día 6 de marzo de 1798.

(texto completo, anexo tres)




1797. La Real Orden de 26 de febrero promovida por el Secretario de Estado, Mariano de Luis de Urquijo, ex miembro del Consulado de Bilbao. Primer antecedente formal acerca del establecimiento de los estudios de comercio (o mercantiles, tal como se llamaban inicialmente) en España, en virtud de la cual se le encomendó a los Consulados del Mar la organización de dichas enseñanzas, aunque a un nivel elemental. Los Consulados fueron creados por Carlos III partiendo de los gremios de mercaderes. Son instituciones propias del Antiguo Régimen, con una doble función: por una parte constituían una agrupación de mercaderes de una localidad para defender sus intereses y por otra, servían de tribunal de justicia propio para pleitos sobre cuestiones mercantiles.



1799. Se crea en Málaga la primera Cátedra de Comercio por Real Orden de 26 de febrero de 1799. No obstante, dicha Cátedra no fue provista debido, en un principio, a la falta de fondos por parte del Consulado para su mantenimiento y, posteriormente, a la invasión francesa- hasta abril de 1817, siendo ocupada por el único candidato D. Manuel María Gutiérrez, Profesor de Teología, además de economista, poseedor del título de Doctor, con la obligación de explicar Comercio y Economía asignándosele, para ello, un sueldo de 12.000 reales anuales.



1800. En Bizkaia la Escuela de Naútica que se había constituido en 1511 bajo los auspicios del Consulado de Comercio recibía en 1784 reconocimiento oficial y en 1800 se iniciaba el proyecto de Escuela de Comercio que comenzaba sus actividades en 1818





1802. D. Cárlos IV. en Barcelona por Orden de 20 de septiembre, y cédula del Consulado de 6 de noviembre, regula el modo de repetir contra los endosantes y librador de Letras de Cambio en caso de protesto. (Libro IX, Titulo III, Ley VIII, NRLE)



1803. En Cádiz, en la calle San Francisco, esquina a la Aduana Vieja, se levanta la Escuela de Comercio.



1805.



15 de julio. Novísima Recopilación de las leyes de España mandada formar por el Señor Don Carlos IV.-



Libro IX, Título IV, Ley XII, (Haciendo referencia expresa a las Pragmáticas de Cigales de 1549 y de Madrid de 1552).

“Mandamos, que de aquí adelante todos los Bancos y cambios públicos, y los mercaderes y otras cualesquier personas, ansí naturales como extranjeros, que trataren ansí fuera de estos Reynos como en ellos, sean obligados a tener y asentar la cuenta en lengua castellana en sus libros de caxa y manual, por debe y ha de haber, por la orden que los tienen los naturales de nuestros Reinos; asentando el dinero que recibieren y pagaren, declarando en que moneda lo reciben y pagan, y a que personas, y donde son vecinos, para que por los dichos libros puedan dar cuenta de cómo y en que han pagado las


mercaderías que traxeren de Reynos extraños, y a como han proveido el valor de los cambios que hobieren hecho para fuera destos Reynos; y que los tales libros no se puedan entregar ni enviar originalmente a sus compañeros ni mayores, sino el traslado dellos, para que, quando les fuere pedida cuenta, la puedan dar: y que los dichos mercaderes extranjeros tengan los libros todos, que sean de sus cuentas así de memorias como de ferias, como de otra cualesquier condición que sean, que tocaren a negocios, en lengua castellana; y que entre la hoja del debe y ha de haber no dexen hojas en blanco; y que las letras de cambio que dieren, en los casos y para las partes y lugares donde se puede cambiar, para pagar en estos Reynos, las den en lengua castellana, y las que dieren para fuera dellas en lengua castellana ó toscana; so pena que los unos y los otros, que no cumplieren lo susodicho, pierdan todo lo que dexaren de asentar, y por la segunda el doble, y por la tercera la mitad de sus bienes, y sean desterrados perpetuamente destos Reynos, y se repartan en esta manera, la una tercia para nuestra Cámara, y la otra para el Juez que lo sentenciase, y la otra para el que lo denunciare; y los que no tuvieren la dicha cuenta de sus libros en lengua castellana sean condenados en pena de mil ducads, los cuales se repartan en la forma susodicha.” (Ley 10. tit. 18. lib. 5. R)



1806 la Junta de Comercio en Madrid, establece unos primeros estudios mercantiles bajo el nombre de Cálculo y Escritura Mercantil.



1814. La enseñanza mercantil en su conjunto queda dividida en tres niveles: Primera, Segunda y Tercera Enseñanza. La última comprende los estudios necesarios para ejercer algunas profesiones de la vida civil y se realizaría en Universidades Mayores o en Escuelas. A partir de este momento, educación superior y formación para las profesiones se identifican. Esta clasificación se mantiene en el Reglamento General de Instrucción Pública de 1821 y en el Plan de 1845.



1815. El 8 de mayo, tras un intento fracasado en 1797, la Real Sociedad Económica de Amigos del País celebra la apertura de su primera cátedra de Economía Política en Madrid.



1816. Se crea la primera Escuela de Comercio de España, en Alicante. Ya en el siglo XIX, concretamente en 1805 Joaquín Iturburu autor de la obra Nuevo Método para las operaciones de cambio insistía en la necesidad de que nuestra ciudad contase con una Escuela de Comercio. En 1810 Nicolás Pérez fundador del Diario de Alicante presentó un plan que fue aprobado por el Ayuntamiento para la creación de la tan ansiada Escuela de Comercio para nuestra ciudad. Una escuela en la que se impartirían las asignaturas de gramática, geografía mercantil, cálculo y técnicas comerciales, fruto de estas iniciativas fue la inauguración de la primera Escuela de Comercio de Alicante el 23 de Diciembre de 1816 aunque la alegría fue efímera ya que la misma se clausuraría el año 1829. El impulso más importante para la creación definitiva de una Escuela oficial de Comercio lo encontramos en los profesores del primer instituto de Bachillerato de Alicante, fundado en 1845 y que ocupaba lo que hoy es la Casa de la Asegurada y Museo Sempere, así como en concejales del Ayuntamiento, Diputación Provincial y comerciantes e intelectuales alicantinos.



1817. Creada en 1799, la primera Cátedra de Comercio de Málaga por Real Orden de 26 de febrero, debido en un principio, a la falta de fondos por parte del Consulado para su mantenimiento y, posteriormente, a la invasión francesa, no fue ocupada hasta abril de 1817 por el único candidato D. Manuel María Gutiérrez, Profesor de Teología, además de economista, poseedor del título de Doctor, con la obligación de explicar Comercio y Economía asignándosele, para ello, un sueldo de 12.000 reales anuales.



1818. El Consulado de Bilbao obtiene la aprobación de su "Reglamento de Escuelas de Comercio".



1819. Comienzan realmente en Cádiz y en Bilbao, las enseñanzas mercantiles.



1821. 29 de junio, vio la luz el Reglamento General de Instrucción Pública que, manteniendo la anterior clasificación, cita expresamente los estudios de Comercio, junto a Medicina, Cirugía y Farmacia, Veterinaria, Agricultura Experimental, Música, Astronomía y Navegación. Este Reglamento fue derogado en 1824, como reacción de los absolutistas.



1824. Se deroga el Reglamento General de Instrucción Pública, de 1821.



1828. Se crea la primera Escuela de Comercio de Madrid. El definitivo proceso de creación de los estudios de Comercio comenzó en Madrid el 25 de febrero de 1828, cuando bajo los auspicios del Real Consulado de la capital, una real orden dispuso la organización de una Escuela de Comercio en la Corte, debido en gran medida a las gestiones realizadas por Luis López Ballesteros, ministro de Hacienda de Fernando VII. La ceremonia de apertura se verificó el 30 de mayo, con objeto de hacerla coincidir con el cumpleaños del Rey.

Se comenzó con dos cátedras: una de idiomas y otra de “Teoría general de los cálculos, y su aplicación a las operaciones mercantiles, los principios del cambio, el conocimiento de los pesos, medidas y monedas de todos los países; los métodos de cuenta y razón, o sean las partidas sencilla y doble”. Esto último quedó, en el

Reglamento de 10 de octubre de ese mismo año, bajo la materia de Aritmética mercantil y teneduría de libros, que comprendía: Cuenta y razón comercial y administrativa, cambios, arbitrajes, seguros, pesas y medidas nacionales y extranjeras. Las clases se impartieron diariamente y por la noche pues se suponía que los alumnos asistirían a ellas tras su horario habitual de trabajo (se presuponía que iban a ser en su mayoría dependientes de comercio). Y es que las Escuelas se adaptaron a los horarios de los dependientes de comercio, quizás porque éste era un campo amplio de posibles estudiantes. Es interesante hacer notar que las Escuelas de Comercio surgieron con el mismo rango que las de ingeniería y arquitectura, pero con el tiempo, las primeras deterioraron su imagen con respecto a las otras. Una razón aducida al efecto se refiere a la preocupación de las Escuelas de Comercio por conseguir un mayor número de alumnos, aún en detrimento de la calidad de las enseñanzas.



1829. Fernando VII encargó tres borradores de Código de Comercio, y fue promulgado el redactado por Sainz de Andino, reorganizando los Consulados y las Juntas de Comercio, estableciendo que los comerciantes debían de llevar libros de contabilidad y, sobre todo, dando gran impulso a los Tribunales de Comercio, promulgando, asimismo, su Ley de Enjuiciamiento.



1836, El Plan General de Estudios de 4 de agosto de 1836 se circunscribió, solamente, a considerar las Escuelas Especiales de Comercio como enseñanzas pertenecientes al tercer grado, sin que se resolviera la cuestión relativa a su financiación con las consiguientes interrupciones de clases durante períodos más o menos largos, hasta que un Real Decreto de 7 de octubre de 1847 dispuso que las enseñanzas dependientes de las Juntas de Comercio pasasen a depender de la Dirección de Instrucción Pública.



1845. Vio la luz una importante Reforma Fiscal diseñada por Santillán e impulsada por el Ministro de Hacienda, Alejandro de Mon, suprimiendo los diezmos y alcabalas (transmisiones de bienes) de las aduanas interiores.



Aparece el Plan General de Estudios que reglamentó para las escuelas de comercio dos años más tarde, incorporándolas a la Dirección General de Instrucción Pública, debido al afán centralizador. En la tendencia centralizadora se inscribe la creación de la Universidad Central, heredera de la Universidad Complutense de Alcalá de Henares, que fue definitivamente trasladada a Madrid en este mismo año. El afán centralizador del Estado era consecuencia de la influencia francesa arrastrada desde las guerras napoleónicas.



1847. Real Decreto de 7 de octubre de 1847 dispuso que las enseñanzas dependientes de las Juntas de Comercio pasasen a depender de la Dirección de Instrucción Pública.



1850. Una nueva organización de la educación, regulada en el Real Decreto de 12 de agosto, ubica a las Escuelas Especiales de Comercio en los Institutos de Segunda Enseñanza en cuya situación permanecieron hasta 1887, año en que se crearon las Escuelas de Comercio -elementales y superiores- como centros independientes.



Nacen las Escuelas Oficiales de Comercio



1850. La Reina Isabel II, crea por Real Decreto de 8 de septiembre las Escuelas de Comercio como entidades independientes de otras colectividades y corporaciones, siendo ministro de Comercio, Instrucción y Obras Públicas, Manuel de Seijas Lozano, organizándose en los Institutos de 2ª enseñanza.



Se les llamaba indistintamente Escuelas Mercantiles y Escuelas Especiales de Comercio. Este decreto incorporaba a las Escuelas a los Institutos de Segunda Enseñanza. El objetivo de la carrera, según el decreto, sería la formación de corredores y agentes de comercio, así como la de nuevos catedráticos. Se anunció, además, la publicación de reglamentos para definir otras salidas profesionales.

El tema de las salidas profesionales, es decir, los puestos propios para los titulares mercantiles, se convertiría en uno de los problemas recurrentes de la historia de estas enseñanzas.



Es interesante recordar el párrafo que destaca la exposición de motivos "La importancia de las Escuelas Comerciales y su influjo, tanto en el orden y regularidad de las Compañías Mercantiles como en la buena dirección de sus Empresas, están universalmente reconocidos. España, que no ha mucho tenía posesiones, las mas importantes en todos los Continentes y mareas, y cuyo comercio era, por consiguiente, de la mayor consideración, ni podía desconocer la necesidad de promover estos establecimientos, ni mostrarse indiferente a sus progresos".



1852. La entidad denominada ya Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, creó una nueva cátedra, en esta ocasión del sistema de pesos y medidas.



Iniciación de las Escuelas de Comercio y reorganización de los Estudios (1ª)



1857. Real Decreto de 18 de marzo. Se aprueban tanto el Plan Orgánico de las Escuelas de Comercio como el Reglamento propio por el que se han de regir las mismas. Se organizan los estudios de Comercio, siendo ministro de Fomento, Claudio Moyano, autor de la ley Fundamental de Instrucciones Públicas, promulgada en este mismo año. Comienza manifestando en la exposición de motivos "Desde muy antiguo se reconoció entre nosotros, no la conveniencia, sino la necesidad de las Escuelas Comerciales...". La enseñanza se divide en dos periodos: el primero durará tres años, tras los que podrán optar al título de Perito Mercantil. El segundo periodo, que durará un año, habilitará para el título de Profesor de Comercio.

No se trata de crear centros de enseñanza del comercio nuevos, sino más bien de uniformar los ya existentes. En éste se afirma que el Gobierno dará los reglamentos y programas convenientes para estas enseñanzas, pero lo cierto es que se rigen por el Reglamento General de Segunda Enseñanza de 10 de septiembre de 1851, hasta 1857.

Según el plan de estudios, las enseñanzas especiales que habiliten para la profesión mercantil comprenderán tres cursos que se irán planteando progresivamente, creándose en cada año dos cátedras.

Durante este periodo de tiempo, el éxito de estas enseñanzas fue escaso, en parte por estar condicionadas por el predominio del carácter teórico de las mismas. En los institutos los estudios de aplicación se reducían a estudios de materias relacionadas con el comercio, la industria, quedando el tema de las prácticas, de las que a veces se habla insistiendo en su importancia, como algo más teórico que real.



1866 Real decreto de 4 de marzo, aplicando la ley de 25 de julio de 1864, incluyó entre los títulos de enseñanza superior al de Profesor Mercantil. Por esta época, los estudios de comercio, lejos de progresar, languidecieron. Había descontento; no se cubrían las necesidades, lo que se vio traducido en diversos organismos que se ocupaban de la capacitación en estas materias.



1867. Se crea el Ateneo Mercantil de Madrid.



1868. Se suprimen los Tribunales de Comercio.



1877. Se crea en Barcelona la Escuela Superior de Comercio, convertida posteriormente en Escuela de Altos Estudios Mercantiles.



1878. La Asociación para la Enseñanza de la Mujer creó con una subvención del Círculo Mercantil, una Escuela de Comercio. Las enseñanzas de comercio, así diseñadas, producían frustración en los titulares mercantiles como fueron expresando en sus Congresos.



1879. La Sociedad Económica de Amigos del País de León, creyó posible la creación de una Escuela de Comercio, semejante a las que habían sido creadas con carácter oficial a partir del Real Decreto de 18 de marzo de 1857 y solicitó, para ello, una subvención al Ministerio de Fomento de 30.000 reales, por medio del Senador D. Jerónimo Roig de la Parra. Como la ayuda solicitada solo alcanzó la cifra de 1.500 reales, y la financiación anual mínima prevista sobrepasaba los 10.000 reales, el proyecto previsto fracasó.



1881. En el Libro de Actas de 11 de septiembre de la Sociedad Económica de Amigos del País de León, al referirse a los propósitos educativos de la Escuela de Artes y Oficios que sostenía, se afirma textualmente que "Se pretende que el artesanado, además de conocer el desempeño material de su labor, entienda contabilidad y de comercio, y conozca los fundamentos de geometría, de aritmética y de dibujo, necesarios para el desarrollo de su profesión".

El Reglamento para Gobierno de la misma, en su artículo 110, dedicado a "las clases," enumera en su apartado 3.º "Nociones generales de comercio, partida doble e idiomas modernos".



1882, Se crea el Centro de Instrucción Comercial, por un grupo de comerciantes madrileños, el más importante entre los centros privados.



1883. La Real Orden de 18 de junio, resolvía que los Profesores Mercantiles se hallaban asimilados a los Licenciados de Facultad para el desempeño de destinos administrativos.



De carácter privado se crea la Universidad de Deusto,



1887. REORGANIZACION DE LAS ESCUELAS DE COMERCIO (2ª)

La Gaceta de Madrid 17 Agosto de 1887

Real decreto 11 de agosto 1887

Desechando la tendencia exclusivamente empírica en la educación comercial, parece más acertado en una época de progreso como la nuestra, en que el nivel de la instrucción se eleva por todas partes, fundar la enseñaza comercial sobre una base científica tan completa como sea posible. Hay que atender las aplicaciones; pero no debe olvidarse que aplicar es poner en práctica los principios y reglas que constituyen la ciencia misma No obedece, por esto, la organización de las Escuelas de comercio que ahora se proyecta, ninguna de las dos tendencias exclusivas, empírica y teórica, especial ni general, que se dividen el campo en esta materia, porque son dos modos extremos de entrever la cuestión cada uno con su valor y con una parte de verdad, que es preciso armonizar con la del otro. Atendiendo al público que ha de frecuentar estas Escuelas, no puede prescindirse de lo general ni de lo especial, de lo teórico ni de lo práctico, y así aparecen con un carácter mixto, el más a propósito para cumplir el fin a que están destinadas.

Por estas razones, el Ministro que suscribe tiene la honra de proponer á V. M. el siguiente proyecto de decreto

Madrid 11 de Agosto de 1887.



SEÑORA

ÁL.R. P.deV.M.,

Carlos Navarro y Rodrigo.



REAL DECRETO



Teniendo en cuenta las razones que me ha expuesto el Ministro de Fomento; oído el Consejo Superior de Instrucción pública, y de acuerdo con el Consejo de Ministros; como: Reina Regente del Reino, y en nombre de mi Augusto Hijo el REY D. Alfonso XIII,

Vengo en decretar lo siguiente:



Articulo 1º. La enseñanza comercial se divide en elemental y superior. Se establecen Escuelas de Comercio elementales para la enseñanza de la carrera de Peritos mercantiles, en Alicante, Bilbao, Coruña, Málaga, Sevilla, Valladolid y Zaragoza; y Escuelas de Comercio superior para esta misma carrera y la de Profesores mercantiles, en Barcelona y Madrid.



Art. 2º. El Gobierno podrá alterar el número de Escuelas de Comercio así elementales como superiores, oyendo al Consejo de Instrucción pública.



Art. 3º. La enseñanza elemental habilita para el titulo de Perito mercantil y comprende las asignaturas siguientes:

Aritmética y cálculos mercantiles, con inclusión de las operaciones de cambio y Bolsa. A esta asignatura va aneja la enseñanza de Caligrafía. Lección diaria.

Nociones de Geografía económico-industrial y estadística. Lección alterna.

Contabilidad y Teneduría de libros aplicada toda clase cíe empresas. Lección alterna.

Economía política aplicada al comercio sociedades mercantiles y cooperativas. Lección alterna.

Legislación mercantil comparada y sistemas aduaneros. Lección diaria.

Práctica de operaciones de comercio, contabilidad correspondencia, contratos, aforos, etc. contabilidad del Estado. Lección alterna.

Lengua francesa: dos cursos de lección alterna.

Lengua inglesa: dos cursos de lección alterna.

Lengua alemana, que será reemplazada por la Italiana en Barcelona, Alicante y Málaga: dos cursos de lección alterna.



Art. 4º. La enseñanza superior que habilita para el titulo de Profesor mercantil comprende las asignaturas siguientes:

Historia general del desarrollo del comercio y de la industria. Lección alterna.

Complemento de la Geografía, incluyendo la estadística comparada de los productos agrícolas é industriales y el conocimiento de los medios de comunicación y transporte. Lección alterna.

Historia y reconocimiento de los productos comercia1es y de su Importancia en la industria. Lección diaria.



Art. 5º. La enseñanza elemental se hará, por lo menos, en tres años, y la superior en uno.

El orden de asignaturas será el que prefiera el alumno, sujetándose á las prescripciones siguientes:

El examen, y aprobación de la Aritmética y cálculos mercantiles precederá al de Contabilidad y Teneduría de Libros; el de ésta al de práctica de operaciones de Comercio; el de lengua francesa al de lengua Inglesa y alemana en los respectivos cursos primero y segundo; el de todas las asignaturas elementales al de las superiores.

Sin perjuicio del derecho concedido a los alumnos en el párrafo precedente, será distribución normal de las asignaturas lo siguiente:

Primer grupo. Aritmética y cálculos mercantiles; nociones de Geografía económica-industrial y estadística; primer curso de legua francesa, y primer curso de lengua inglesa.

Segundo grupo. Contabilidad y Teneduría de libros; Economía política aplicada al comercio; segundo curso de lengua francesa, y primer curso de lengua alemana ó italiana.

Tercer grupo. La legislación mercantil comparada y sistemas aduanero práctica de operaciones de comercio; segundo curso de lengua inglesa, y segundo curso de lengua alemana e italiana.

Cuarto grupo. Historia general del desarrollo del comercio y de la industria comp1emento la geografía e Historia y reconocimiento de los productos comerciales.



Art. 6º. En los exámenes de Aritmética, cálculos mercantiles y caligrafía, teneduría de libros y prácticas de operaciones comerciales, presentará cada alumno los ejercicios ó problemas que haya hecho durante el curso y los libros que hayan llevado estos últimos deberán ir firmados por el Profesor de la asignatura.



Art. 7º. Las cátedras estarán dispuestas convenientemente para los trabajos prácticos,



Art. 8º. No se admitirá en la matricula de cada Escuela de Comercio mayor número de alumnos que el que cómodamente pueda recibir la enseñanza en sus cátedras. Este número será señalado por el Rector de la Universidad á propuesta de la Junta de Profesores de cada Escuela.

Para todas las asignaturas se verificará la admisión por orden riguroso de solicitudes, excepto para las signaturas del primer grupo, en las cuales tendrá lugar por el orden que señale el Tribunal de examen de ingreso.

En todas las asignaturas tendrán preferencia los que por cualquier motivo repitan la matricula de la misma.



Art. 9º. Las clases durarán hora y media, y la de Prácticas de operaciones mercantiles será por lo me- no de dos horas.



Art. 10º. Habrá cuatro Profesores numerarios en cada Escuela elemental: uno de Aritmética, cálculos mercantiles y caligrafía; otro de Contabilidad y Teneduría de libros y práctica de operaciones de comercio; otro de nociones de Geografía económico-industrial y estadística, y de Economía política aplicada al comercio, y otro de Legislación mercantil comparada y sistemas aduaneros. Además habrá tres Profesores de lenguaje, uno de la francesa, otro de la inglesa y otro de la alemana ó de la italiana.

Cada Escuela superior tendrá otros dos Profesores: uno de Historia general del dearrol1o del comercio y de la industria y de Complemento de la Geografía; y otro de Historia y reconocimiento de los productos comerciales.



Art. 11º. El sueldo anual de Profesor numerario será de 3.000 pesetas en las Escuelas superiores y de 2.500 en las elementales. Aumentarán 5OO pesetas por cada quinquenio. Los Profesores de Madrid disfrutarán anualmente el aumento de 500 pesetas por razón de residencia.



Art. 12º. Para el ingreso de Profesor numerario se establecerán dos turnos, uno de oposición y otro de concurso.- Será requisito indispensable el título de Profesor mercantil para ser admitido á la oposición. Para los concursos también se requiere el mismo título, y además haber desempeñado durante cuatro años por 16 menos el cargo de Profesor interino ó de Ayudante propietario de Escuela de Comercio 6 de Náutica.

Para los concursos á las asignaturas de Madrid tendrán opción los Profesores numerarios de provincias y los Profesores interinos y Ayudantes de Madrid.

Los Profesores de Lenguas no necesitan titulo para la oposición ni para el concurso, y no formaran parte del escalafón del Profesorado de estas Escuelas, pero se respetarán los derechos adquiridos de los Profesores actuales.



Art. 13º. En cada Escuela elemental habrá dos Ayudantes y uno más en cada Escuela superior.



Art. 14º. Los Ayudantes auxiliarán á los Profesores; extenderán los temas que acuerden estos para entregarlos á los alumnos, recogiéndolos después y haciendo sobre ellos las observaciones oportunas a los mismos Profesores. Serán sustitutos de éstos en ausencias, enfermedades y vacantes. Disfrutarán de sueldo anual la mitad del que disfruten los Profesores numerarios de entrada de la misma Escuela. El encargado de la asignatura de reconocimiento de productos comerciales disfrutará 500 pesetas de gratificación anual.

Art. 15. El ingreso en plazas de Ayudante se hará por oposición, siendo requisito preciso para ello tener el titulo de Profesor mercantil. Podrán ascender por concurso á Profesores numerarios, según queda pro- venido en el art. 12.



Art. 16º. Cada Escuela tendrá un Director, que será Jefe del establecimiento, y dependerá inmediatamente del Rector de la Universidad respectiva.



Art. 17º. El cargo de Director será desempeñado por un Profesor numerario de la misma Escuela, y disfrutará la gratificación anual de 750 pesetas en las escuelas superiores, y de 500 en las elementales. Será nombrado por el Ministro del ramo.



Art. 18º. Habrá un Secretario en cada Escuela que será uno de los Profesores numerarios de la misma. Su nombramiento corresponde al Director general de Instrucción pública, á propuesta del Director de la Escuela respectiva. Disfrutará la gratificación anual de 25O pesetas en las Escuelas superiores, y de 125 en las elementales.

Es Jefe de la Secretaría, y tendrá á cargo el cuidado del Archivo y Biblioteca.



Art. 19º. El personal subalterno de cada Escuela superior será el siguiente: un Oficial do Secretaría con el sueldo anual de 1.500 pesetas un Escribiente con el de 1.250; un Conserje con el de l.5OO: dos Bedeles con 1.250 cada uno, y dos mozos de aseo, de los que uno será portero, á 1.000 cada uno.

En cada escuela elemental habrá in Escribiente con 1.250; un Conserje con 1.250; un Bedel con 1.000, y un mozo portero con 750 pesetas.



Art. 20º. Cada asignatura será objeto de una matrícula, que devengará por derechos 15 pesetas, pagadas en papel del Estado, y 2’50 pesetas pagaderas en metálico en calidad de derechos de examen, que se repartirán entre los examinadores.



Art.21º. Para ingresar como alumno en la Escuela de Comercio es preciso ser aprobado en un examen ante Tribunal de Profesores de la misma Escuela, de lectura, escritura, Aritmética, nociones de Historia universal y de España y de Geografía, con arreglo a un programa que de antemano publicará la Dirección general del ramo.



Art. 22º. Los exámenes de las enseñanzas de estas Escuelas se harán por asignaturas, formando el Tribunal tres Profesores numerarios, ó dos de éstos y un Ayudante.

Las notas de calificación serán Sobresaliente, Notable, Bueno, Aprobado y Suspenso.



Art. 23º El título de Perito mercantil se obtendrá después de aprobadas las asignaturas elementales, y previo un examen general teórico práctico, que durará, por lo menos, una hora.



Art. 24º. El titulo de Profesor mercantil se obtendrá después de ganadas todas las asignaturas superiores y previo un examen, que consistirá en la lectura de una Memoria compuesta por el alumno sobre un terna propio de la carrera, e1egido libremente, y del reconocimiento de un producto comercial.



Art. 25º. El Tribunal de examen para conceder los títulos do Perito y de Profesor mercantil se compondrá del Director de la Escuela, que será Presidente, y de cuatro Vocales, dos Profesores numerarios y dos comerciantes designados por el Presidente de la Cámara de Comercio de la población, cuya designación se verificará en el mes de Septiembre, previa invitación del Rector de la Universidad, siendo válido el nombramiento durante todo el curso académico.



Art. 26º. Para aspirar al título de Profesor mercantil no es necesario haber obtenido antes el de Perito mercantil, pero sí haber ganado todas las asignaturas elementales y superiores. En los exámenes de reválida de ambos títulos las notas serán Sobresaliente, Aprobado y Suspenso, debiendo publicarse en la Gaceta los nombres de los que obtengan la censura de Sobresaliente y comunicarlo á las Cámaras de Comercio y á los Centros mercantiles principales.



Art. 27º. Los derechos pagados al Estado serán 125 pesetas por el titulo de Perito mercantil y 230 por el de Profesor mercantil. Los derechos de examen para adquirir cada uno de éstos serán 25 pesetas, que se repartirán entre los examinadores.



Dado en San Ildefonso á once de Agosto de mil ochocientos ochenta y siete.

MARIA CRISTINA

El Ministro de Fomento

Carlos Navarro y Rodrigo



Ley de Quiebras de 1891.



1892. Se autoriza el uso de la medalla de la profesión como distintivo


Real Orden de 30 de enero.- Ilmo. Sr. : S.M. el Rey (Q.D.G.), y en su nombre la Reina Regente del Reino, de acuerdo, con lo informado por el Consejo de Instrucción pública, ha tenido á bien autorizar a los Profesores y Peritos mercantiles para que en todos los actos oficiales puedan hacer uso como distintivo de su profesión, de una Medalla, que en los primeros será de oro, y en los segundos de plata, con sujeción al modelo presentado por la Asociación de Profesores mercantiles aprobado por la Real Academia de


Bellas Artes de San Fernando, y sin otra modificación que suprimir en la leyenda del reverso la expresión "Escuelas de Comercio".

De Real orden lo digo á V.I. para su conocimiento. Dios guarde á V.I. muchos años, Madrid 30 de Enero de 1892.



1895. Se crea la Escuela de Comercio de Málaga. Después de repetidas peticiones a la Dirección General de Instrucción Pública, el Director de la Escuela fue autorizado en julio de 1895, a realizar las gestiones pertinentes para la consecución de un local adecuado en que instalar independientemente la Escuela.

La primera ubicación del Centro se dio en el ex convento de San Felipe, en Calle Gaona, donde hoy se encuentra el I.N.B. Vicente Espinel. En 1896 se trasladó a Calle JJ. Relosillas, hoy Beatas, y en 1961 se inauguró el edificio del Paseo de Martiricos. En la actualidad se encuentra en el Campus de El Ejido. Su primer Director fue D. Miguel Vega y Muñoz desde 1887



1901.- 3ª reforma de las enseñanzas mercantiles)



1903. Plan 22 de agosto (4ª reforma). – Titulo de Contador Mercantil expedido a quienes cursen el grado elemental de la carrera de Comercio (equivale al de Perito Mercantil por R.O. 20 octubre 1922) (RD 31.08.1922)



1909.



Primera Escuela Oficial Pericial de Comercio de León.



12 de septiembre de 1909. De la Memoria de la Escuela Oficial Pericial de Comercio de León, del curso 1915 a 1916 redactada por el Catedrático D. Fernando Lacarra Rodríguez, que posteriormente fue Director de la misma de 10 de enero de 1925 a 24 de septiembre de 1931:



"La idea inicial de constituir en León una Escuela Oficial de Comercio, se debe a titulares de la carrera mercantil, titulares entusiastas y prestigiosos como las Srs. D. Pedro Fernández -Llamazares y D. León Martín Granizo.



Allá por agosto de 1909, publicaron en la prensa local sentidos y cimentados artículos, argumentando los beneficios que a la población en general y al comercio en particular, reportaría la implantación de un establecimiento de la enseñanza mercantil en la capital de León.





La Cámara de Comercio, de la que era Vicepresidente D. Mariano Santos del Trigo, hizo suya la idea y con entusiasmo comenzó a estudiar los medios de realizarla. El Sr. Santos convocó a este efecto a una reunión que tuvo lugar en la Sociedad Económica de Amigos del País el día 12 de septiembre de 1909, y a la que concurrieron representantes de todas las fuerzas vivas de León, acordándose el nombramiento de una Junta permanente encargada de estudiar el asunto. Esta Junta se compuso del Sr. Alcalde de esta capital, presidente de la Diputación Provincial, Delegado regio de Industria y Comercio, Presidente de la Sociedad de Amigos del País, Director del Instituto General y Técnico, de un representante de la prensa local y de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio.

Esta Junta Directiva de la Cámara, en reunión con todos los individuos de la Corporación acordó como vía de ensayo, fundar por su cuenta una Escuela privada de Comercio, y seguir mas tarde estudiando los medios mas adecuados para conseguir el establecimiento oficial.

La Escuela privada se creó, como decíamos, sostenida con fondos de la Cámara de Comercio y pequeñas subvenciones de los Ministerio de Instrucción Pública y de Fomento, llevando la Dirección el actual Comisario Regio de la Oficial D. Mariano Santos del Trigo, y funcionó desde enero de 1910 hasta septiembre de 1915, que se estableció la Escuela Oficial Pericial de Comercio.

Inicia su andadura dando las clases en los locales de la Sociedad Económica de Amigos del País de León, hasta que para el curso 1915-16 pasa a un local cedido por la Cámara de Comercio e Industria por carecer de local propio; el curso 1916-17 ante el gran aumento de alumnado para el 2º curso, que hace imposible continuar en el mismo local que el curso anterior, hubo que habilitar las clases en en Centro Obrero Leones, cedido gratuitamente por su Junta Directiva; para el siguiente curso pasa a la calle Daoiz y Velarde, en el antiguo convento de los Padres Escolapios, (en 1862 calle de la Canóniga, según plano de Joaquín Pérez de Rozas) y actualmente calle Pablo Flórez, al lado del entrañable y siempre nostálgico Corral de Villapérez, a la sombra de nuestra bellísima Catedral.



1910. 5ª reforma de los estudios mercantiles. Los titulados lucharon por la “dignificación” de sus salidas profesionales. Algunos Titulares Mercantiles llegaron a altos puestos políticos como ocurrió este año cuando el presidente de honor del Colegio de Titulares Mercantiles de Madrid, José Canalejas, fue nombrado presidente del Consejo de Ministros. El mismo año de su nombramiento creó una Dirección General de Comercio.



1912. 6ª reforma de los estudios mercantiles. La carrera así definida contó con un nuevo grado con el plan de estudios de fecha 27 de septiembre: Profesor Mercantil Superior. Se correspondía con un curso de ampliación donde se estudiaban las materias de Estadística matemática y Teoría de los seguros, Derecho consular y Política económica de los principales estados.

Las Escuelas que lo impartieron - otra vez autorizadas Madrid y Barcelona- añadirían a su nombre el de ‘Especiales’, además del de ‘Superiores’.





1913. Un exponente de la tecnocracia político-mercantil de esta época fue Francisco Bergamín García, catedrático de Economía Política de la Escuela de Madrid que ocupó el cargo de Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes desde octubre de 1913 a diciembre de 1914. Sus conceptos sobre la enseñanza mercantil y su proyecto de desenvolverlos en tres grados (Superior o universitario, Escuelas de Comercio y Enseñanza Elemental) se dejaron ver en el plan de estudios establecido por Real decreto de 16 de abril de 1915.

El Profesor Mercantil Superior pasó a denominarse Intendente, dividido en tres clases:

Comercial, Consular y Actuarial. De menor a mayor rango, las Escuelas quedaron con los siguientes nombres: Escuelas Periciales de Comercio; Escuelas Profesionales; y Escuelas Especiales de Intendentes Mercantiles, ésta, a su vez, con las secciones: Comercial, Consular, y Actuarial.



1914. Como referencia de este año, dos interesantes discursos, uno de Bergamín, a la sazón ministro como ya se reseño anteriormente, y otro del padre Chalbaud, hablando ambos sobre la necesidad de estudios mercantiles.

Bergamín: “Hoy mismo no hay nación que no se preocupe de buscar en el comercio el principal elemento de su vida económica, de su poderío y de su riqueza. La industria nacional no existiría si, limitada exclusivamente a satisfacer necesidades de orden interior, no buscara la expansión que sólo el comercio le proporciona; éste le manifiesta esa riqueza exterior, y al hacer, con el cambio de productos, que vuelvan,

acrecenta la de la nación que les dio origen y vida”

Padre Chalbaud: “El intento de formar los jefes de las empresas, los hombres de negocios, los gerentes, en una palabra, los directores; es preciso elegir aquellas disciplinas que les habiliten para relacionarse con sus inferiores y colaboradores, conocer sus necesidades, su cometido, saber sobre todo organizar y armonizar sus trabajos, apreciar sus dictámenes, saber pedirlos y entenderlos”

El padre Chalbaud, miembro de la Compañía de Jesús, fue el encargado de pronunciar el discurso de apertura de la Universidad Comercial de Deusto.

El éxito de esta universidad privada y el fracaso de las Escuelas de Comercio queda resumido en la distinta proyección de estos dos trozos de discurso: el primero se centra en el comercio y el segundo en las tareas gerenciales-industriales y sociales.



1915. Se crea oficialmente la Escuela Pericial de Comercio de León. (Gaceta de Madrid Num. 108 de 18 de abril)

Real Decreto de 16 de abril de 1915.- Viene el Gobierno de V.M. procurando con preferente solicitud cuidar de aquellas enseñanzas especiales que por su naturaleza y aplicación prácticas estimulan y fomentan el acrecentamiento del bien individual y colectivo, encauzando el trabajo intelectual en más práctica y provechosa tendencia con derivada e inmediata utilización hacia aquellos elementos de riqueza del país cuyo desarrollo conduce al bienestar nacional.

Por eso, con cuidado y atención extremos, ha estudiado y procura reformar las Escuelas especiales, así Mercantiles como de Artes e Industrias, haciendo mas prácticos sus estudios y procurando hacer mas útiles sus aprovechamientos.

Por lo que afecta a la enseñanza mercantil, su desenvolvimiento y transformación que ha ido teniendo en los distintos planes oficiales de enseñanza, obligaba a consolidar de una vez cuantas reformas útiles la práctica ha venido demostrando que conviene conservar y corregir aquellas deficiencias que también puede la experiencia acreditar, en el intervalo de tiempo transcurrido desde que fueron inciadas las Escuelas de Comercio en el Real Decreto 18 de marzo de 1857, hasta la última reforma de 1912, pasando por los planes diferentes de 1887, 1901, 1903 y 1910.

Puede decirse que la reforma que el Ministro que suscribe tiene el honor de someter á la aprobación de V.M. , no es otra que la de ampliar con derivaciones lógicas y necesarias en plan de estudios vigente, y en aquel sentido y con aquella orientación que el Consejo de Instrucción Pública hubo de dar en su in forme al evacuar el que le fué pedido en 5 de marzo de 1911.

Notábase también una deficiencia en las enseñanzas prácticas conducentes a determinadas funciones, de las que necesitaba valerse el mismo Poder público para el atinado cumplimiento de sus fines, en dos determinados conceptos. Era el primero el de completar conocimientos bastantes á formar el plantel de donde pudieran salir en lo futuro los representantes consulares de nuestro país y los agentes comerciales á sus órdenes.

Requieren los modernos tiempos un doble aspecto de los conocimientos de esos agentes de la nación: el uno en el orden jurídico, por las funciones privativas que integran su ministerio, y el otro en el orden mercantil, por la directa relación que han de tener, para ser útiles, sus mismas funciones, con los intereses comerciales de su pueblo.

De igual manera, reconocida ya en algún precepto legislativo, notábase la necesidad de aquellos centros donde hubieran de adquirirse conocimientos especiales que facilitaran la acción investigadora y de fiscalización, reservada al Poder público, para cuidar del recto cumplimiento de los fines encomendados á cierta clase de Sociedades ó Empresas, fácilmente capaces en el abuso posible, de quebrar el respeto á los intereses de los que en ellas depositaron su confianza.

Tal sucede con las Compañías de seguros y con otro considerable número de Sociedades anónimas, que deben siempre estar intervenidas en su administración y funcionamiento por delegados de Poder ejecutivo, que procuren hacer eficaz la propia ley que rigen a tales organismos en sus Estatutos consignada, siendo a la vez defensores del interés social, representado por aquellos particulares que depositan sus bienes y esperan en el porvenir determinados beneficios resultados de la gestión y marcha ordenada administrativa en las mencionadas Empresas.

Así, la función actuarial, de indispensable aplicación práctica ya en nuestro País para las Compañías de seguros, no tenía hasta hoy un organismo cuya función docente capacitara para el ejercicio de aquella profesión y aun función social.

Para remediar esas dos notorias deficiencias y procurar á la vez dar el verdadero concepto de lo que puede y debe ser la expansión comercial de nuestra Patria, en el proyecto que se somete a la aprobación de V.M. se crean Secciones superiores de altos estudios dentro de la Carrera mercantil, que han de ser suficientes para llenar el vacío que se venía notando.

Precisaba también extender la enseñanza práctica de aquellas indispensables y elementales materias que, preparando al agente auxiliar del comercio, facilitara útil ocupación á una parte, no por modesta, menos digna de atención y cuidado de nuestras clases media y trabajadora. A tal fin se atiende con la creación de aquellas Secciones elementales, donde en tiempo y ocasión adecuados se faciliten conocimientos prácticos que permitan desde luego el útil empleo del trabajo personal.

En lo fundamental, se consolida en este proyecto cuanto de útil enseñó la experiencia que existía en los últimos planes de esta especial enseñanza, y si en las pocas novedades que contiene hubiera presidido el acierto para conseguir resultados satisfactorios de la reforma misma, se habría conseguido poner un jalón mas para orientar y dirigir útil y convenientemente la instrucción por senderos que la desvíen y aparten de aquellas perniciosas tendencias que la hacen inútil y estéril en sus resultados.

Por esta razón, el Ministro que suscribe, tiene el honor de someter á la aprobación de V.M. el siguiente proyecto de Decreto.

Madrid, 16 de Abril de 1915.

SEÑOR:

AL.R.P. de V.M.

Conde de Esteban y Collantes.

REAL DECRETO

En cumplimiento de la vigente ley de Presupuestos, y á propuesta del Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes,

Vengo a decretar lo siguiente:

Articulo 1º. Los estudios Mercantiles quedarán organizados en las Escuelas de Comercio, á tenor de lo que se dispone por el presente Decreto, estableciéndose los grados elemental, medio y superior.

El primero irá precedido de las enseñanzas de carácter general, que son indispensable preparación para los estudios técnicos.

El grado superior se descompondrá en tres derivaciones de especialización, que serán las Comerciales, Actuarial y Consular.

Afectas a las Escuelas de Comercio se crearán, á medida que los recursos del presupuesto lo permitan, Secciones nocturnas de vulgarización de conocimientos comerciales elementales y prácticos para adultos de ambos sexos.

Art. 2º. Las Escuelas en que sólo se cursen las enseñanzas del periodo preparatorio y grado elemental se llamarán Escuelas Periciales de Comercio, las que abarquen además las asignaturas de grado medio se denominarán Profesionales, y serán Escuelas Especiales de Intendentes mercantiles las que contengan al propio tiempo una o varias de las Secciones superiores de especialización, recibiendo la Escuela de Madrid la designación de Central.

Art. 3º. Adoptarán en consecuencia, el nombre de Escuelas Profesionales de Comercio las de Alicante, Bilbao, Cádiz, Coruña, Gijón, Las Palmas, Málaga, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife, Santander, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza.

En la Escuela Central existirá la totalidad de las enseñanzas mercantiles con las tres Secciones superiores de especialización.

A la Escuela Especial de Barcelona se le asigna la Sección Comercial.

Art. 4º. Se crean en León, y en San Sebastián Escuelas Periciales de Comercio.

El artículo 40, regula las materias a impartir en el primer cursillo de las Secciones elementales de Comercio, que eran:

Operaciones aritméticas fundamentales y, aritmética mercantil.

Teneduría de libros.

Geografía.

Ortografía, Caligrafía y Mecanografía.

Como queda dicho, siendo ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, D. Saturnino Esteban Miguel y Collantes (Conde de Esteban Collantes), y Presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Dato.

Con arreglo al párrafo 6º del articulo 69, los Peritos Mercantiles tienen aptitud legal para aspirar a todos aquellos destinos a que el orden administrativo puedan aspirar los Bachilleres.



Como referencia histórica, este año por primera vez los españoles lo inician comiendo las doce uvas al son de las campanadas del reloj de la Puerta del Sol de Madrid.

Este año, por primera vez en la historia, un socialista se sienta en el congreso de los diputados, es Pablo Iglesias.

En 1910 se demolió la edificación denominada "Puerta Obispo", que unía nuestra Catedral con el Palacio episcopal.



Profesores Mercantiles al servicio de Hacienda

Gaceta de Madrid Viernes 23 julio 1915 Núm. 204.-Pág. 221

MINISTERIO DE HACIENDA

EXPOSICION



Real Decreto 19 de julio de 1915

Las funciones encomendadas a los Profesores Mercantiles en la administración de tributos han venido creciendo durante el último decenio, así en extensión como en importancia, sin que este desarrollo responda a plan sistemático alguno, sino a las necesidades de cada momento. El daño principal que esta carencia de plan sistemático ha producido consiste en la falta de correspondencia entre la importancia de las facultades concedidas a los Profesores mercantiles y las garantías para la selección del personal. Hasta la promulgación del Real decreto de 30 de diciembre de 1912 ha imperado el libre nombramiento, sin otro requisito que el título profesional, régimen a que puso fin el Decreto citado, estableciendo la oposición como medio único de ingreso, aunque hasta ahora no se había implantado.



En el proyecto adjunto se mantiene el principio de la oposición; pero se adiciona con preceptos que tienden a obtener, además de la garantía científica, aquellas otras de orden moral y práctico que, si siempre son conveniente, resultan, en relación con los servicios que prestan los Profesores mercantiles a la Hacienda, las mas apetecibles.



El derecho vigente establece la compatibilidad entre el sistema de oposición y la cesantía por conveniencia del servicio. Este régimen ha parecido al Ministro que suscribe absolutamente necesario, y lo mantiene en el proyecto de Decreto como nueva afirmación de la necesidad de que el empleado rinda el servicio debido a la Administración para estar seguro de su permanencia en el cargo.



Fundado en estas consideraciones, el Ministro que suscribe tiene el honor de someter a V.M. el adjunto proyecto de Decreto.

Madrid, 19 de julio de 1915

A.L.R.P. de V.M.

Gabino Begallal

REAL DECRETO

A propuesta del Ministro de Hacienda, Vengo a decretar lo siguiente:

Articulo 1º. El personal de Profesores mercantiles con derecho a ocupar las plazas a ellos asignadas en las plantas del Departamento de estará constituido:

(siguen 26 artículos mas con las bases del concurso)



1918. Según el articulo 5º del Real Decreto de 4 de enero, de la Presidencia del Consejo de Ministros, el artículo 27 del Real Decreto de 30 de diciembre del Ministerio de Instrucción Pública y la sentencia del Tribunal Supremo de 13 de junio de 1916 (Gaceta 12 y 15), el titulo de Profesor Mercantil equivale y es asimilado al de Licenciado en una Facultad y gozará de los mismos privilegios académicos.



1919. El 17 de abril se aprobó la autonomía de las universidades, lo que permitía proponer la creación de facultades de economía en las universidades. Varias fueron las propuestas.



Real Decreto de 4 de julio. Conformándome con las razones expuestas por el Ministro de Instrucción pública y Bellas Artes.

Vengo a decretar los siguiente:

Articulo 1.º Los Profesores mercantiles que hayan hechos sus estudios por los planes de enseñanza anteriores al de 1915 y que, por tanto, obtuvieron este titulo en un régimen legal en que constituía el grado superior de la carrera de Comercio, tendrán, para todos los efectos legales, además de los derechos inherentes al mismo, los que en la actualidad estén conferidos o en lo sucesivo puedan conferirse a los Intendentes mercantiles en sus tres Secciones Comerciales, Actuariales y Consular.



1919. Se constituye el Colegio Oficial de Titulares Mercantiles de León el día 4 de agosto de 1919 siendo su primer Presidente D. Fernando Taibo y Portela. (acta nº 1 del Libro de Actas del Colegio)



Real Orden, 28 de marzo 1922

Gaceta de Madrid 1 de abril 1922 Núm. 91

Equipara los Peritos Mercantiles a los Profesores Mercantiles en el orden profesional



MINISTERIO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA Y BELLAS ARTES

Señor Director general de Primera enseñanza.



Ilmo. Sr.: Vistas las peticiones y consultas elevadas a este Ministerio con motivo de la organización de las Escuelas de Comercio por el Real decreto de 3 de los corrientes y de su adaptación a los alumnos que han comenzado la carrera mercantil con arreglo al plan de 1915,

S.M. el Rey (q.D.g.) ha tenido a bien resolver lo siguiente:



1° Los alumnos que hayan comenzado los estudios mercantiles por el plan establecido, en el Real decreto de 16 de Abril de 19l5, tendrán derecho a optar entre proseguirlos y terminarlos con sujeción al mismo plan o acomodarse al nuevo, según las reglas de adaptación señaladas por el Rea1 decreto de 3 del mes actual.



2° Quienes aspiren a ingresar en las Escuelas de Comercio, en cualquiera de las convocatorios de Junio o Septiembre del presente año, se someterán a los requisitos y pruebas que determinan los artículos 50 y 51 del nuevo real Decreto orgánico salvo que soliciten, además, matrícula y examen de asignatura o asignaturas, en cuyo casó habrán de ajustarse a las condiciones y plan de estudios de 1915.



3º Habiéndose acordado por Real orden de 13 de los corrientes, inserta en la Gaceta del 16, que se abra una información entre las Escuelas de Comercio para que formulen por escrito aquellas iniciativas e ideas que estimen oportunas en relación con el futuro Reglamento de dichos Centros, se amplia, dentro del plazo ya fijado la consulta expresa a los Claustros en cuanto a las modificaciones que, a su juicio, deberían introducirse en el referido Decreto orgánico, a fin de que las Escuelas denominadas Periciales por el plan de de 1915 puedan expedir titulo académico equivalente al antiguo de Perito o Contador mercantil; teniendo presente que al título de Perito mercantil del nuevo plan se le reconocen la misma categoría e iguales prerrogativas de que disfrutan, en el orden profesional, los Profesores mercantiles del plan de 1915, salvo el derecho, reservado al título facultativo de enseñanza superior, de ingresar en el Profesorado oficial de las expresadas Escuelas.



De Real orden lo digo a V. I. para su conocimiento y demás efectos. Dios guante a V. I. muchos años, Madrid, 28 de Marzo de 1922,

Señor Subsecretario de este Ministerio



1922. Ley 26 de julio, de Suspensión de Pagos, en el párrafo segundo del artículo cuarto, dispone que el Juez cuando dicte la providencia en la que se declare el estado de suspensión de pagos del comerciante, designará tres interventores, dos de los cuales serán Peritos Mercantiles.



Real Decreto 31 de agosto de 1922. (Mº de Instrucción Pública. G. 3 septiembre, rect. 7 y 10).

Organización de los Estudios Mercantiles en las Escuelas de Comercio.

Escuela Pericial de Comercio de León (art. 4º)

Este Real decreto fue derogado por el de 28 de noviembre de 1925 (G. 1 de diciembre), que aprobó el Estatuto de la enseñanza mercantil, y fue puesto nuevamente en vigor por el Real Decreto 29 de septiembre de 1928 (G. 3 de octubre) que derogó a su vez el Estatuto, estuvo vigente hasta 1953.



GRADOS DE ENSEÑANZA, TÍTULOS ACADÉMICOS Y DENOMINACIONES DE LAS ESCUELAS.



Artículo 1º. Los estudios mercantiles quedarán organizados en las Escuelas de Comercio, comprendiendo tres grados:

Grado elemental o pericial (Peritaje Mercantil)

Grado profesional o técnico (Profesorado mercantil)

Grado Superior o de altos estudios (Actuario de Seguros o Intendente Mercantil)

Al primero precederán las enseñanzas preparatorias que determina el presente Decreto.

El grado superior abarca dos especialidades; la Actuarial y la Mercantil.

Independientemente de estos grados, habrá Secciones de vulgarización de conocimientos comerciales, elementales y prácticos, para adultos ambos sexos.



Artículo 2º. La aprobación de los cursos de la correspondiente reválida de cada uno de los grados y especialidades dará derecho a obtener los siguientes títulos:

De Perito Mercantil, en el grado elemental o pericial.

De Profesor Mercantil, en el grado profesional o técnico.

De Actuario de Seguros, de especialidad actuarial.

De Intendente Mercantil, en la especialidad mercantil.

Los de Actuario de Seguros y de Intendente Mercantil, se considerarán títulos facultativos de enseñanza superior, gozando las prerrogativas inherentes al titulo de Doctor.

Por R.O. 20 octubre 1922 (G.28) se dispuso que el título de Contador mercantil, espedido a quienes cursaron el grado elemental de la carrera de Comercio, según el plan de 22 agosto de 1903, equivale al de Perito mercantil establecido en los demás planes de estudios respecto al mismo grado de enseñanza, y, en su consecuencia, que ambos títulos académicos está equiparados para todos los efectos legales.



Artículo 3º. Las Escuelas de Comercio, según el grado de enseñanza que en ellas se curse, recibirán las siguientes denominaciones:

Escuelas Periciales de Comercio, según el grado de enseñanza que ellas se curse, recibirán las siguientes denominaciones:



Escuelas Periciales de Comercio; aquellas en que solo se curse las enseñanzas de grado elemental o pericial.

Escuelas Profesionales de Comercio; aquellas en que se cursen, además de las disciplinas del grado precedente, las que integran el profesional o técnico.

Escuela de Altos Estudios Mercantiles; aquellas en que se cursen las enseñanzas de los dos grados anteriores y una o ambas especialidades del superior.



Artículo 4º. Las actuales Escuelas de Comercio quedarán clasificadas, de conformidad con lo dispuesto en el artículo anterior, en la forma que a continuación se expresa:



Escuelas Periciales de Comercio: las de León, Oviedo, San Sebastián, Vigo, Jerez de la Frontera, Murcia y Cartagena.

Escuelas Profesionales de Comercio: las de Alicante, Cádiz, La Coruña, Gijón, Las Palmas, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife, Santander, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza.

Escuelas de Altos Estudios Mercantiles: las de Madrid, Barcelona, Bilbao y Málaga.

Estas categorías, se modifican por decreto 15 septiembre 1932



1923. R.O. 17 diciembre (Ref.7747). Conmutación de asignaturas de la Carrera de Comercio por las de Bachillerato del plan de 1903.



1924. R.O. 20 mayo. (Ref.7748) Se conmutan asignaturas de la Carrera de Comercio por las de las Escuelas Normales, plan de 1914.



1931. Con la llegada de la República, fueron sustituidos los emblemas y atributos monárquicos que tenían todas las instituciones académicas por los ahora vigentes.



1932. Real Decreto19 de septiembre. Razonaba en su exposición de motivos, "por el constante aumento de alumnos y matrículas en las Escuelas de Comercio de Vigo, León y Jerez de la Frontera, y el desarrollo comercial en dichas poblaciones y a fin de evitar que los numerosos alumnos que terminan el Peritaje y no tenian posibilidades económicas para continuar sus estudios en otras ciudades, y vean truncadas sus carreras". El Consejo de Ministros a propuesta del de Instrucción Pública y Bellas Artes, que en aquella fecha era D. Fernando de los Rios Urruti y por Decreto de 15 de septiembre se crean nuevas Escuelas Periciales de Comercio en Logroño, Badajoz, Burgos, Jaén, Lugo Huelva, Orense, Sabadell y Vitoria, y se elevan a la categoría de Escuelas Profesionales de Comercio; las de Alicante, Cádiz, Cartagena, Ciudad-Real, Granada, Jerez de la Frontera, Las Palmas, León, Murcia, Oviedo, Palma de Mallorca, Pamplona, Salamanca, San Sebastián Santander, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vigo y Zaragoza; y a Escuelas de Altos Estudios Mercantiles, las de Barcelona, Bilbao, Gijón, La Coruña, Madrid y Málaga.



1933. La Universidad de Barcelona reformaría los estudios de la Facultad de Derecho, convirtiéndola en una Facultat de Dret i Ciències Econòmiques i Socials, con una posible especialización en economía en la parte final de la licenciatura. Sin embargo, la licenciatura estaría dominada desde su inicio por los estudios jurídicos. La universidad que más avanzó en la carrera de disponer de una Facultad de Economía independiente fue la de Valencia, bajo la inspiración del profesor José María Zumalacárregui, llegando a definir un plan de estudios completo que llegaba en plena guerra civil, lo que hizo imposible lograr su consolidación y desarrollo.



1937 Se crea la Facultat de Ciències Jurídiques, Polítiques i Econòmiques en la Universidad de Valencia. El 13 de septiembre de 1937, en una nueva reunión de la junta de la Facultad de Derecho, se aprobaba el plan para los estudios de la sección de ciencias económicas. Ese plan aparecería en la Gaceta de la República el día 28 de septiembre de 1937, plan que se recogió también en el Preámbulo de los Anales de la Universidad de Valencia (segunda época, núm. I, 1937).



1942. Decreto 15 de diciembre, (Mº Hacienda. B.O.28) Estatutos del Consejo y Colegios Oficiales de Titulares Mercantiles , rectificados 15 de febrero 1943, modificados por Decreto 3331/1967, de 28 de diciembre (BOE, 22.01.1968)



1943. La primera facultad de economía en la universidad española se creó como consecuencia del artículo 15 de la ley de 29 de julio, sobre ordenación de las universidades españolas, que al enumerar las facultades que podían formar parte de nuestra universidad las concretó en un máximo de siete (filosofía y letras, ciencias,

derecho, medicina, farmacia, ciencias políticas y económicas y veterinaria). La inclusión de la facultad de ciencias políticas y económicas era una novedad. Una orden del Ministerio de Educación de 7 de septiembre de 1943 resolvía “que quedase creada la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas en la Universidad de Madrid”.



Integración de las Escuelas de Comercio en la Facultad

1953. La Ley de 17 de julio, (Jefatura del Estado). ESCUELAS DE COMERCIO - FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS, ECONOMICAS Y COMERCIALES. Ordenación de los estudios económicos y comerciales.

La evolución de la economía y la industria en los últimos tiempos hace necesaria una transformación de los estudios mercantiles y obliga a prestar una atención preferente a los problemas de la técnica comercial, cuyo mayor perfeccionamiento redunda en beneficio general.

La creación de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas supuso una primera etapa del plan de ordenación de las enseñanzas de la economía, la cual se completa hoy con la reforma de la carrera mercantil, cuyos titulares han contribuido de modo eficaz, con su preparación y conocimientos, al progreso de la técnica de la contabilidad y administración de empresas.

Se mantiene en esta Ley la estructura tradicional de los estudios de comercio, que se distribuyen en dos periodos: uno técnico y otro universitario, ampliándose el contenido del primero, con el fin de lograr que el profesor mercantil alcance el grado de conocimientos que exige su función propia en el orden profesional.

Los estudios superiores de Comercio (Intendencia mercantil y Actuario de Seguros) y la actual Facultad de Ciencias Políticas y Económicas se integran en la nueva Facultad de Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales, que otorgará el título académico de licenciado, que en las secciones de Ciencias Económicas y Comerciales contará con especialidades en Economía General, Economía de Empresa y Seguros correspondientes en el orden profesional, a la actual actividad de Economía, Intendente y Actuario de Seguros, coordinándose de este modo las enseñanzas oficiales de economía y comercio.

Los problemas transitorios relativos a provisión de cátedras, tanto en a las Escuelas de Comercio como en la Facultad, adaptación de los planes actuales a la nueva ordenación, así como el reconocimiento de los derechos previstos en la legislación vigente para los titulares mercantiles han sido resueltos con un criterio de amplitud.



Decreto 23 de julio 1953 del Ministerio de Educación Nacional. ESCUELAS DE COMERCIO. Plan de estudios y régimen.

Artículo 1º. Las enseñanzas mercantiles, en su periodo técnico, tendrán una duración de ocho años, distribuidos en cinco cursos, para obtener el título de Perito Mercantil, y tres mas para el de Profesor Mercantil.

Articulo 3º. El ingreso en el periodo técnico se realizará a la edad mínima de diez años, en convocatorias de junio y septiembre.



1956. Decreto 16 de marzo del Ministerio de Educación Nacional. ESCUELAS DE COMERCIO. Modifica el Decreto 23-7-1953 que aprobó el plan de estudios.

El articulo 1º modifica la duración de las enseñanzas mercantiles, que en su periodo técnico tendrán una duración de seis años, tres cursos para obtener el titulo de Perito Mercantil, y tres años mas para el de Profesor Mercantil.

Para el acceso se requiere la edad mínima de 14 años y el título de Bachiller elemental o laboral.



1960. en día 1 de mayo, Se inaugura el nuevo edificio de la Escuela de Comercio de León, en el jardín de San Francisco.

Se constituye el Instituto Técnico de Contabilidad de Empresas y Administración "ITECA", durante la inauguración del nuevo edificio de la Escuela Profesional de Comercio de León, nombrándose Presidente del mismo a D. José Manuel Fernández Pirla, Catedrático y alto funcionario del Ministerio de Hacienda. Lo crea el Consejo Superior de Colegios Profesionales de Titulares Mercantiles de España.

Son fines del ITECA: Fomentar la investigación contable, no solamente en el aspecto contable y científico, sino también en el ámbito de la técnica.

Colaboración de todos los profesionales en el conjunto de los problemas que plantea la normalización y planificación contable en su amplia dimensión.

Y por último las modernas técnicas de organización y administración de empresas que constituyan preocupación del Instituto, que en todo momento pretende servir al Titular Mercantil ejerciente.



Decreto 2393/60 de 22 de diciembre.-COLEGIO DE ECONOMISTAS.- Articulo 6º.- Para pertenecer al Colegio habrá de acreditarse: ser español, estar en posesión del titulo de Doctor o Licenciado en Ciencias Políticas y Económicas (Sección de Economía) o en ciencias Políticas,. Económicas y Comerciales (Sección de Económicas y Comerciales).

Los Intendentes Mercantiles, a que se refiere el párrafo primero del articulo 23 de la Ley de 17 de julio de 1953 sobre Ordenación de las Enseñanzas Económicas y Comerciales, podrán incorporarse al Colegio en las mismas condiciones, derechos y deberes que los titulados en el párrafo anterior.



1964. Le Ley 41, de 11 de junio, de la Jefatura del Estado-Contribuciones e Impuestos, aprueba la Reforma del Sistema Tributario.

El Real Decreto núm. 2985, de fecha 2 de julio aprueba el Texto Refundido de la Ley sobre Regularización de Balances.



1967. Decreto 3331, de 28 de diciembre, (BOE 22.01.1968) que modifica el DECRETO 15 diciembre 1942 (Mº Hacienda B.O. nº 28, rect. 15 febrero 1943) Estatutos del Consejo y Colegios Oficiales de Titulares Merfcantiles.



1968. ORDEN de 12 de julio, por la que se establecen normas para la designación de los miembros del Pleno del Consejo Superior y de las Juntas de Gobierno de los Colegios de Titulares Mercantiles y Organismos dependientes.



1970. Ley 14 de 4 de agosto, (Jefatura del Estado) ENSEÑANZA EN GENERAL, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa. Disposición transitoria 2ª, Diez. Se desarrollaran orgánicamente y cuando proceda en departamentos los estudios específicos de las enseñanzas mercantiles en todos los ciclos universitarios, de acuerdo con los artículos sesenta y nueve y siguientes, garantizando la demanda de la sociedad en todo lo referente a las exigencias de la empresa. Los actuales centros de las escuelas profesionales de comercio se integraran en la Universidad como escuelas universitarias.

Decreto 2459/70 de 22 de agosto, sobre calendario de aplicación de la reforma educativa establece que en el curso 1971-1972 se iniciara con carácter experimental, las enseñanzas del primer curso de las Escuelas Universitarias. En el curso académico 1972-1973, con el mismo carácter experimental el segundo y con carácter general el primero. Y en el curso 19173-1974, con carácter experimental el tercero y general el segundo, para quedar ya implantado en el curso 1974-75, con carácter general, el tercero.



1971. Decreto 2498, de 17 de septiembre, indica que mediante O.M. se designaran los Centros experimentales, previa iniciativa del Rectorado respectivo y el dictamen de la Junta Nacional de Universidades.



1972. Decreto 1378 de 10 de mayo, (Ministerio de Educación y Ciencia). ESCUELAS UNIVERSITARIAS DE ESTUDIOS EMPRESARIALES Integración en la Universidad de las Escuelas de Comercio, que pasan a denominarse Escuelas Universitarias de Estudios Empresariales.



1973. El Decreto nº 530/73, de 22 de febrero del Ministerio de Hacienda, aprueba el Plan General de Contabilidad, que se deroga en 1990.



1974. Se aprueba la Ley 2 de 13 de febrero, de Colegios Profesionales, modificada por la Ley 74/1978, de 26 de diciembre, modificada por el Real Decreto-Ley 5/1996, de 7 de junio, actualizada por la Ley 7/1997, de 15 de abril.



1977. Real Decreto núm.871, de 26 abril, (Presidencia) por el que se aprueba el Estatuto Profesional de Economistas y de Profesores y Peritos Mercantiles (BOE 101 de 28.04.1977)



27 diciembre 1978.- Se aprueba la Constitución Española

Artículo 36.- La Ley regulará las peculiaridades propias del régimen jurídico de los Colegios Profesionales y el ejercicio de las profesiones tituladas. La estructura interna y el funcionamiento de los Colegios deberán ser democráticos.

Articulo 139.- Todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado.

1979 Real Decreto 26 de enero, num.265/79 del Ministerio de Educación y Ciencia. ESCUELAS DE COMERCIO. Transformación de las Periciales en Centros de Formación Profesional. Articulo 1º. Las actuales Escuelas Periciales de Comercio, dependientes del Ministerio de Educación y Ciencia, se transforman en Centros Nacionales de Formación Profesional de primero y segundo grado.

1983. Orden 27 enero 1983. Ministerio de Educación y Ciencia. FORMACIÓN PROFESIONAL. Convalidación de estudios de Peritaje Mercantil con enseñanzas de la de 2º grado, rama Administrativa y Comercial. (BOE 23.02.) 1º Los alumnos que hayan superado cursos completos de los estudios de Perito Mercantil podrán obtener las siguientes convalidaciones en la rama Administrativa y Comercial de Formación Profesional de Segundo Grado: a) El primer curso de Perito Mercantil por el primer curso de las especialidades Administrativas o Secretariado. b) El segundo curso de Perito Mercantil con el segundo curso de las especialidades de Administrativo o de Secretariado, o bien, por el primer curso de las especialidades de Contabilidad o de Comercial.

1990. El Real Decreto 1643, de 20 de diciembre, del Ministerio de Economía y Hacienda, aprueba el Plan General de Contabilidad que sustituye al aprobado por Decreto 530/1973, de 22 de febrero.

1991. Real Decreto 1665/1991, de 25 de octubre, (desarrollado 28/02/2006) por el que se regula el sistema general de reconocimiento de los títulos de enseñanza superior de los Estados miembros de la Unión Europea y otro(s) Estado(s) partes, en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, suscrito el 2 de mayo de 1992, y ratificado por España el 26 de noviembre de 1993, que exigen una formación mínima de tres años de duración.

Artículo 3.

A los efectos de lo dispuesto en este Real Decreto:

a. Tienen la condición de profesiones reguladas aquellas que se relacionan en el anexo I.

Artículo 14.

1. Quienes de acuerdo con las disposiciones vigentes estén facultados para ejercer en España actividades propias de alguna de las profesiones reguladas que se enumeran en el anexo I, en virtud de títulos que ya no se expiden, gozarán de los mismos derechos que reconoce este Real Decreto a quienes estén en posesión del actual Título profesional oficial.

Anexo I.
Relación de profesiones reguladas en España.
Sector jurídico, contable y económico

Abogado
Actuario de Seguros.
Agente de la Propiedad Industrial.

Auditor de Cuentas
Diplomado en Ciencias Empresariales y Profesor Mercantil.
Economista.
Gestor Administrativo.
Graduado Social.
Habilitado de Clases Pasivas
Intérprete Jurado.
Procurador.
Técnico de Empresas y Actividades Turísticas.

Anexo IV.
Ministerios a los que corresponde la relación con las distintas profesiones

Ministerio de Economía y Hacienda

Actuario de Seguros, Auditor de Cuentas, Diplomado en Ciencias Empresariales y Profesor Mercantil, Economista, Habilitado de Clases Pasivas, Técnico de Empresas y Actividades Turísticas.

1995 Ley orgánica 10/1995, de 23 de noviembre del Código Penal: "Artículo 403.- El que ejerciere actos propios de una profesión sin poseer el correspondiente título académico expedido o reconocido en España de acuerdo con la legislación vigente, incurrirá en la pena de multa de seis a doce meses. Si la actividad profesional desarrollada exigiere un titulo oficial que acredite la capacitación necesaria y habilite legalmente para sus ejercicio, y no se estuviere en posesión de dicho título, se impondrá la pena de multa de tres a cinco meses.

Si el culpable, además, se atribuyese públicamente la cualidad de profesional amparada por el título referido, se le impondrá la pena de prisión de seis meses a dos años.



Los Peritos mercantiles incorporados a la Formación Profesional.- Real Decreto 1396/1995 de 4 de agosto, (modificado por RD 1754/1998) por el que se regula un segundo sistema general de reconocimiento de formaciones profesionales de los Estados Miembros de la Unión Europea y de los demás estados signatarios del acuerdo sobre el espacio económico Europeo y se compleme nta lo establecido en el Real Decreto 1665/1991, de 25 de octubre. (Anexo IV) BOE 197 de 18/08/1995



1997. Ley 7/1997, de 14 de abril, modifica la Ley de Colegios Profesionales 2/1974, de 13 febrero.



Ley 8 de 8 de junio, de Colegios Profesionales de Castilla y León. BOCYL 131 de 10/07



1998. REAL DECRETO 1754/1998, de 31 de julio, por el que se incorporan al derecho español las Directivas 95/43/CE y 97/38/CE y se modifican los anexos de los Reales Decretos 1665/1991, de 25 de octubre y 1396/1995, de 4 de agosto, relativos al sistema general de reconocimientos de títulos y formaciones profesionales de los estados miembros de la Unión Europea y demás Estados signatarios del Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo. (Ministerio de la Presidencia, BOE 188 de 7/8/1998)

ANEXO A

NUEVA REDACCIÓN DE LOS ANEXOS DEL REAL DECRETO 1665/1991, DE 25 DE OCTUBRE

Anexo I del Real Decreto 1665/1991, de 25 de octubre

RELACIÓN DE PROFESIONES REGULADAS EN ESPAÑA

Sector jurídico, contable y económico

Abogado.

Actuario de Seguros.
Agente de la Propiedad Industrial.

Agente de la Propiedad Inmobiliaria.
Auditor de Cuentas.
Diplomado en Ciencias Empresariales y Profesor Mercantil.
Economista.
Gestor Administrativo.
Graduado Social.
Habilitado de Clases Pasivas.

Intérprete Jurado.
Procurador.
Técnico de Empresas y Actividades Turísticas.
ANEXO B

NUEVA REDACCIÓN DE LOS ANEXOS I, II, III, IV, V Y VI DEL REAL DECRETO 1396/1995, DE 4 DE AGOSTO
Anexo IV del Real Decreto 1396/1995, de 4 de agosto
RELACIÓN DE PROFESIONES REGULADAS EN ESPAÑA, A LOS EFECTOS DE APLICACIÓN DEL PRESENTE REAL DECRETO
Agente y Comisionista de Aduanas.
Agente comercial.
Perito mercantil.
Sector educativo
Educador infantil.



2002. Decreto 26, de 21 de febrero por el que se aprueba el Reglamento de Colegios Profesionales de Castilla y León.

2005. Real Decreto 55/2005, de 21 de enero, por el que se establece la estructura de las enseñanzas universitarias y se regulan los estudios universitarios oficiales de Grado. BOE 21 de 25/01
2005. Real Decreto 56/2005, de 21 de enero, por el que se regulan los estudios universitarios oficiales de Postgrado. BOE 21 de 25/01
2006 Orden PRE/572/2006, de 28 de febrero, por la que se desarrolla el Real Decreto 1665/1991, de 25 de octubre, regulador del sistema general de reconocimiento de títulos de Enseñanza Superior de los Estados miembros de la Unión Europea y otros Estados partes en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, que exigen una formación mínima de tres años de duración, en lo que afecta a las profesiones cuya relación corresponde al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. BOE 53 de 03/03

Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. BOE 106 de 04/05

 
Historia de la contabilidad - historia contabilidad - la historia contabilidad
INTRODUCCIÓN

La contabilidad es una técnica que se ocupa de registrar, clasificar y resumir las operaciones mercantiles de un negocio con el fin de interpretar sus resultados. Como sabemos el origen de la contabilidad es de hace muchos años, desde que el hombre se dio cuenta de que su memoria no era suficiente para guardar la información necesaria. Desde el año 6000 a.c. ya existían los elementos necesarios para la actividad contable. En Grecia, Egipto y en los Valles de Mesopotamia llevaban registros y operaciones financieras de las empresas privadas y publicas en tablillas de barro.

El objetivo de la contabilidad es proporcionar información a los dueños y socios de un negocio sobre lo que se deba y se tiene. Se puede dividir en objetivo administrativo y financiero. El objetivo administrativo es proporcionar información a los administradores para que ellos planifiquen, tomen las decisiones y control de las operaciones y el objetivo financiero es proporcionar información de las operaciones realizadas por un ente, fundamentalmente en el pasado.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La memoria del ser humano es limitada. Desde que tuvo la invención de los primitivos sistemas de escritura, el hombre los ha utilizado para llevar a cabo el registro de aquellos datos de la vida económica que le era preciso recordar.

Las primeras civilizaciones que surgieron sobre la tierra tuvieron que hallar la manera de dejar constancia de determinados hechos con proyección aritmética, que se producían con demasiada frecuencia y era demasiado complejos para poder ser conservados en la memoria. Reyes y sacerdotes necesitaban calcular la repartición de tributos, y registrar su cobro por uno u otro medio. La organización de los ejércitos también requerían un cálculo cuidadoso de las armas, pagas y raciones alimenticias, así como de altas y bajas en sus filas.

Algunas sociedades que carecían de escritura en sentido escrito utilizaron, sin embargo, registros contables; es el caso de los Incas, que empleaba los quipus, agrupaciones de nudos de distintas formas y colores ordenados a lo largo de un cordel, y cuya finalidad, aún no desvelada totalmente era, sin duda, la de efectuar algún tipo de registro numérico.

MESOPOTAMIA

El país situado entre el Tigris y el Eufrates era ya en el cuarto milenio a. De J.C. asiento de una próspera civilización. Los comerciantes de las grandes ciudades mesopotámicas constituyeron desde fechas muy tempranas una casta influyente e ilustrada.

El famoso código de Hammurabi, promulgado aproximadamente en el año 1700 a. De J.C., Contenía a la vez que leyes penales, normas civiles y de comercio. Regulaba contratos como los de préstamo, venta, arrendamiento, comisión, deposito y otras figuras propias del derecho civil y mercantil, y entre sus disposiciones había algunas directamente relacionadas con la manera en que los comerciantes debían llevar sus registros.

Se han conservado miles de tablillas cerámicas que permiten formarse una imagen acerca de la manera en que los sumerios llevaban las cuentas. Gracias a esos testigos, inmunes al paso del tiempo, sabemos que ya en épocas muy antiguas existían sociedades comerciales, e las que las aportaciones de capital y el reparto de beneficios estaban cuidadosamente estipulados por escrito.

La propia organización del Estado, así como el adecuado funcionamiento de los templos, exigían el registro de sus actividades económicas en cuentas detalladas. Los templos llegaron a ser verdaderas instituciones bancarias, que realizaban prestamos.

El auge de Babilonia a comienzos del segundo milenio a. De J.C., es decir en la época de que data el Código de Hammurabi, trajo consigo un progreso en las anotaciones contables. Aparece entonces una manera generalizada de realizar las inscripciones, estableciéndose un orden en los elementos de éstas; título de la cuenta, nombre del interesado, cantidades, total general.

Los pueblos mesopotámicos utilizaban ya el ábaco para facilitar la realización de las operaciones aritméticas, que fueron sumamente laboriosas en todas las épocas, hasta la relativamente reciente introducción universal de la actual numeración arábiga.

La costumbre de insertar la plancha cerámica en una varilla, siguiendo un orden cronológico, creó verdaderos libros de contabilidad.

EGIPTO

El instrumento material utilizado habitualmente por los egipcios para realizar la escritura era el papiro. Las anotaciones de tipo contable, por su carácter repetitivo, llegaron a conformar un tipo de escritura hierática que ha resultado muy difícil de descifrar para los estudios.

Los escribas especializados en llevar las cuentas de los templos, del Estado y de los grandes señores, llegaron a constituir un cuerpo técnico numeroso y bien considerado socialmente.

De cualquier forma, y pese al papel decisivo que la contabilidad desempeño en el antiguo Egipto, no puede decirse que la civilización faraónica haya contribuido a la historia de la contabilidad con innovaciones o procedimientos que no hubieran sido ya utilizados por los poderosos comerciantes calderos.

Existen testimonios sobre contabilidad, tanto en Egipto como en Mesopotamia. Pagani, en su obra I Libri Comerciali [citado por Gertz, 1996:26], «quien al referirse a la Atenas del siglo V a.C., dice que había reyes que imponían a los comerciantes la obligación de llevar determinados libros, con el fin de anotar las operaciones celebradas...».

GRECIA

Los templos helénicos, fueron los primeros lugares de la Grecia clásica en los que resulto preciso desarrollar una técnica contable. Cada templo importante, en efecto poseía su tesoro, alimentado con los óbolos de los fieles o de los estados.

El lugar en el que los arqueólogos han encontrado más abundante y minuciosa documentación contable lo constituye el santuario de Delfos.

Los banqueros llevaban fundamentalmente dos clases de libros de contabilidad: el Diario (efemérides) y el libro de cuentas de clientes. El orden y la pulcritud con que se llevaban las anotaciones hizo que la exactitud de éstas llegara a ser reconocida por la ley, que otorgada a los libros de contabilidad valor de prueba principal.

La contabilidad pública también se desarrolló en las ciudades griegas.

Gertz (1996:32), afirma que «El primer gran Imperio Económico que se conoce fue el de Alejandro Magno (356,323 a.C.),...los banqueros griegos, fueron famosos en Atenas, ejerciendo su influencia en todo el Imperio. De ellos se dice: "Llevaban una contabilidad a sus clientes, la cual debían mostrar cuando se les demandara; su habilidad, y sus conocimientos técnicos hicieron que con frecuencia se les empleara para examinar las cuentas de la ciudad "(History of Modern Bank of Isue, Conant).»

ROMA

En el siglo I a, de J.C. se menospreciaba a una persona que fuera incapaz de controlar contablemente su patrimonio.

Los grandes negociantes llegaron a perfeccionar sus libros de contabilidad de tal manera que algunos historiadores han creído ver en ellos, se conservan sólo algunos fragmentos incompletos, un primer desarrollo del principio de la partida doble.

No hay ninguna prueba que acredite su empleo con anterioridad a la expansión comercial italiana de las postrimerías de la Edad Media.

Para que exista la Partida Doble no basta con la disposición de la cuentas en dos columnas enfrentadas, u otros detalles de forma; Es preciso que el principio que informa la Parte Doble se aplique inflexiblemente, sin excepciones.

Sin embargo, es donde se encuentran testimonios especificados e incontrovertibles sobre la práctica contable, desde los primeros siglos de fundada, todo jefe de familia asentaba diariamente sus ingresos y gastos en un libro llamado "Adversaria", el cual era una especie de borrador, ya que mensualmente los transcribía, con sumo cuidado, en otro libro, el "Codex o Tubulae"; en el cual, a un lado estaban los ingresos (acceptum), y al otro los gastos (expensum).

EDAD MEDIA

Durante el periodo románico del feudalismo el comercio cesó de ser una práctica común, por lo tanto el ejercicio de la Contabilidad tuvo que haber sido usual, aunque no se tenga un testimonio que lo compruebe.

La interrupción del comercio hizo que la Contabilidad fuese una actividad exclusiva del señor feudal, esto se debió a que los ataques e invasiones árabes y normandos obligaron a los europeos a protegerse en sus castillos.

La Contabilidad siempre se mantuvo activa, ya que los musulmanes durante sus conquistas expansivas fomentaron el comercio, dando lugar a la práctica de esta disciplina.

En la Europa del siglo VIII se conservo una ordenanza de Carlo Magno, llamada "Capitulare de Villis", en la cual se estipulaba el levantamiento de un inventario anual de las propiedades del imperio y del registro de sus registros en un libro que tuviese por separado ingresos y egresos.

Desde el siglo VI hasta el IX, el "Solidus" fue la unidad monetaria aceptada generalmente, dando lugar e la más fácil práctica de la Contabilidad, por ser ésta una medida homogénea.

En la Italia del siglo VIII, la contabilidad era una actividad usual y necesaria, tanto que en Venecia se conoció de una casta dedicada a tal práctica en forma profesional y constante. Es en esta ciudad donde se dio mayor impulso a la Contabilidad.

En la Europa Central de los siglos VIII y XII, donde la práctica contable se designo a los escribanos, por órdenes de los señores feudales.

En Inglaterra, el rey Guillermo, el Conquistador, mandó hacer el "Demosday Book" donde, entre otras cosas, contenía los ingresos y egresos de la corona.

Europa durante los siglos XI y XIV experimento cambios económicos, dando lugar a que la Contabilidad dejara de llevarse por los monjes y amanuenses de los feudos a la usanza romana.

La técnica de Partida Doble se implanto al final del siglo XIII.

Fueron tres ciudades italianas las que se consideraron los focos comerciales más importantes y por lo tanto contables, las tres ciudades fueron; Florencia, Venecia, y Génova.

Es para los años treinta del siglo XV, cuando se conoce mundialmente el sistema "a al Veneciana", que consistía en un juego de dos libros, uno que contenía los registros cronológicamente y el otro que agrupaba las cuentas de caja, corresponsalía, Pérdidas y Ganancias, y las cuentas patrimoniales, de tal manera que se puede decir que éste es el origen de los libros Diario y Mayor.

EDAD RENACENTISTA

Data de esa época el libro "Della mercatura et del mercanti perfetto", cuyo autor fue Benedetto Cotingli Rangeo, quien lo terminó de escribir el 25 de Agosto de 1458, y fue publicado en 1573.

El libro aunque toca la contabilidad de manera breve, explica de una manera muy clara la identidad de la partida doble, el uso de tres libros: el Cuaderno (Mayor), Giornale (Diario) y Memoriale (Borrador), afirma que los registros se harán en el Diario y de allí se pasarán al Mayor, el cual tendrá un índice de cuentas para facilitar su búsqueda, y que deberá verificarse la situación de la empresa cada año y elaborar un "Bilancione" [Balance]; las pérdidas y ganancias que arroje serán llevadas a Capital, habla también de la necesidad de llevar un libro copiador de cartas [Libro de Actas].

Sin embargo, es fray Lucas de Paciolo, quién en su libro "Summa", publicado en 1494, se refiere al método contable, que se conoció desde entonces como "A lla Veneziana", que amplia la información de las prácticas comerciales: sociedades, ventas, intereses, letras de cambio, etc.

En forma detallada toca el tema contable, luego en otros países se harían publicaciones que ampliarían el tema.
Llega el siglo XIX, y con él el Código de Napoleón (1808), comienza la Revolución Industrial, Adam Smith y David Ricardo, echan las raíces del liberalismo, la contabilidad comienza a tener modificaciones de fondo y forma, bajo el nombre de "Principios de Contabilidad", en 1887 se funda la "American Association of Public Accountants", antes, en 1854 "The Institute of Chartered Accountants of Scotland", en 1880 "The Institute of Chartered Accountants of England and Wales", organismos similares los constituyen Francia en 1881, Austria en 1885, Holanda en 1895, Alemania en 1896.

EDAD MODERNA

A comienzos del siglo XIX el proceso industrial empezaba su carrera de éxito, Adam Smith y David Ricardo, padres de la economía, fueron quienes iniciaron el liberalismo; es partir de esta época, cuando la Contabilidad comienza a sufrir los modificaciones de fondo y forma, que bajo el nombre de principios de contabilidad actualmente se siguen suscitando.

La bondad del primer diseño del Diario-Mayor-Único fue reunir en un solo volumen al Diario con su relación cronológica de conceptos, y al Mayor con la acumulación clasificada por esas cuentas, con sus respectivos cargos y abonos, ahorrándose así gran cantidad de tiempo, pues en ves de dos libros se llevaba uno solo.

En el año de 1845 el Tribunal de Comercio de la Ciudad de México, estableció la "Escuela Mercantil", siendo cerrada dos años después, pero en 1854 se funda la Escuela de Comercio.

Durante este siglo XIX, no sólo el auge económico trajo mayor desarrollo a las prácticas contables en lo referente a agrupaciones profesionales, centros docentes, y mandatos legales sobre la disciplina contable, sino que hubieron también cambios sustanciales en el fondo y la forma.

Fabio Besta, conocido en Italia con el nombre de "El Moderno Padre de la Contabilidad", que ha sido, entre los teóricos, el que ha llegado a estructurar una nueva teoría llamada "Teoría Positiva del Conto" gracias a una profunda y consistencia búsqueda histórica de la Contabilidad. Besta comienza a explicar su teoría de la manera siguiente: "La Contabilidad es en medio de una completa información referente a dinero, cuentas recibidas, activos fijos, intereses, inversiones, etc., y es evidente que una rápida y certera información es imposible sin asentar en el mismo lugar las mutaciones ocurridas en cada uno de estos objetos", y conceptúa a la cuenta diciendo: "Es una serie de entradas y salidas referentes a un definido y claro objeto, conmensurable y mutable, con la función de registrar información acerca de las condiciones y monto del objeto en un momento particular y de los cambios que en él intervienen", además afirma que "la cuenta son abiertas directamente a objetos, no a ,as personas que intervienen, e indica valores monetarios".

Dentro de las modificaciones de forma, que la Contabilidad sufriera durante el siglo XIX, se encuentra el sistema de Pólizas, que nació a partir del uso de volantes para dar mayor rapidez a los depósitos de los cuenta-habientes del Banco; mas tarde se inventó el Sistema Centralizador.

INICIO Y DESARROLLO DE LA CONTADURÍA PUBLICA EN MÉXICO

En el año de 1845 el Tribunal de Comercio de la Ciudad de México, estableció en esta capital al primera escuela de enseñanza comercial, bajo el nombre de Escuela Mercantil. Durante la guerra con los norteamericanos en 1847 la escuela tuvo que cerrar sus puertas por falta de fondos.

El 28 de enero de 1845, por decreto de Santa Ana, se fundo la escuela de Comercio. Esta escuela, aunque tropezando con algunas dificultades, pudo subsistir hasta el establecimiento del imperio Maximiliano. A la caída de éste, el gobierno de Don Benito Juárez se preocupo por la reorganización de la enseñanza pública y el 15 de julio de 1868, fue inaugurado la escuela con el nombre de Escuela Superior de Comercio y Administración.

En el año de 1871 quedaron más reglamentos y formalizados los estudios hechos en la escuela y se crearon las carreras de empleado contador (contador privado). Ya desde a principios del siglo se sentía en México la falta de profesionales nacionales y el primer paso para formarlos fue la creación de la carrera de contador en el año de 1905 en la Escuela Superior de Comercio y Administración.

Los estudios que se hacían en los primeros tiempos de la Escuela de Comercio pueden considerarse propiamente, como elementales, hasta la creación de la carrera de contador de comercio en que la enseñanza fue sistematizada y se agregaron nuevas materias a los programas de estudio.

El día 25 de mayo de 1907 se celebró el primer examen profesional de contador, sustentado por el Sr. Don Fernando Diez Barroso.

En el año de 1917, un grupo de contadores titulados decidió formar una agrupación profesional que quedó constituida, a mediados de dicho año, con el nombre de "Asociación de Contadores Públicos".

Dado el éxito alcanzado en los fines de la Asociación, ésta resultaba insuficiente y el año de 1923 se decidió formalizar sus trabajos constituyendo el Instituto de Contadores Públicos Titulados de México, lo cual se llevó a cabo el día 6 de octubre del mismo año.

BIBLIOGRAFÍA

DEL RIO SÁNCHEZ CRISTÓBAL Y DEL RIO SÁNCHEZ RAYMUNDO. "hacia la cientificidad de la contaduría". Editorial ECASA.

ROBERTO DU-TITLY, DANIEL RAMOS Y VARIOS AUTORES. "Contabilidad Contemporánea". Editorial Trilla México.

MANCERA RAFAEL. "Breve Historia de la Profesión de Contabilidad Pública en México". Editorial Instituto de Mexicanos Contadores Públicos.

FERNÁNDEZ MAESTRI ADOLFO, ESCAMILLA LÓPEZ JUAN ANTONIO Y VARIOS AUTORES. "Contabilidad General I". Edición 2000.


Francisco López Hernández
 
Historia de la contabilidad - historia contabilidad - la historia contabilidad
RELACION HISTORICA DE LA CONTABILIDAD Y LAS MATEMATICAS



La contabilidad, es una disciplina que desde sus inicios se ha visto influenciada por otros sistemas tales como la economía; con la que sostiene una relación tan estrecha que hasta se ha llegado a considerar a nuestra disciplina como una doctrina de naturaleza económica, también guarda relación con el derecho, la administración, la sociología, historia filosofía y por último, la contabilidad también se ha visto estrechamente relacionada e “influenciada” por ciencias tan interesantes como las “matemáticas”, y es precisamente en su relación con ésta última en la que se trataran de enfocar las siguientes líneas.

Las matemáticas han afectado desde siempre a la contabilidad y el desarrollo de la misma, estas dos disciplinas han sido de gran utilidad para el hombre en sus negocios, puesto que “las dos servían al comerciante que, en su actividad económica todavía primitiva, estaba obligado a hacer numerosos, complejos y frecuentes cálculos, con utilización abundante de las cuatro reglas, procediendo, lógicamente, al registro ordenado y adecuado del resultado de tales operaciones” (Jorge Tua Pereda, El concepto de la contabilidad a través de sus definiciones, Cap. 3, 124).

Por esto, no debiera sorprendernos que la Summa de Fray Luca Pacciolo, (El primer libro contable publicado y que fue escrito en 1494) en el cual éste se limitaba a difundir el conocimiento de la contabilidad, y es de anotar también, por el cual se le ha dado el nombre de el “padre de la contabilidad”; resultara ser un tratado fundamental de matemáticas, en especial de álgebra y aritmética, en el cual solo incluyera algunas sesiones que se aplicarían en épocas posteriores para el desarrollo del comercio.

Por otro lado, y sin salirme del tema cabe decir que el conocimiento contable se vale de herramientas simbólicas, propias del conocimiento lógico-matemático, para construir significados y formas de significar la realidad que está aproximada a interpretar. Esto no implica reconocer que la contabilidad sea un saber puramente lógico-matemático, al contrario la fuente interpretativa se halla en la realidad social, por lo que podemos considerar a la contabilidad como una doctrina social.

Por esta consideración, la contabilidad tiene gran incidencia en la responsabilidad social, y en la actualidad, una de las consecuencias mas significativas de tal incidencia, la constituye “el derecho de información, información que se concibe como un bien publico” (Jorge Tua Pereda, El concepto de la contabilidad a través de sus definiciones, Cap. 3, 166)

Por esto podemos decir que la contabilidad ha sido diseñada por el hombre para satisfacer necesidades individuales y sociales, de ahí su identificación social.

Continuando, la disciplina contable, no ha tenido mayores avances en lo que respecta a construcción de modelos matemáticos, es decir, que aunque las matemáticas han sido y siguen siendo una parte importantísima para la disciplina contable, hasta la fecha, ésta no ha logrado expresar en términos matemáticos todo el conjunto de procedimientos y leyes que gobiernan su práctica concreta, lo que ha dificultado en gran medida los avances en lo que respecta al desarrollo de una teoría general de la contabilidad puesto que los modelos matemáticos ofrecen enormes posibilidades de avance científico para la contabilidad, por algo el matemático francés Julio Enrique Poincaré (1854-1912) sostenía que “toda ciencia tiene de ciencia lo que tiene de matemática”.

Esta falta de modelos y de teoría, y por ende el poco avance hacia su cientificidad se debe a que desde hace muchos años, los contadores se han visto mas inclinados a dedicarse a los aspectos legalistas de su profesión, que a la formación o complementación académica de la misma, pocos son los contadores que se dedican a la investigación contable, y esto conlleva por lógica a los dos grandes problemas que afectan hoy por hoy a la disciplina contable; por un lado “el desfase científico de la misma y por otro el progresivo y desdeñoso constreñimiento de la practica profesional del contador a la mera tarea de “llevar los libros”, con la consiguiente invasión de su campo de acción profesional por parte de profesionales de otras especialidades” (Jesús Arenas Herrera, La modelación matemática como base de la autonomía científica de la contabilidad); sin embargo el camino esta por recorrer para que la contabilidad amplíe sus horizontes y tenga niveles superiores de progresión científica.

En conclusión, las matemáticas han sido aplicadas en muchas áreas de la contabilidad a través de los años, en mi concepto, no hay mucha información acerca de la historia matemática y su incidencia en el ámbito contable, ni tampoco de cual era el problema que se intentaba solucionar con ellas, yo considero que tal incidencia se dio involuntariamente y como complemento a la actividad comercial.

También vale decir como Tricker, que “la contabilidad se ha desarrollado en respuesta a necesidades cambiantes, bajo presión de estímulos externos y no sobre una base teórica sistemática”.

Seria necesario e importante tener en cuenta y resolver interrogantes como, ¿Es posible expresar los procesos contables en términos matemáticos?, ¿Qué utilidad práctica se deriva de la modelización matemática de la Contabilidad?, ¿Es la modelización matemática un camino efectivo hacia la autonomía científica de la Contabilidad?, ¿A partir de la matematización de la Contabilidad se vislumbran nuevos desarrollos?, pues por medio de las respuestas a estos interrogantes podemos darle un nuevo horizonte a nuestra disciplina
 

Historia de la contabilidad - historia contabilidad - la historia contabilidad

Artículo Publicado en el nº 67-68 (julio-agosto 2002) de la "Revista Libros".



LA HISTORIA DE LA CONTABILIDAD
por

Esteban HERNÁNDEZ ESTEVE *

El mes de julio del pasado año se celebró en Madrid el 8th World Congress of Accounting Historians, al que asistieron unos 200 especialistas de historia de la contabilidad pertenecientes a países de los cinco continentes. En este Congreso se batió el record de comunicaciones presentadas, cuyo número casi duplicó el de las leídas en el Congreso anterior, celebrado en Kingston, Canadá, el año 1996. El éxito del Congreso de Madrid se enmarca dentro del extraordinario auge que durante los últimos quince o veinte años está experimentando el interés por la historia de la contabilidad en todo el mundo. Ante este hecho, cabe preguntarse: ¿A qué obedece este repentino interés por una disciplina aparentemente tan concreta, tan específica y tan limitada como es la historia de contabilidad? ¿Cómo se explica? ¿ A quién puede interesar la historia de la contabilidad? ¿En qué consiste? ¿Cuál es su campo de investigación? ¿Ha experimentado alguna evolución? ¿Cuáles son sus perspectivas? . . . Dedicaremos las siguientes páginas a contestar estas y otras preguntas que surjan por el camino.


Objeto y alcance de la contabilidad y de su historia

La contabilidad es una actividad tan antigua como la propia Humanidad. En efecto, desde que el hombre es hombre, y aun mucho antes de conocer la escritura, ha necesitado llevar cuentas, guardar memoria y dejar constancia de datos relativos a su vida económica y a su patrimonio: bienes que recolectaba, cazaba, elaboraba, consumía y poseía; bienes que almacenaba; bienes que prestaba o enajenaba; bienes que daba en administración; etc.

En este sentido, recientes investigaciones como las de Denise Schmandt-Besserat y, sobre todo, las de Hans Nissen, Peter Damerow y Robert Englund (1990), arqueólogos e historiadores de la antigua Mesopotamia, permiten afirmar, que los primeros documentos escritos que se conocen, constituidos por millares de tablillas de arcilla con inscripciones en caracteres protocuneiformes, elaboradas hace más de 5.000 años, contienen tan sólo números y cuentas, sin textos ni palabras. Este hecho hace concluir a los citados investigadores que la escritura debió de surgir, hacia el año 3300 a.J., para satisfacer la necesidad que sentían los antiguos habitantes de Mesopotamia de registrar y dejar constancia de sus cuentas. No fue, pues, el deseo de legar a la posterioridad el recuerdo de hazañas guerreras, relatos de héroes o dioses, o de plasmar normas jurídicas para su permanente constancia y cumplimiento, lo que motivó el nacimiento de la escritura, como se creía hasta ahora, sino simple y llanamente la necesidad de recoger y conservar las cuentas originadas como consecuencia de procesos productivos y administrativos.

Desde esos primeros tiempos, las actividades de registro contable se han venido sucediendo ininterrumpidamente, aunque sólo a partir de los siglos XIV y XV se conservan testimonios escritos con un carácter regular y relativamente abundante. Los datos contenidos en la documentación contable, aun la más antigua y fragmentaria, son cuantitativos y exactos, y no digamos ya en el caso de las contabilidades modernas llevadas por partida doble, en las que los datos se presentan formando un todo coherente, completo e íntimamente interrelacionado. Por ello, su estudio e interpretación permiten arrojar una luz muchas veces enteramente nueva e insospechada sobre hechos histórico que, a falta de ellos, habían sido explicados de manera errónea o insuficiente.

No hace falta ir muy lejos para encontrar ejemplos de esta nueva luz proporcionada por el análisis histórico-contable. Al afrontar el estudio del Imperio español de los siglos XVI y XVII la historiografía mundial ha tendido a centrarse en aspectos relacionados con el poderío militar y político que a España le proporcionó la inmensa riqueza en metales preciosos procedentes de las Indias. Pero la moderna investigación del aparato contable y organizativo de la Real Hacienda castellana ha descubierto y llamado la atención sobre el relevante papel jugado en todo este contexto por la formidable organización administrativa del Imperio, creada totalmente ex novo, sin precedentes de ninguna clase, y que luego sirvió de modelo a todos los sistemas de dominio colonial que siguieron al español. De este modo, la investigación histórico-contable ha colocado en el primer plano de la investigación histórica a la organización de la Administración castellana de esa época, revelándola como uno de los factores más significativos para conocer con profundidad y explicar la evolución y vicisitudes del Imperio.

De igual modo, la investigación histórico-contable ha mostrado el conocimiento e interés de los poderes públicos españoles de esa época por las prácticas contables de los mercaderes, hasta el punto de dictar con una antelación de más de doscientos años sobre sus más inmediatos seguidores la primera legislación en el mundo imponiendo a los comerciantes la obligación de llevar libros de cuentas y de hacerlo precisamente por el método de partida doble (pragmáticas de Cigales de 1549 y de Madrid de 1552). Con esta legislación, que fija un hito y supone uno de los grandes momentos estelares de la historia de la contabilidad española en el contexto mundial, se pretendía impedir o, al menos, aminorar la salida fraudulenta de metales preciosos más alla de nuestras fronteras, habida cuenta del rastro indeleble que la contabilidad por partida doble dejaba de todas las operaciones.

El estudio de la historia de la contabilidad proporciona, asimismo, una visión desconocida e inesperada del rey Felipe II, que, con la imagen hierática y distante que la historia le ha asignado tradicionalmente, era capaz, sin embargo, de estar perfectamente al corriente de las prácticas mercantiles de su tiempo y de interesarse profundamente por ellas. A él se debe la incorporación a la Administración pública de relevantes hombres de negocios para aprovechar sus conocimientos, así como la introducción en 1592, tras un intento fallido en 1580, de la contabilidad por partida doble para llevar las cuentas centrales de su Real Hacienda, como primer gran país en el mundo, en lo que constituye otro de los momentos estelares de la historia de la contabilidad en España. Estos hechos dan idea del grado de interés y atención con que en la Corte española se seguían las novedades en el mundo mercantil y financiero.

La decadencia generalizada del comercio ultramarino de Cádiz en las primeras décadas del siglo XIX tras la pérdida de las colonias americanas, ocasionando el rápido declive de la ciudad que perdió su status de gran metrópoli próspera y opulenta, ha constituido desde siempre uno de los tópicos de nuestra historia económica contemporánea. Sin embargo, el reciente estudio de la documentación contable de una empresa comercial gaditana establecida en el año 1730 y que se ha mantenido viva hasta nuestros días ha puesto de manifiesto que sus años de mayor prosperidad y actividad con Hispanoamérica fueron precisamente los de la segunda mitad del siglo XIX. No debió de ser, pues, tan fatal y absoluta la decadencia mercantil de Cádiz como consecuencia de la emancipación colonial americana. Este es otro ejemplo de cómo la investigación de las fuentes contables ha venido a corregir y arrojar sombras sobre las percepciones históricas establecidas, que habrá que revisar.

Citemos, para finalizar este breve repaso de ejemplos en los que la investigación histórico-contable ha venido a completar o, incluso, a cambiar el signo de las interpretaciones históricas recibidas, un caso en el que los estudios de historiadores españoles de la contabilidad han contribuido a desacreditar una teoría ampliamente extendida entre los historiadores de la empresa norteamericanos: la de que las técnicas avanzadas de gestión empresarial, y entre ellas la contabilidad de costes, habían surgido en el siglo XIX como consecuencia de la presión ejercida por la libre competencia entre las grandes empresas. Los archivos contables de la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla han venido a demostrar cómo, en los siglos XVII y XVIII, una gran empresa en régimen de monopolio estatal practicaba ya un riguroso control de costes y unas desarrolladas técnicas de gestión.

Pues bien, ¿por qué si las ventajas de incorporar al análisis histórico-económico el estudio e interpretación de la documentación contable parecen tan evidentes y proporcionan resultados tan gratificantes, la historia de la contabilidad, pese al auge experimentado en los últimos años, es relativamente tan poco conocida y practicada todavía...? La respuesta debe buscarse, tal vez, en las dificultades técnicas que la contabilidad ofrece al no iniciado, dificultades que se multiplican cuando lo que hay que interpretar requiere el conocimiento de las técnicas vigentes en determinados períodos del pasado. Esta dificultad ha dado lugar, precisamente, a que algunos hayan dado a la historia de la contabilidad el apelativo de ingeniería de la historia económica, por considerarla su parte más difícil, intrincada y recóndita, como efectivamente así es. Tales dificultades técnicas son las que han motivado que muchos historiadores económicos hayan soslayado y sigan soslayando en sus investigaciones los aspectos histórico-contables para no introducirse en un terreno resbaladizo que no conocen bien.

Evolución de la contabilidad hasta llegar a la partida doble

Las anotaciones contables se diferenciaron desde el principio al objeto de adaptarse a dos finalidades fundamentales: primera, la de satisfacer la obligación de agentes y factores de rendir cuentas a sus principales acerca de la gestión de los bienes y haciendas confiados a su cuidado, y, segunda, la de seguir de cerca la marcha global de los propios negocios o actividades. Aunque con numerosos puntos de contacto y solapamiento, ambas finalidades dieron lugar a dos distintos sistemas de registro contable, con características propias y específicas.

Común a las dos clases de registros fue, en un principio, el carácter bilateral de las anotaciones, que consideraban simplemente la relación entre dos personas, el dueño de los libros y un tercero. Pero mientras el primer sistema se mantuvo en este planteamiento bilateral, el segundo fue evolucionando en busca de un grado cada vez mayor de integración, de multilateralidad, hasta que las anotaciones abarcaron todas las operaciones del dueño de los libros, ofreciendo una visión completa e interrelacionada de sus negocios.

No se crea por ello, sin embargo, que el primer sistema no evolucionó. Lo hizo y se fue perfeccionando, pero conservando siempre su carácter bilateral, que le restaba utilidad para su empleo como método de registro, memoria y gestión empresariales. Por ello, su utilización se desarrolló sobre todo al servicio de las Administraciones públicas. En efecto, su planteamiento se ajustaba perfectamente a la necesidad de controlar la actuación de los funcionarios y de las personas a las que se encomendaba una misión que involucrase la recepción, entrega y manejo de los dineros o bienes públicos. En los reinos de Castilla, estas prácticas contables originaron, ya avanzada la Edad Media, el llamado sistema de Cargo y Data, que se ha mantenido en la Administración de una forma u otra hasta bien entrado el siglo XX.

Por lo que respecta a la segunda modalidad de registros contables, es decir, los destinados a facilitar una visión de la marcha de los negocios y actividades, mantuvieron en lo esencial un carácter bilateral posiblemente hasta los siglos XI o XII. A partir de estas fechas se van introduciendo, poco a poco, elementos integradores. La integración completa no se consigue, sin embargo, hasta finales del siglo XIII o comienzos del XIV con el descubrimiento de la contabilidad por partida doble. Este sistema contable -que es el que todavía hoy, en los tiempos de la tecnología informática, se utiliza como método insustituible, gozando de la misma lozanía que en sus mejores tiempos-, integra e interrelaciona todos los elementos que constituyen el acervo patrimonial, Caja, Mercaderías, Deudores, Acreedores, etc., registrando tanto los cambios de estructura del patrimonio, es decir, aumentos, por ejemplo, de Mercaderías con una correlativa disminución de la Caja debido a una compra en efectivo de aquéllas, como las variaciones en el volumen total del patrimonio, representado por la cuenta de Capital. Esta fue, precisamente, la gran innovación aportada por la partida doble, pues las anteriores modalidades solamente registraban los cambios de estructura del patrimonio. Desde nuestra óptica la cuestión puede parecernos obvia y elemental, y tal vez lo sea, pero lo cierto es que la ultimación del nuevo planteamiento requirió siglos de esfuerzos y tanteos, constituyendo una auténtica revolución conceptual, un cambio de filosofía contable.

El carácter completo y omnicomprensivo de la contabilidad por partida doble hizo que cobraran sentido medidas adicionales para garantizar la fiabilidad de los libros. Así, se constituyó en norma consuetudinaria y aun legal, en algunos casos, el hecho de que los libros Diario y Mayor, libros típicos y principales de la partida doble, estuvieran encuadernados, no contuvieran tachaduras, no se dejaran hojas ni espacios en blanco, etc., todo ello al objeto de que no pudieran introducirse hojas nuevas ni sustituirse las originales, ni tampoco pudieran anularse partidas anteriores o intercarlarse asientos nuevos. Asimismo, se generalizó la práctica de autenticar los libros en los Consulados u otras organizaciones de mercaderes. De este modo, los libros de cuentas cobraron fuerza probatoria ante los tribunales de justicia.

Primeros tiempos de la historia de la contabilidad

La historia de la contabilidad comprende actualmente no sólo el estudio de la evolución de las técnicas contables, sino también el de la organización y las técnicas de gestión y control empresarial, que forman un todo con la organización contable instrumentada, así como el de las operaciones reflejadas en los registros de cuentas. Dentro de este ámbito, la historia de la contabilidad no descuida lógicamente el estudio del pensamiento y la enseñanza contables, ni el de la formación de la profesión contable y el establecimiento de grupos corporativos profesionales, o el análisis de la legislación y disposiciones que regulan la actividad contable. Más allá aun, el historiador moderno de la historia de la contabilidad se preocupa por identificar e investigar las interacciones producidas entre las estructuras del mundo contable y su entorno cultural, político y socioeconómico. Pero no siempre se ha concebido la historia de la contabilidad con un contenido tan amplio.

Aunque ya en los siglos XVI, XVII y XVIII se encuentran obras que, al tratar de la contabilidad y la teneduría de libros, contienen alguna referencia a aspectos concretos de la historia de las técnicas contables o la mención de algún autor concreto, el estudio sistemático de la historia de la contabilidad, propiamente dicho, comienza más tarde, a mediados del siglo XIX. En sus primeros tiempos, hasta finales del primer tercio del siglo XX, la historia de la contabilidad se concibe fundamentalmente como el estudio de los autores y los tratados contables del pasado, aunque no faltan algunos estudios aislados sobre libros de cuentas. El tema absolutamente prioritario es el de la evolución de las técnicas contables y la identificación y señalamiento de las novedades que se producen dentro de ellas. Son trabajos claramente realizados por estudiosos de la contabilidad, interesados casi exclusivamente por la evolución y progreso de su disciplina.

Los primeros años del segundo tercio del siglo XX abren una nueva etapa de la investigación histórico-contable, en la que se va despertando paulatinamente un interés cada vez más amplio y generalizado por el descubrimiento y estudio de fuentes primarias, es decir, de los libros de cuentas de las respectivas épocas (De Roover, 1937). Tal circunstancia propicia la ampliación del campo de estudio de la historia de la contabilidad que, en contacto directo con los libros de cuentas, no sólo se interesa ya por las prácticas y técnicas contables pretéritas, sino también por su participación en las técnicas empresariales de dirección, administración y control, de las que se las considera expresión genuina, y finalmente por el estudio de las operaciones registradas en los libros, junto con el del contexto en el cual las mismas tienen lugar. La historia de la contabilidad comienza así a contextualizarse y a interesar a estudiosos ajenos a la profesión contable. Es más, se empieza a estudiar el papel de la contabilidad en la propia configuración del entorno. En especial, se presta atención al papel de la partida doble, junto a otras innovaciones propias de la época renacentista italiana, como factor interactivo en las profundas transformaciones en el ámbito de la organización comercial producidas en la Baja Edad Media. Dichas transformaciones constituyeron, por su importancia, lo que se ha dado en llamar la Revolución comercial del siglo XIII, que fue estudiada detalladamente por Raymond de Roover (1942, 1965). Esta Revolución supuso una profunda renovación en los modos, usos, técnicas y formas de entender y practicar los negocios, marcando un verdadero hito en la historia económica, no sólo por el extraordinario auge que experimentaron las transacciones mercantiles, sino sustancialmente y, sobre todo, por los profundos y revolucionarios cambios experimentados, que llevaron consigo la transformación del pequeño capitalismo doméstico en el incipiente capitalismo comercial de los grandes hombres de negocios sedentarios, demasiado ocupados, sabios e importantes para viajar de feria en feria ofreciendo sus mercancías.

Este proceso que, en gran parte, fue causa desencadenante de la decadencia de las ferias de la Champaña, auténtico eje de la vida comercial de la época, trastocó el equilibrio de poderes mercantiles en Europa, relegando a un segundo plano a los comerciantes flamencos, para colocar en lugar preeminente a los hombres de negocios italianos, verdaderos protagonistas de la Revolución comercial, que armados de las nuevas técnicas de organización, gestión y control de los negocios, que desarrollaron y dominaron antes que nadie, e imbuidos de la nueva mentalidad, perfectamente conscientes de las inmensas posibilidades que su capacidad y las nacientes circunstancias les abrían, no dudaron en romper con el antiguo sistema, dejando de acudir a las ferias y estableciendo, en su lugar, filiales permanentes en Flandes, Francia, España, Inglaterra, etc., con lo que se convirtieron en monopolizadores directos del comercio exterior de media Europa. Hasta ese momento el comercio de la Europa central y meridional con los países orientales había pasado principalmente por las ferias de la Champaña. Allí llevaban a vender los mercaderes italianos los productos adquiridos en Oriente, que eran comprados por los comerciantes flamencos para su distribución en la Europa central y occidental. A su vez, los flamencos vendían allí los productos adquiridos en los países de esa zona, que en gran parte eran comprados por los mercaderes italianos para su reventa en Oriente.

Ahora bien, el establecimiento, por parte de los mercaderes italianos, de filiales en las principales plazas europeas occidentales, Brujas, París, Londres, etc., para vender directamente sus productos y dejar de acudir a las ferias, fue propiciado, entre otras cosas, por el descubrimiento y utilización de la contabilidad por partida doble, que proporcionó un marco sistemático para sintetizar y ganar una visión general, completa y rápida de la situación y marcha de los negocios a ellas encomendados. Ello permitió que la apertura y el mantenimiento de sucursales permanentes en territorios alejados de la oficina principal, en una época de comunicaciones muy imperfectas, no supusiera un riesgo excesivo, ya que sus operaciones podían ser controladas a distancia.

Consolidación, auge y revolución epistemológica y metodológica

Las últimas dos décadas del siglo XX se han visto sacudidas por una conmoción en el seno de la disciplina que nos ocupa que ha dividido en dos a los historiadores de la contabilidad y ha tenido efectos estimulantes sobre el interés despertado por el estudio de la disciplina. Me refiero a la aparición de la "nueva historia de la contabilidad", que surge con fuerza y como un movimiento confrontativo con la historia de la contabilidad tradicional, abriendo un agrio debate epistemológico y metodológico sin precedentes.

La "nueva historia de la contabilidad" constituye un fruto más, tardío, de los movimientos postmodernos de relativismo y contestación a los cánones y planteamientos culturales heredados, movimientos que durante las últimas décadas han invadido todos los ámbitos intelectuales y artísticos. Dentro de su medio específico, la "nueva historia de la contabilidad" ha nacido del ayuntamiento y maridaje de las nuevas ideas epistemológicas y metodológicas sobre la historia en general con el nuevo paradigma crítico radical de investigación de la contabilidad, de clara orientación marxista.

Como circunstancia curiosa, debe señalarse que los fundadores de la nueva historia tienen a gala proclamar que su grupo no está compuesto por historiadores, sino por sociólogos, politólogos, etnólogos, ideólogos, etc., queriendo, posiblemente, hacer hincapié con ello en el carácter multidisciplinar de sus investigaciones.

La "nueva historia de la contabilidad" no constituye, en realidad, una escuela o un cuerpo unitario de doctrina, sino un conjunto variado de enfoques y formas de entender la disciplina que, a menudo, muestran importantes diferencias entre sí. Pero, en cualquier caso, lo cierto es que sus partidarios comparten unas ideas y tendencias comunes que hacen que este conjunto de enfoques y planteamientos se distinga de las formas tradicionales en que la historia de la contabilidad se había venido entendiendo y practicando.

Los dos grandes rasgos distintivos de la "nueva historia de la contabilidad" en relación con la "tradicional" son posiblemente los siguientes: En primer lugar, la pérdida de la fe en la posibilidad de alcanzar la objetividad en el estudio y descripción de los hechos históricos. En segundo lugar, el abandono de la idea de que la contabilidad, lo mismo que las demás actividades humanas, está sujeta a un proceso más o menos lineal de progreso continuado bajo el estímulo de las necesidades de adaptación a los requerimientos del entorno. Los adeptos de la "nueva historia de la contabilidad" niegan la existencia de este proceso evolutivo hacia el progreso y por ello postulan que lo significativo, lo que debe estudiarse, no son los cambios evolutivos, sino las situaciones de ruptura, de interrupción, de retroceso. Por otra parte, no creen tan importante la adaptación de la contabilidad a los requerimientos del mundo exterior, como la forma en que la contabilidad ha contribuido y sigue contribuyendo a influenciar su entorno y, por ende, la configuración y evolución de la sociedad.

En la adopción de estos planteamientos antievolutivos han tenido especial importancia las ideas de Michel Foucault, que, de una manera u otra, han influido en casi todos los adeptos a la "nueva historia de la contabilidad", ejerciendo en algunos de ellos un influjo tan fuerte que los ha configurado como un grupo específico dentro del conjunto. En el contexto que nos ocupa, las ideas de Foucault que más han afectado a los nuevos historiadores de la contabilidad en general han sido las relativas a las relaciones saber-poder y al papel de la disciplina en la sociedad de nuestros días. En efecto, desde que la Humanidad hiciera estallar a finales del siglo XVIII el corsé de los gobiernos autoritarios para hacer valer los ideales de libertad, las capas dirigentes de la sociedad han tenido que ir arbitrando nuevas formas indirectas de disciplinar y gobernar a sus miembros. La contabilidad forma parte de este proceso, que Foucault ilustra a partir del Panopticon de Jeremy Bentham, es decir, de esa prisión circular en la que los guardianes pueden ver y vigilar a los presos sin ser vistos, de forma que éstos se sientan constantemente vigilados. La contabilidad directiva o de gestión ofrece a los foucaultianos un ejemplo patente de este proceso dentro del contexto contable, pues dicho sistema permite observar el funcionamiento de toda la organización y asegurar la vigilancia y el control del comportamiento y rendimiento de sus trabajadores. Naturalmente, para los foucaultianos, la contabilidad de gestión no ha sido desarrollada por motivos de racionalidad puramente económica, sino más bien como consecuencia de esa búsqueda, nunca explicitada por las capas dirigentes, de medios de disciplina, control y vigilancia sociales.

Por otra parte, el derrumbamiento y rechazo de la llamada "ilusión de la objetividad" -"that noble dream", como la califica burlonamente Peter Novick- han hecho restar importancia a la investigación y exposición de los hechos histórico-contables y han cambiado la actitud del nuevo historiador hacia los mismos. No se trata ya de "dejar hablar a los hechos por sí mismos", sino de formular interpretaciones apriorísticas que puedan ser verificadas por los hechos. La reflexión teórica debe preceder, así, siempre a la búsqueda y recopilación de los hechos. Esta posición es la que hace que los nuevos historiadores de la contabilidad desprecien la investigación en archivos y la búsqueda de fuentes primarias,que tachan de inútil y anticuaria, mero anhelo de acumular erudición vacía y sin sentido, proclamando que la única actividad histórica con verdadera significación es la interpretación de los hechos. Aunque, acto seguido, ponen de manifiesto claramente sus verdaderos intereses, pues, en su afán de socavar los cimientos culturales del mundo occidental al objeto de edificar una sociedad más justa, más solidaria y más igualitaria, no se esfuerzan en ocultar que la única interpretación de los hechos que les interesa es la que parte de los planteamientos marxistas de explotación y lucha de clases.

Es difícil prever lo que traerá el futuro, pero las modas pasan y las pugnas ceden. Sólo lo auténtico permanece. Esto es lo que ocurrirá, posiblemente, con esta pugna en el seno de la historia de la contabilidad, cuando las ideas postmodernistas hayan demostrado su inconsistencia y se haya comprendido que negar la posibilidad de lograr una dosis suficiente de objetividad en la investigación histórica supone la negación misma del conocimiento histórico. Del debate actual quedará simplemente el impulso dado al estudio y a la divulgación de la historia de la contabilidad.

Conclusión

De lo dicho en las páginas anteriores ha de retenerse la idea de que la historia de la contabilidad es una parte fundamental de la historia económica y, más aun, de la historia en general. Su campo de investigación no se limita, en modo alguno, al estudio de la evolución de las técnicas contables, sino que penetra en la misma entraña de los planteamientos de organización y dirección de las instituciones, de la significación, uso y alcance de los instrumentos mercantiles, del funcionamiento de los mercados, etc., proporcionando una visión desde dentro, desnuda y objetiva. Por ello, difícilmente es posible una comprensión profunda y completa de los fenómenos económicos y sociales si no se estudian desde una óptica que incluya el enfoque histórico-contable. Solamente la dificultad de los conocimientos técnicos requeridos para la práctica de la historia de la contabilidad ha impedido hasta ahora que la misma se generalizase y se reconociera su utilidad e importancia. El creciente interés que está despertando esta disciplina en todo el mundo indica que se está empezando a tomar conciencia de sus posibilidades. Ello permite presagiar que estamos asistiendo al nacimiento y consolidación de una nueva disciplina dentro de la historia económica, la historia de la contabilidad, una disciplina difícil y compleja, sin duda, pero que irá cobrando cada vez mayor importancia, de forma que los historiadores económicos del futuro difícilmente podrán prescindir de su concurso si quieren realizar su labor adecuadamente.

Referencias

-DE ROOVER, Raymond (1937): "Aux origines d'une technique intellectuelle: La formation et l'expansion de la comptabilité à partie double", en Annales d'Histoire Economique et Sociale, vol. IX.
-DE ROOVER, Raymond (1942): "The Commercial Revolution of the Thirteen Century", en Bulletin of the Business Historical Society, núm. XVI.
-DE ROOVER, Raymond (1965): "The Organization of Trade", en The Cambridge Economic History of Europe, vol. III.
-NISSEN, Hans J., Peter DAMEROW y Robert K. ENGLUND (1990): Frühe Schrift und Techniken der Wirtschaftsverwaltung in alten Vorderen Orient: Informationsspeicherung und -verarbeitung vor 5000 Jahren, Berlín: Verlag Franz Becker. Existe traducción al inglés bajo el título: Archaic Bookkeeping. Writing and Techniques of Economic Administration in the Ancient Near East, Chicago y Londres: The University of Chicago Press, 1993.


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* Presidente de la Comisión de Historia de la Contabilidad de AECA. En dos ocasiones, años 1984 y 1995, fue galardonado con el Hourglass Award que concede anualmente The Academy of Accounting Historians estadounidense al mejor trabajo de investigación sobre historia de la contabilidad publicado durante el año. Solamente otro investigador, Basil S. Yamey, ha recibido esta distinción en dos oportunidades. Ha dedicado más de setenta artículos y ponencias, así como media docena de libros, al estudio de la historia de la contabilidad, entre los que pueden citarse: Contribución al estudio de la historiografía contable en España, Banco de España, Servicio de Estudios, Madrid, 1981; Establecimiento de la partida doble en las cuentas centrales de la Real Hacienda de Castilla (1592), Banco de España, Servicio de Estudios, Madrid, 1986; y Los libros de cuentas y la jurisdicción privativa mercantil en España. El caso del Consulado de Comercio de Barcelona y su Instrucción contable de 1766, Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, Barcelona, 2000.

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Historia de la contabilidad mundial
Según muchos entendidos en el tema, la historia de la contabilidad data desde el año 6.000 a.C. en donde muchos de los elementos fundamentales para llevar a cabo esta actividad, como por ejemplo, los números, la escritura, el dinero, y hasta el crédito en los mercados ya existían.



De todas maneras se sabe que el primer gran imperio económico que existió en la historia de la contabilidad fue el de Alejandro magno. Los banqueros griegos eran famosos en Atenas debido a la influencia que tenían a lo largo del imperio. Habitualmente los mismos llevaban la contabilidad de todos sus clientes, la cual, tenían la obligación de mostrar cuando se les era demandado hacerlo y tanto sus conocimientos técnicos como su habilidad, provocaron que frecuentemente se les sea requerido que los mismos sean los encargados de llevar las cuentas de su ciudad correspondiente.

De todas formas es importante que destaquemos, que fue en Roma en donde se encuentran testimonios mucho más específicos acerca de historia de la contabilidad y su practica más antigua, ya que desde los primeros siglos en que fue fundada, todos los jefes de familia solían asentar todos y cada uno de sus ingresos y de sus gastos en un libro que fue denominado “Adversaria”. Dicho libro se trataba de una especie de borrador en el cual, la información contenida, mensualmente se transcribía con mucho cuidado en otro libro llamado “Codex o Tubulae” en donde se encontraban escritos de un lado los ingresos y del otro lado los gastos.
Por otro lado la historia de la contabilidad también nos marca que tanto en el tiempo del imperio como en el de la republica, habitualmente los plebeyos eran los encargados de llevar la contabilidad. Durante el periodo histórico entre 453 – 1453 d.C. los avances en la convalidad continuaron avanzando a pasos agigantados, y se comienza a mostrar una imagen de la misma que involucra por primera vez en la historia de la contabilidad las cuentas patrimoniales. Al haberse creado la cuenta correspondiente a pérdidas y ganancias, se había encontrado una solución al problema que tenían los comerciantes de esa época, que no podían calcular toda su mercancía en una sola cuenta ya que los mismos poseían dos precios: el de venta y el de costo de adquisición. Esto dió por resultado que la utilidad obtenida, presentaba la cuenta de caja con una considerable diferencia en los asientos correspondientes a los ingresos y a los egresos como consecuencia de lo que explicábamos anteriormente. Sin embargo, con esta nueva cuenta que agrupaba todas las diferencias, podían registrarse las cuentas patrimoniales que seguían la historia de la mercancía y a su vez, las ganancias y las pérdidas que se obtenían.

Evolución de la contabilidad
Conforme se fue escribiendo la historia de la contabilidad, la misma fue sufriendo avances realmente considerables hasta el día de hoy, y aunque siempre fue una de las herramientas fundamentales del desarrollo comercial, en la actualidad ha cobrado una importancia aún mayor ya que ningún comercio, negocio o empresa puede estar exento de los sistemas de contabilidad.

A través de la historia de la contabilidad se pudo lograr la definición de ésta como “el arte de registrar, resumir, y clasificar" significativamente y utilizando términos monetarios todas aquellas operaciones, transacciones y sucesos de carácter financiero, interpretando todos los resultados provenientes de los mismos.

De todas maneras, es importante que tengamos en cuenta que en estos días que corren, la contabilidad ha tenido que convertir su concepto de herramienta financiera para que así sea capaz de cumplir con varias obligaciones tributarias.



Otro avance que presenta en la actualidad y que se suma a la historia de la contabilidad, es sin duda, la cantidad de personas interesadas en este tema, que eligen seguir carreras universitarias para poder llegar al título de contador. Sin duda que esto representa una gran importancia en el merco profesional, ya que hasta no hace muchos años, la contabilidad no era una de las actividades más elegidas por la gente.

Por otro lado, y como hemos explicado en artículos anteriores, la contabilidad hoy por hoy, va de la mano de la tecnología, y el mercado informático crea cada vez más programas y sistemas que van sumándose de a poco a la lista de avances que se registra en la historia de la contabilidad. Por último queremos decir que el avance más importante que se presentó en la misma fue la facilitación de su realización, ya que mediante estos sistemas informáticos, es mucho más fácil y práctico que la contabilidad lleve a cabo todas sus tareas.
 

 

 

 

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